Expertos señalan que la vinculación entre las universidades y la empresa privada puede ser positiva, pues invitan a las instituciones de educación superior a apostarle a la innovación y a las oportunidades emprendimiento.
En la actualidad, las empresas están cada vez más vinculadas en los procesos académicos, debido a la necesidad de formar personal idóneo para que trabaje y desarrolle proyectos innovadores dentro de sus organizaciones.
La relación universidad- empresa privada ha crecido a lo largo de los últimos años y ha impuesto varios retos a las instituciones de educación superior: reconocer la calidad humana y profesional de sus estudiantes, y apostarle a la innovación como una forma de crear y aplicar el conocimiento.
Desde el año 2011, el Ministerio de Educación resalta la importancia de la inversión privada en las universidad, pues puede ayudar a “posicionar la investigación como eje fundamental” no solo de los ambientes académicos, sino también del corporativo.
En este aspecto se destaca el trabajo del Comité Universidad- Empresa- Estado (UEE), instancias regionales que facilitan la alianza estratégica entre empresas del sector productivo, universidades, gremios y el gobierno nacional y regional, en pro del trabajo conjunto y del desarrollo de temas de investigación, desarrollo e innovación.
John William Branch, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y director del Grupo de Investigaciones y Desarrollo en Inteligencia Artificial- Gidia, resalta que estas alianzas son importantes pues permiten el ingreso de profesionales al mercado laboral y que, además, le apuesten a investigaciones de gran impacto.
La empresa privada es la otra cara de la Universidad- Empresa. Diego Tovar Chinchilla, presidente ejecutivo de Everis Colombia, resalta que este vínculo permite invertir en el talento humano y fortalecer los ecosistemas productivos.
“Ya no hay organizaciones que puedan hacerlo todo, necesitamos sumar voluntades y entender que somos un mundo interconectado e interdependiente y que, incluyéndolos a todos dentro de los ecosistemas, agregamos valor a las economías productivas”, enfatiza.
Everis, que pertenece a la compañía japonesa de comunicaciones NTT Data, es una empresa que desarrolla soluciones de negocio, estrategia, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones tecnológicas. En este sentido, Tovar Chinchilla explica que, en la actualidad, adelantan una alianza con la Institución Universitaria Salazar y Herrera, en la que vinculan a los estudiantes de carreras del área de sistemas y la ingeniería industrial al mundo laboral.
Se trata del primero modelo educativo dual que, en palabras de Tovar Chinchilla, brinda oportunidades de empleo a los estudiantes de la institución universitaria: “como empresa privada nos volvemos responsables de los créditos que toman los estudiantes, las carreras se acortan porque los estudiantes estudian y trabajan al mismo tiempo, y consiguen experiencia laboral”, explica.
A este respecto, el decano de la Escuela de Ingeniería, Jorge Monsalve Jaramillo, resalta que este modelo implementado trajo grandes beneficios a los estudiantes y a la academia, pues combina los espacios de estudio y trabajo: “con este modelo, si un estudiante tiene dificultades en el desarrollo de su trabajo, puede volver inmediatamente a la academia, solucionar sus inquietudes, volver al espacio laboral y ponerlo a prueba”, puntualiza Monsalve.
El modelo se ha venido desarrollando con estudiantes de los programas de Tecnología e Ingeniería en Sistemas, Tecnología en Electrónica y Telecomunicaciones, e Ingeniería Insdustrial. John Alexánder Montoya Pino, estudiante de Ingeniería de Sistemas, es uno de los beneficiados con la iniciativa.
John Alexánder es un hombre ingenioso: desarrolló un sistema llamado Salomé, que le permite a la Universidad gestionar de manera adecuada los espacios físicos que posee: “me di cuenta que el Salazar y Herrera tenía un problema, y es que en un espacio destinado para 20 estudiantes metían tres. Desarrollé este sistema en seis meses y, cuando lo evaluaron, me ofrecieron una vacante con Everis y en este momento me desempeño como arquitecto de software”, relata.
Para John Alexánder, este tipo de proyectos le permiten a los estudiantes desarrollar competencias blandas que les faciliten su desempeño laboral una vez culminen el proceso académico. Así, la sinergia entre la empresa y las instituciones universitarias le da un impulso nuevo al ambiente académico y corporativo: la posibilidad de fortalecer a los universitarios con nuevas experiencias, y de fomentar en la empresa la inversión en el talento humano y en investigaciones de impacto.