Escoger carrera no es fácil, siempre hay dudas, “¿qué quiero?, ¿en qué soy bueno?, ¿eso sí da dinero? Y es que esa es una decisión que marca la vida.Tatiana Vélez, psicóloga cognitiva, indicó que hay que tener en cuenta muchos aspectos, lo económico, las habilidades, la visualización, la vocación: “es algo que se hace durante toda la vida”.Alexandra Betancur, psicóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana, sugirió ir de manera gradual, empezar por determinar intereses y capacidades para escoger diferentes carreras posibles.“Al tener varias preseleccionadas es recomendable buscar asesoría de un profesional que se desempeñe en esas áreas. Hay mucho mitos entorno a cada carrera, es importante que el estudiante tenga información de primera mano de cómo es la carrera y el campo laboral”, agregó Betancur.Poniendo a prueba los test Los test de orientación vocacional son herramientas muy útiles, según destacó Vélez, pero advirtió sobre no confiar en cualquier test en la red y también que así el test se haya diseñado adecuadamente, la respuesta que arroje no es una camisa de fuerza, sólo una sugerencia, por eso destacó la importancia de consultar con profesionales.Los test de orientación vocacional son herramientas que sirven para valorar en términos generales las características psicológicas de una persona. Son cuestionarios sistemáticos y ordenados, que a través de cada respuesta determina actitudes, aptitudes, personalidad e interés profesional, de tal modo que se pueda determinar qué área del conocimiento se adapta a la persona.Son herramientas para orientar y cada vez están más al alcance de las personas, en internet hay un gran número de estos cuestionarios. Incluso hay aplicaciones, como la lanzada por el gobierno argentino en junio de 2018 para ayudar a los jóvenes que no saben qué estudiar, enfocada en establecer en qué es bueno el estudiante y qué es aquello que le apasiona.Consejos para elegir carrera Betancur señaló que el estudiante debe pensar: “¿cómo se visualiza en el campo de acción?”, y especificó que es muy importante el tema de los gustos, “no solamente lo técnico”. Explicó que el estudiante debe tener en cuenta aquellas áreas en que destaca, pero que no debe ser lo único que determine la decisión.El Ministerio de Educación da algunos consejos para tomar la decisión más acertada: “Empieza por preguntarte ‘¿para qué soy bueno?’, reconoce materias favoritas y habilidades, revisa tu historia académica, aprende a leer tu Saber 11”.El Ministerio señaló que el estudiante debe conocer la oferta educativa e investigar el mundo laboral de la profesión de interés, “investiga, empieza por analizar si el estilo de vida que llevan los egresados responde a lo que quieres para tu futuro”.¿“Y si no es lo mío”? Si en el curso de sus estudios, la persona se da cuenta que eso no es lo que quería realizar, Vélez sugirió tener en cuenta todo: las materias, visualizarse en un futuro, las otras opciones: “cada decisión es individual, pero la persona que ya lleva un camino recorrido no debe lamentarse si decide cambiar de carrera, no es tiempo perdido, todo conocimiento es valioso”.Es preferible un cambio a última hora que lamentaciones futuras, ya que una persona en promedio gasta 10 años de su vida trabajando. Un estudio de la agencia de trabajo Adecco Colombia reveló que el 65% de los colombianos no está conforme con la carrera que eligió. Betancur puntualizó que esto se debe a que la mayoría de estudiantes escogen su área de estudio de acuerdo a las oportunidades laborales (54%, según Adecco) y no a la vocación.Eduardo Medina Torres en la conferencia ¿Cómo definir mi futuro profesional? Del Centro de Orientación Vocacional Personalizada (Ovao) afirmó que ninguna carrera asegura el éxito económico: “A pesar que el dinero es importante, no lo tendrás si estudias algo que no te gusta o que no te interesa, pues no serás un buen profesional”.
Un título universitario ofrece grandes ventajas laborales, pero obtenerlos no solo requiere sacrificios intelectuales sino también financieros.Estudiar una carrera universitaria puede ser costoso, no sólo es el precio de la matrícula, también hay que tener en cuenta el sostenimiento y otros gastos asociados. Pero existen opciones para pagar la carrera soñada: prestamos educativos de cooperativas y bancos, así como fondo públicos y becas.Las estadísticas del Sistema de Prevención y Análisis de la Deserción en las Instituciones de Educación Superior (Spadies) revelan que los estudiantes desertan menos cuando cuentan con ayudas financieras. Cerca del 20% de los estudiantes que ingresan se retiran tras el primer semestre porque no tienen el apoyo financiero suficiente para continuar.Clara Margarita Yepes, coordinadora Icetex de la Universidad de Medellín, indicó que “la mayor cantidad de estudiantes desertores son por razones económicas dentro del núcleo familiar”, por lo que contar con apoyos financieros externos es una garantía de permanencia.El Ministerio de Educación establece como fundamental en la promoción del acceso a la educación superior los créditos educativos ofrecidos por el Icetex ensus diferentes modalidades y el otorgamiento de subsidios de sostenimiento. El Icetex además de los créditos también otorga becas a estudiantes de pregrado y posgrado, algunas de ellas para realizar estudios en el extranjero.Es de destacar que el buen rendimiento académico durante la carrera es fundamental para el sostenimiento de las becas y subsidios. Incluso muchas instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas, cubren hasta el 100% del valor de la matrícula a los mejores estudiantes de cada programa académico.Natalia Mejía, coordinadora del laboratorio financiero de la Universidad de Medellín, señaló que los créditos brindan a los estudiantes “la posibilidad de acceder a la educación por sus propios medios. Existen instituciones de educación superior que tienen matrículas que nos son accesibles para el común denominador de la gente, universidades privadas con tarifas bastante altas. También existen instituciones con tarifas más accesible, sin embargo, no significa que todos puedan pagar la matrícula”.Alberto Jaramillo, economista de la Universidad Nacional en el artículo El financiamiento de la educación superior en Colombia: Retos y tensiones (2010) apunta que “la cuestión central consiste, por una parte, en garantizar el cubrimiento de los costos de formación (…) por otra, en facilitar el acceso de más individuos a la educación superior, en desarrollo de políticas de ampliación de cobertura y de equidad”.“Sin embargo, desde la perspectiva de las normas legales, los niveles inferiores de la escala (la formación técnica profesional y tecnológica) no son beneficiarios de los recursos previstos en la Ley 30 de 1992, la cual sólo contempla mecanismos de financiamiento de las universidades públicas”, concluye Jaramillo.¿Cuál es el mejor crédito? Hay diferentes opciones para escoger créditos, diferentes tasas y plazos, Yepes puntualizó que la mayoría toman los créditos dependiendo de las tasas de interés, pero este no es el único factor a tener en cuenta.“Conviene revisar varias alternativas, porque probablemente la primera no sea la mejor. Hay que hacer un sondeo con las diferentes entidades que tienen una modalidad de crédito especial para el estudio”, comentó Mejía.En Colombia, ocho bancos manejan créditos para este tipo de programas: Bbva Colombia, AV Villas, Bancolombia, Bancompartir, Banco de Bogotá, Banco Itaú, Banco Pichincha y Davivienda, así como diversas cooperativas.Mejía agregó que el hecho de que las tasas dependen del riesgo que signifique la persona para la empresa. “Las tasa establecidas son solamente unas referencias que utilizan para que la gente se haga una idea de cuánto le pueden llegar a cobrar, sin embargo, no es exactamente igual para todo el mundo y no significa que esa sea la plata que vayan a cobrar”.No hay un crédito mejor que los otros, simplemente hay créditos que se acomodan mejor a unas personas que a otros, por eso hay que conocer muy bien qué es lo que se busca y tener todo muy claro: las tasas de interés, los montos y los plazos de financiamiento, así como la variación mes a mes para evitar sorpresas en el futuro.
Las tendencias del mundo laboral cambian, así como hay profesiones que han permanecido populares en el tiempo como la medicina, hay otras que pese a ser nuevas atraen a una gran cantidad de jóvenes, como aquellas relacionadas con tecnologías digitales y computación.No se puede saber ciertamente cómo evolucionará el mundo laboral, tal como indicó Julio César Saldarriaga, coordinador de Virtualidad de la Universidad de Antioquia, pero se pueden identificar tendencias, la más notable actualmente es un aumento en la demanda de profesionales relacionados con nuevas tecnologías.Posiblemente algunas carreras desaparecerán y otras nuevas surgirán e incluso “las tradicionales apuntarán hacia otro lado”, señaló Saldarriaga. Luis Felipe Jaramillo, director del programa Negocios Internacionales de la Universidad de Medellín, indicó que la oferta educativa en las universidades tiene que ir de la mano con las necesidades del mercado laboral, por lo que las tendencias en las carreras que más se estudian cambian con el desarrollo de nuevas tecnologías y las modificaciones en las necesidades del mercado.Las carreras de siempre El experto señaló que las carreras tradicionales como medicina, derecho y arquitectura siguen siendo muy estudiadas, pero eso no siempre se corresponde con el mundo laboral.Por ejemplo, “hay un número demasiado grande formado en ciencias jurídicas, más de lo que necesita el mercado, lo importante es la especialización, hay áreas que no son cubiertas, áreas no tradicionales como derecho económico, tributario o de telecomunicaciones”.En cambio, “en el mercado laboral, medicina se mantiene estable, porque nosotros seguimos apostándole como ciudad al desarrollo del clúster de salud que implica no solamente medicina sino otro tipo de carreras”.El experto apuntó que es necesario que las universidades revisen sus pregrados y los ajusten a las necesidades del momento. También señaló que los estudiantes deben estar bien informados de qué tan apetecidos son en el mercado los egresados de una carrera antes de entrar a estudiarla.Las mejor pagasUn estudio del Observatorio Laboral para la Educación (OLE) de 2017 estableció cuáles eran las carreras con mejores condiciones vinculación laboral en Colombia, es decir, cuánto le pagan a un recién egresado y cuántos de ellos consiguen trabajo al salir de la universidad.Los egresados mejor pagados son los de geología, con una vinculación del 88% y un salario de enganche de $3.327.357; los de medicina son los quemás fácil consiguen empleo, con una vinculación del 94,2% y un salario de $3.017.283.Las carreras que siguen, ordenadas por salario de enganche y que los egresados ganen más de dos millones de pesos, son: ingeniería electromecánica, ingeniería de minas, estadística, ingeniería de telecomunicaciones, química farmacéutica, ingeniería mecánica, ingeniería eléctrica, ingeniería informática, finanzas y comercio internacional, ingeniería electrónica, ingeniería de producción y bacteriología.La virtualidad A los cambios en el mercado laboral, motivados en gran parte por el desarrollo de nuevas tecnologías, se suman la manera como se estudia, cada día son más los estudiantes universitarios que realizan carreras de manera virtual, lo que abre el campo a que más personas estudien carreras de educación superior.Muchas universidades actualmente le están apostando de manera fuerte a carreras totalmente virtuales. El informe La educación superior a distancia y virtual en Colombia: nuevas realidades (2013) precisó que “las TIC resultaron ser un gran aliado para ampliar el acceso a la educación superior incursionando en territorios a los que era impensable llegar, como es el caso de Meta, Guaviare, Caquetá, Magdalena, Córdoba, Sucre, Bolívar, Risaralda y Huila, entre otros”.“Los nuevos modelos de educación superior a distancia que prevalecerán en las próximas décadas estarán basados en las nuevas tecnologías que combinan el conocimiento con las telecomunicaciones”, indica el informe.Esta prevalencia de lo digital en la educación es una tendencia que vino para quedarse, según los expertos. Las nuevas tecnologías de la comunicación no sólo serán el medio por el que se estudia, sino que definirán qué es lo que se estudia.
Tener un título universitario no garantiza una vinculación laboral al terminar la carrera, aunque dependiendo del área de estudio hay más o menos facilidades para vincularse al mundo laboral, un egresado de medicina tiene muchas más oportunidades de conseguir empleo que uno de comunicaciones.Esto se debe, en parte, al número de estudiantes de educación superior, que en los últimos ocho años creció en más de un 40%, según cifras del Ministerio de Educación.Sumado a esto, según Luis Felipe Jaramillo, director del programa Negocios Internacionales de la Universidad de Medellín, los programas de las instituciones de educación superior no siempre se ajustan a las necesidades del mercado laboral.Jaramillo señaló que “las universidades estamos revaluando lo que están demandando las empresas y también nos fijamos en el plan de desarrollo que una ciudad como Medellín se ha impuesto, una ciudad que se está enfocando fuertemente en el tema de formación para servicios”.“Las áreas que tienen tendencia a crecer tienen que ver, sobre todo, con tecnologías de la información y la comunicación, con temas de innovación, temas turísticos y un sector muy nuevo que es el desarrollo de nuevas energías”.Las universidades actualmente buscan dar soluciones a las necesidades impuestas por la globalización y los nuevos mercados, según apuntó el experto.Pero tampoco se puede educar exclusivamente para el mercado, como reclaman algunos académicos, entre ello Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional quien afirma que “lo pertinente es ofrecer muchas opciones, educar bien en lo básico y estimular la imaginación, la discusión, la experimentación y la crítica”.Educación para el trabajo Precisamente una de las necesidades que reclama el mercado en Colombia es mano de obra técnica y tecnológica, allí juega un papel de gran importancia el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena).Y es que 11 de los 16 centros de formación del Sena Antioquia son especializados en algún un sector de la economía, según explicó, Juan Felipe Rendón Ochoa, director regional de Sena: mineroambiental en el Bagre, recursos renovables en el Valle de Aburrá, construcción, industria, comercio y más. Los otros centros son multisectoriales, atienden todos los sectores de la economía, dándole prioridad a las cadenas productivas que se están desarrollando en la subregión.Para garantizar la vinculación de sus egresados, el Sena cuenta con la Agencia Pública de Empleo que trabaja de la mano con las empresas y los estudiantes interesados enpostularse para vacantes laborales.El Sena busca adecuar sus programas a las necesidades del mercado, y en los últimos años el área de tecnología y telecomunicaciones es la que más ha crecido en demanda: desarrollo de aplicaciones con interfaz gráfica, desarrollo de aplicaciones con manejo de archivos de texto y el manejo de excepciones en java manejo de eventos, clases y objetos java, entre otros.Los expertos coinciden en que es imposible sabe cuáles van a ser las necesidades del mercado a largo plazo, pero que los más probable es que aumente la demanda de técnicos, tecnológicos y profesionales en áreas relacionadas con las telecomunicaciones, por lo que es necesario crear nuevos programas y fortalecer los existentes.
Ser estudiante universitario es mucho más que ir todos los días a un salón a recibir clases, es una etapa de varios años y hay que saber aprovechar los beneficios que trae consigo. Tener un carné de estudiante tiene muchas ventajas por fuera de las puertas de la institución educativa.En Medellín el más conocido de estos beneficios es el tiquete estudiantil para buses y el sistema metro, una iniciativa de la administración municipal que reduce el precio del trasporte en aproximadamente 50%.Este año 37.000 personas accedieron al beneficio de la tarifa diferenciada para estudiantes, con la cual el pasaje del metro queda en $1.090 y el de bus a $1.100.Para aplicar a este beneficio, los estudiantes deben residir en viviendas de estrato uno, dos y tres en el Valle de Aburrá y estudiar en una institución educativa de la zona; tener entre 10y hasta 28 años de edad y vivir a más de un kilómetro del lugar de estudio.Fuera del área metropolitana hay empresas de buses que también manejan descuentos para los habitantes de pueblos que se tienen que movilizar a diario a estudiar en Medellín.Existen otros beneficios que no son de uso diario. Muchas entidades hacen descuento a estudiantes universitarios al presentar el carnet. Tal es el caso de los lugares administrados por el Área Metropolitana, como el Parque de las Aguas y de ciertas entidades privadas, principalmente aquellas del ámbito cultural y recreativo.Otra ventaja de los estudiantes entre 19 y 23 años es afiliarse como beneficiarios de seguridad social y cajas de compensación de un afiliado que los tenga a su cargo.También existen beneficios académicos, ya que las bibliotecas de las principales universidades de la ciudad están asociadas para facilitar a los estudiantes de diversas instituciones prestar material bibliográfico.Beneficios internos Cada universidad maneja, desde las oficinas de bienestar universitario, numerosos programas de beneficios para sus estudiantes. Esto cambia en cada institución y también depende de si es una universidad pública o privada.La Universidad de Antioquia, por ejemplo, tiene un programa de alimentación a estudiantes de estratos bajos. Así como muchos programas de acompañamiento para evitar la deserción: psicológico, deportivo, académicos, económico. Los estudiantes estrato uno y dos de esta institución solamente pagan 1.000 pesos de matrícula.Universidades privadas también tienen programas de bienestar, tal es el caso de la universidad de Medellín que devuelve parte de la matrícula a los estudiantes que participan en equipos deportivos representativos a nivel departamental y nacional o en grupos culturales.Así mismo, las universidades hacen convenios con instituciones en otros países para permitir intercambios entre estudiantes, lo que facilita la movilidad internacional.Los beneficios que ofrecen las universidades y entidades públicas y privadas son muchos, sólo hay que conocer bien el programa de bienestar de tu universidad y preguntar por los descuentos estudiantiles al asistir a lugares recreativos o culturales de la ciudad.
Potenciar la investigación en el país, es uno de los objetivos de Diego Fernando Hernández, quien fue designado como director de Colciencias, dio a conocer el presidente electo Iván Duque este fin de semana a través de su cuenta de Twitter.En el mensaje publicado por Duque, el nuevo presidente de Colombia afirmó que la amplia experiencia de Hernández permitirá además el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.Lea:Instrumentación y Control del Poli, acreditado en Alta CalidadDentro de la experiencia de Hernández en el campo educativo, se cuentan los cargos de vicerrector de la Universidad Nacional y decano de la Facultad de Ingeniería en esta institución.El nuevo director de Colciencias es magíster en Administración de Empresas de la Universidad del Valle; magíster en Economía de la Universidad Javeriana.Además, Hernández ostenta el título de master of Science in Finance de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign en los Estados Unidos.
Hasta el miércoles 22 de agosto estarán abiertas las inscripciones para el proceso de admisión de la Universidad de Antioquia para cursar el primer semestre del 2019. Para las víctimas del conflicto armado realizar este proceso no tiene costo, es decir, no tienen que pagar el pin de inscripción para acceder a un cupo en la UdeA, informó la Unidad para las víctimas.Las sedes en las que la población puede inscribirse son en la ciudad de Medellín y en las seccionales regionales de Urabá, Oriente, Bajo Cauca, Suroeste, Occidente, Magdalena Medio, Sonsón, Yarumal, Amalfi y Segovia-Remedios.Además:Instrumentación y Control del Poli, acreditado en Alta CalidadEn 2017, la Universidad de Antioquia y la Unidad para las Víctimas firmaron un Acuerdo de Voluntades que permite dar acceso gratuito a las quienes fueron afectados por la confrontación armada.Para Jorge Mario Alzate Maldonado, director territorial de la Unidad para las Victimas en Antioquia, “el acceso a la educación superior de las víctimas permite que la población que ha sido afectada por el conflicto armado se forme con el objetivo de poder superar lo ocurrido en sus vidas y mejorar su calidad de vida”.Son 127 programas académicos los que se están ofertando para el primer semestre del 2019, de los cuales 72 son presenciales para Medellín y 50 para las subregiones del departamento, además de cinco programas virtuales: Ingeniería Ambiental, Ingeniería Industrial, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería de Telecomunicaciones y Tecnología en Gestión de Insumos Agropecuarios.
El rector del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Libardo Álvarez Lopera, recibió de parte del Ministerio de Educación Nacional, la notificación de Acreditación de Alta Calidad del programa de Ingeniería en Instrumentación y Control que se ofrece actualmente en la sede central en la ciudad de Medellín, informó este martes la Gobernación de Antioquia en un comunicado.Esta acreditación, lograda por primera vez por la Institución Universitaria, es bajo la metodología presencial y fue aprobada a través de la Resolución No. 11946 del 25 de julio de 2018, emitida por el Consejo Nacional de Acreditación.Lea:Residente del CES obtuvo el mejor puntaje del examen de la AUACon este nuevo logro, el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid avanza hacia la Acreditación Institucional, la que espera conseguir en el 2019, año en el que el “Poli” celebra sus 55 años de servicio a la comunidad antioqueña, con la idea de volver a ser reconocida como la Institución Tecnológica más importante del país.
En la actualidad, las empresas están cada vez más vinculadas en los procesos académicos, debido a la necesidad de formar personal idóneo para que trabaje y desarrolle proyectos innovadores dentro de sus organizaciones.La relación universidad- empresa privada ha crecido a lo largo de los últimos años y ha impuesto varios retos a las instituciones de educación superior: reconocer la calidad humana y profesional de sus estudiantes, y apostarle a la innovación como una forma de crear y aplicar el conocimiento.Desde el año 2011, el Ministerio de Educación resalta la importancia de la inversión privada en las universidad, pues puede ayudar a “posicionar la investigación como eje fundamental” no solo de los ambientes académicos, sino también del corporativo.Lea también:Residente del CES obtuvo el mejor puntaje del examen de la AUAEn este aspecto se destaca el trabajo del Comité Universidad- Empresa- Estado (UEE), instancias regionales que facilitan la alianza estratégica entre empresas del sector productivo, universidades, gremios y el gobierno nacional y regional, en pro del trabajo conjunto y del desarrollo de temas de investigación, desarrollo e innovación.John William Branch, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y director del Grupo de Investigaciones y Desarrollo en Inteligencia Artificial- Gidia, resalta que estas alianzas son importantes pues permiten el ingreso de profesionales al mercado laboral y que, además, le apuesten a investigaciones de gran impacto.La empresa privada es la otra cara de laUniversidad- Empresa. Diego Tovar Chinchilla, presidente ejecutivo de Everis Colombia, resalta que este vínculo permite invertir en el talento humano y fortalecer los ecosistemas productivos.“Ya no hay organizaciones que puedan hacerlo todo, necesitamos sumar voluntades y entender que somos un mundo interconectado e interdependiente y que, incluyéndolos a todos dentro de los ecosistemas, agregamos valora las economías productivas”, enfatiza.Everis, que pertenece a la compañía japonesa de comunicaciones NTT Data, es una empresa que desarrolla soluciones de negocio, estrategia, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones tecnológicas. En este sentido, Tovar Chinchillaexplica que, en la actualidad, adelantan una alianza con la Institución Universitaria Salazar y Herrera, en la que vinculan a los estudiantes de carreras deláreade sistemas y la ingeniería industrial al mundo laboral.Se trata del primero modelo educativo dual que, en palabras de Tovar Chinchilla, brinda oportunidades de empleo a los estudiantes de la institución universitaria: “como empresa privada nos volvemos responsables de los créditos que toman los estudiantes, las carreras se acortan porque los estudiantes estudian y trabajan al mismo tiempo, y consiguen experiencia laboral”, explica.A este respecto, el decano de la Escuela de Ingeniería, Jorge Monsalve Jaramillo, resalta que este modelo implementado trajo grandes beneficios a los estudiantes y a la academia, pues combina los espacios de estudio y trabajo: “con este modelo, si un estudiante tiene dificultades en el desarrollo de su trabajo, puede volver inmediatamente a la academia, solucionar sus inquietudes, volver al espacio laboral y ponerlo a prueba”, puntualiza Monsalve.El modelo se ha venido desarrollando con estudiantes de los programas de Tecnología e Ingeniería en Sistemas, Tecnología en Electrónica y Telecomunicaciones, e Ingeniería Insdustrial. John Alexánder Montoya Pino, estudiante de Ingeniería de Sistemas, es uno de los beneficiados con la iniciativa.John Alexánder es un hombre ingenioso: desarrolló un sistema llamado Salomé, que le permite a la Universidad gestionar de manera adecuada los espacios físicos que posee: “me di cuenta que el Salazar y Herrera tenía un problema, y es que en un espacio destinado para 20 estudiantes metían tres. Desarrollé este sistema en seis meses y, cuando lo evaluaron, me ofrecieron una vacante con Everis y en este momento me desempeño como arquitecto de software”, relata.Para John Alexánder, este tipo de proyectos le permiten a los estudiantes desarrollar competencias blandas que les faciliten su desempeño laboral una vez culminen el proceso académico. Así, la sinergia entre la empresa y las instituciones universitarias le da un impulso nuevo al ambiente académico y corporativo: la posibilidad de fortalecer a los universitarios con nuevas experiencias, y de fomentar en la empresa la inversión en el talento humano y en investigaciones de impacto.