El titular corresponde a una conocida película que en la actualidad es muy aplicable para dos procedimientos o estrategias a seguir: La primera es hacer un balance de la situación actual del país, en general, y la segunda es tratar de formular una planeación futura con el fin establecer los correctivos que se encuentren o determinen ser necesarios.El Gobierno Nacional actual cumple dos años desde su posesión, y entonces es muy conveniente y necesario hacer un balance sobre sus realizaciones.Lea también: ¿Qué será lo que quiere?Ciertamente este tipo de análisis se hizo también cuando se presentó la transición entre el gobierno del expresidente Santos y la llegada del nuevo gobierno del presidente Duque. En general, la comunidad tenía la esperanza de que se corrigieran tantos desaciertos cometidos por el gobierno anterior, pero su desilusión y desencanto comenzó desde las primeras palabras del mandatario nuevo, porque, de entrada, se rehusó hacer un balance sobre la situación como le había dejado el país el expresidente Santos.En general y haciendo consideraciones aparte del ataque viral actual, no se trata tan sólo de un gobierno “tibio y timorato” como ha sido calificado frecuentemente, sino que “no asumió su mandato”. Esto no tiene solamente una clara explicación por las frecuentes vacilaciones del gobierno actual, sino porque, además, ha manifestado una falta de mandato cuando, por ejemplo, sus decisiones se ven declaradas inexequibles por quienes frecuentemente demuestran ser los “primeros mandatarios”.Pero hay mucho más. El solo caso del fracaso de la erradicación de los cultivos ilícitos ha demostrado que quienes realmente están ejerciendo el poder son los grupos narcotraficantes secundados por las cortes. Esto combinado con la actitud de una oposición muy beligerante, herencia también de Santos, se resume con la pregunta que recientemente formuló un diario local: “¿Se abre otra vía de cogobierno mediante la presentación de acciones de tutela, por parte de congresistas de la oposición, para que jueces reviertan medidas del gobierno y, sentencia mediante, ordenen la adopción de las que esos parlamentarios quieren imponer?”. En muy pocas palabras: ¿Quién es el que manda aquí, ah?También es importante considerar la situación debida a las limitaciones y cortapisas que, mediante actuaciones típicas repetidas, le han impuesto las cortes, infiltradas por la oposición y el mamertismo, al líder natural del partido de gobierno.La burla permanente que constituye la JEP desde su propia conformación, es otra demostración de que no se introdujo, como se prometió, ninguna reforma a lo pactado en el espurio acuerdo de La Habana.En general, no se aplica aquello del vaso medio lleno o medio vacío, cuando el vacío es muy grande. ¡El que entendió, entendió!La desorientación que cunde es tal, que muchos analistas ya se preguntan si las contradicciones y vacilaciones del gobierno actual no corresponden a inocencia o ineptitud, sino que, más bien, corresponden a un plan muy bien urdido, desde hace mucho, por parte del comunismo internacional para apoderarse de Colombia. El solo hecho de la gran infiltración dentro de la burocracia oficial enorme que no se ha recortado en lo más mínimo, parece confirmar esta apreciación.Y así por el estilo. Entonces la pregunta obvia es: ¿Qué pasará el día después del 7 de agosto de 2020?Pero, como están las cosas, es conveniente ir pensando en lo que va a pasar el día siguiente del próximo cambio de gobierno. El mamertismo de las nuevas SS (Samperismo y Santismo) se ha mostrado demasiado activo aprovechando todas las facilidades y ventajas que le da el vacilante gobierno actual. Existe la preocupación porque al final resulte una elección entre un candidato menos malo y el más malo o pésimo. Los analistas, que abundan en el país ya plantean, además, un escenario consistente en que en la futura elección se tratará de elegir un sistema de gobierno y no la escogencia entre los programas de unos partidos. Resumiendo: Será la elección entre el sistema capitalista y el comunista. ¡Así de sencillo!A nivel local cabe aplicar el dicho: “Si por allá, (por el gobierno nacional), llueve, por acá no escampa”.Esto se ha visto confirmado por las recientes actuaciones del alcalde Daniel Quintero, a quienes algunos califican como “el enviado” y cabe preguntar ¿Por quién?Bastaría tatar de analizar sus intenciones al solicitar facultades extraordinarias para “reformar” a las EPM. Habría que agregar la soterrada intención de importar “lobos con piel de ovejas” o mejor dicho médicos cubanos para atender la pandemia. “Coincidencialmente” se informa simultáneamente de la posesión del nuevo director del museo “Casa de la memoria”, de la más clara ascendencia de la “Colombia humana” quien de entrada manifiesta: “Hay que reimpulsar la misión de la Casa de la Memoria”.Le puede interesar: Cortando orejasTristemente hay que reconocer, como ya lo han manifestado muchos analistas locales, la infiltración del “petrismo” es clara y se debe en gran parte a una juventud desorientada por un magisterio que ya había sido infiltrado también por el mamertismo cubano, aplicando una de las formas de lucha que lo caracterizan. Diría Marañas: “Nos están velando parados”.La pregunta resumen es ¿Qué quiere Colombia para el día después de mañana?
Una actitud típica del mamertismo santista que ha invadido a Colombia, es que, ejerciendo la oposición practican el dicho: “Miran la paja en el ojo del vecino y no ven la viga en el ojo propio” manifestado en los relatos bíblicos y existe, además, la referencia de que en El Quijote también se cita.Esto sucedió a raíz de la “jugadita” que hizo un expresidente del senado, pero la oposición del mamertismo santista, haciéndole el juego al narcoterrorismo, no han reparado nunca en “La gran jugada” que constituye, a la vez, una “gran viga en el ojo propio”, que protagonizo a través de los años el expresidente Santos.Lea también: Cortando orejasEsto requiere análisis mucho más profundos porque, habría que retroceder en el tiempo para analizar muchas circunstancias. Una actitud típica del expresidente Santos fue la de denunciar los “falsos positivos” para iniciar, muy soterradamente, una gran persecución contra el ejército nacional. No hay que olvidar que el mismo expresidente Santos incurrió en numerosos “falsos positivos”. Bastaría empezar con el malhadado Premio Nóbel de la paz, para seguir con las conversaciones en La Habana que desembocaron en evidentes “falsos positivos” como el “tal” acuerdo, la fundación de la JEP, el estatuto de la oposición, la presencia de asesinos violadores narcotraficantes en el congreso, la infiltración en las cortes y muchos más etcéteras, como las manipulaciones evidentes de procesos electorales. En días muy recientes el expresidente Santos se la ha pasado manifestando que: “se perdió la guerra contra el narcotráfico”. En esto hay que reconocerle al señor expresidente que tiene razón: ¡Claro! Eso pasó cuando el comandante del Estado que luchaba contra el narcotráfico, “el mesmo” presidente Santos, se pasó al bando contrario, con los acuerdos de La Habana, “¡Ahí fue Troya!”.Los movimientos mamertos tienen que evaluar también el paso de sus candidatos por la alcaldía de Bogotá que, ciertamente, constituyen numerosos “falsos positivos”.La gran jugada santista tiene muchos matices y facetas. Por ejemplo: se decía que el expresidente Santos era un avezado, o sea diestro, o ducho, jugador de póker, pero, aparentemente, la comunidad no se había dado cuenta que también lo adornaba dicha característica en el juego de billar. En el juego de billar es bien conocida la jugada en la cual, uno de los contrincantes le deja al rival el posicionamiento de las bolas en forma tal que le impide ejecutar alguna jugada buena. En la administración pública eso fue lo que le dejó el expresidente Santos a su sucesor, puesto que de entrada le dejó, fuera de “la olla raspada”, una colosal burocracia, en donde abundan las consejerías, los altos comisionados y las ineficientes agencias, ocupadas, en gran porcentaje, por elementos santistas, le dejó, además, unas cortes infiltradas por sus seguidores, le dejó un estatuto de oposición y ¿Para qué entrar en detalles relacionados con el “tal” acuerdo de La Habana? Es claro, entonces que al presidente Duque no le dejó ningún espacio de maniobra o de gobernabilidad como dicen ahora, para poder hacer una “buena jugada”.También es preciso hacer memoria sobre el manejo harto dudoso de algunos certámenes electorales que se efectuaron con la participación del expresidente Santos. Esto despierta una duda muy grande en muchos sectores de la opinión consistente en lo siguiente: ¿No se habría aplicado el dicho de que: “el gobierno vota por la noche” para obtener el gran número de votos que obtuvo el candidato Petro, con el fin también de entorpecer el desarrollo del gobierno futuro de Duque? ¡Queda esta otra inquietud!Y claro el “intocable” Petro aprovecha estas ventajas para invitar, o mejor incitar, a la subversión invocando una “tal desobediencia civil”, todo con el fin de entorpecer al gobierno nacional que ha tenido que afrontar continuamente todas las limitaciones que le dejó con su “gran jugada” el gobierno de Santos. Para acabar de ajustar, el gobierno actual se ha manifestado como una autoridad “tibia y timorata” con actuaciones incomprensibles como la de vincular en su administración a personajes de tendencia claramente santista.Le puede interesar: “¿Qué será lo que quiere…?” Otro campo de actividades que se ha desarrollado dentro de la “gran jugada”, es el relacionado con los denominados líderes sociales. Ante todo, es preciso definir cuales son las características y atributos de tales personajes, porque aparentemente se consideran como líderes sociales únicamente a los que forman parte de los cuadros mamertos y santistas. Los que asumen posiciones de liderazgo en la contraparte, parece que no merecen el calificativo de líder social.Ciertamente es muy grande la inseguridad que rodea a estos elementos claves de la sociedad, pero aquí debe considerarse siempre que: “no son todos los que están, ni están todos los que son”. Pero el mamertismo santista, aprovechando su infiltración en muchos de los organismos encargados de la administración de justicia, desató también una persecución contra los líderes sociales de la contraparte. Principalmente a quienes podrían disputar el acceso al alto poder. El caso reciente del gobernador de Antioquia con características muy similares a los casos del exministro Arias, el exgobernador Ramos y el excandidato a la presidencia Zuluaga, parecen demostrar esta triste realidad.¡El que entendió, entendió!
No se trata del galardón que se les da a algunos toreros que, ejerciendo el arte de la tauromaquia, tienen éxito y son destacados otorgándoles las orejas del bruto sacrificado.Se trata el episodio evangélico que relata lo que aconteció en el huerto de los olivos cuando Jesús oraba y se pretendió su detención, ante lo cual el apóstol Pedro esgrimió su espada y le cortó una oreja a un siervo. La “versión callejera” del evangelio dice que Cristo lo reprendió diciendo: “Mira Pedro como estamos, y tu te pones a cortar orejas”. Más generalmente la aplicación popular se expresa con la frase: “En las que estamos y tu cortando orejas”Sin pretender analizar las muchas versiones que hay del episodio, se trata, más bien del sentido que la imaginación popular le da al mismo, al aplicarlo a la circunstancia, que suele ocurrir, cuando se presentan situaciones que ameritan intervenciones y comportamientos colectivos drásticos y urgentes de la comunidad, resultando en la toma de decisiones generales que en su gran mayoría se acatan y se aplican. Pero resulta que, en ocasiones, se presentan individuos o grupos que se apartan de las decisiones y normativas colectivas tomadas, y actúan como verdaderas “ruedas sueltas”.Lea también: Reflexiones de cuarentenaUn ejemplo clásico es el de las familias que fueron muy acaudaladas, cuando la rueda de la fortuna les limita drásticamente los recursos financieros, y, por lo tanto, se ven obligados a tomar la decisión de asumir un comportamiento austero, y acontece que uno de los vástagos se la pasa en fiestas y francachelas. Es entonces cuando los mayores del grupo familiar, al reconvenirlo, le dicen: Mira en “las que estamos y tu cortando orejas”. (o sea dilapidando lo que no se tiene).En resumen, las palabras: “En las que estamos”, se refieren a hechos, o acontecimientos, o circunstancias plenamente vigentes o que se están desarrollando en el momento en que se utilizan, mientras que la otra parte de la frase, o sea: “y tu cortando orejas” se refiere al actuar o accionar de personas o grupos cuyas actuaciones no corresponden a la situación que se está viviendo.Para ilustración basta considerar casos que se están viviendo en la actualidad.Respecto a la cuarentena que ha sido obligada debido a la pandemia viral, que constituye el “En las que estamos”, hay que reconocer que respecto a la actitud que han asumido algunos grupos es aplicable el “tu cortando orejas” cambiando a: “tu atacando a los médicos”, “tu organizando peleas de gallo, partidos de fútbol y bailes” y, además “tu desatendiendo los protocolos de seguridad, higiene, separación social, etc.”. Y a los alcaldes de Bogotá y Medellín les es aplicable un “Y tu autorizando desfiles y marchas” y, a nivel local, llegando a extremos como “Y tu autorizando decorar la Joya de la Corona con la bandera de los “diversos”.Es imperativo agregar al “en las que estamos” pandémico, un “en las que estamos de inseguridad y terrorismo” y en consecuencia a los grupos subversivos se les puede aplicar el “y tu secuestrando niños, volando oleoductos, etc.”. Y claro a los países garantes del “tal” acuerdo de Paz como dizque son Cuba y Venezuela, se les puede aplicar un: “y tu asilando narcoterroristas”.Y hay muchas otras circunstancias en donde cabe la aplicación de la frase, y que además deben ser analizadas por la sociedad. Por ejemplo: Recientemente se informó que prácticamente la disminución, con gran sacrificio y costo, de los cultivos ilícitos de droga fue muy poca y que, aun así, aumentó la producción de drogas. Entonces este informe constituye el “en las que estamos” y entonces al gobierno nacional puede aplicársele el “y tu vacilando para proceder a la fumigación aérea”.Le puede interesar: En el fragor de la batallaFinalmente es claro que “en las que estamos” el mamertismo ignora claramente las circunstancias de emergencia nacional que se están viviendo en la actualidad, y ha seguido actuando dentro de “todas las formas de lucha” atacando a quienes le son contrarios y, además buscando el desprestigio y la desinstitucionalización de las entidades.Han surgido en medio de “en las que estamos” ataques contra la señora vicepresidente y el senador Uribe encabezados por el “intocable” senador Petro. Respecto a la confrontación con el presidente Uribe, hay que recordar que en estos acontecimientos de las “luchas políticas” se aplica aquello de las categorías como en el boxeo. Para mayor claridad, no puede haber un encuentro entre un boxeador de la categoría peso pesado y un contrincante de la categoría peso pluma, y entonces es preciso recomendarle al expresidente Uribe que no debe entrar en confrontación con quienes no están en su categoría. “El que entendió, entendió”.Desgraciadamente, “en las que estamos” también se presentó el malhadado episodio de un grupo de soldados que, según ha trascendido, presuntamente atacaron y violaron a una niña indígena. Esto ha sido aprovechado (¿Cuándo no?) por el mamertismo para desacreditar al ejército. Esperando que la administración de justicia actúe rápida y efectivamente, es necesario plantear la revisión y análisis de una circunstancia que no ha sido analizada como se debiera: Se trata de que los soldados eran bachilleres y de inmediato surge la inquietud por la clase de valores que se están inculcando en la educación secundaria. ¡Queda la inquietud!
El titular corresponde a un estribillo de una canción popular de Wilfrido Vargas titulada El Africano de hace algunos años, que se adapta para aplicarlo a otros sujetos u organizaciones y en la actualidad teniendo en cuenta lo que viene sucediendo en el mundo, sería: ¿Qué será lo que quieren los “mamertos”?Lea también: De la infiltración a la vacunaEs entonces conveniente y para atender la inquietud de algunos lectores, tratar de investigar el origen de la calificación de mamertos que se les da a ciertos grupos.En Colombia, a mediados del siglo 20, surgió un brote del Partido Comunista que parece haber originado el calificativo. Se define en forma muy simplista que “mamerto” es: “persona que es miembro del partido comunista”. Pero también que un mamerto es: “una persona que tiene escasa inteligencia y habilidad” que no parece ser aplicable, puesto que han demostrado ser muy inteligentes y habilidosos para alcanzar sus fines. Lo que sucedió es que a los primeros miembros de la organización se les calificó como “MAMones” siendo un mamón el que “se quita” de un acuerdo, o un principio, o un grupo y para los cuales “no hay ley”. También en forma muy pronta la comunidad se sintió MAMada o sea “estar cansada” de escuchar repetidamente las arengas y estribillos de los comunistas criollos principiantes. Esto parece justificar la primera parte de la palabra.La segunda parte parece estar originada en que entre los nombres de sus dirigentes iniciales aparecían las sílabas “berto”, como en Gilberto, y entonces se compuso la palabra agregando a MAM las letras ERTO resultando el calificativo “Mamerto” tan utilizado en los últimos tiempos.Lo que pasa es que el brote inicial de mamertismo fue mutando, se fue extendiendo, se hizo viral como dicen ahora, y resultó aliándose con grupos internacionales y al final el adjetivo se aplica a los grupos, que, sin Dios y sin ley, lo único que pretenden es acceder al poder recurriendo a “todas las formas de lucha”, a toda clase de alianzas e infiltraciones tanto nacional como internacionalmente.Es así como a dichos grupos se unen las comunidades afrodescendientes, los grupos diversos de género, los ambientalistas, los defensores de los derechos humanos, las autodenominadas víctimas, los narcotraficantes, los autodenominados también como intelectuales, los “revolucionarios de cafetería”, los “hijos de papi”, los “rebeldes sin causa”, los resentidos sociales y muchos más etcéteras como integrantes de los “matices” cambiantes de algunos movimientos políticos tradicionales. Y es claro que, aunque aparentemente tienen una ideología clara, lo único que ambicionan es acceder, como sea, al poder. Y entonces es muy aplicable y válida la inquietud del político Darío Echandía cuando preguntaba: “¿El poder para qué?”.Carecen de principios al formalizar alianzas. Un ejemplo cumbre y clásico es la alianza de los comunistas con los capitalistas en la Segunda Guerra Mundial. Entre todas las formas de lucha esta la infiltración en todos los estamentos del estado como en los organismos encargados de la administración de justicia y han penetrado malignamente en la docencia a todo nivel para desorientar a las nuevas generaciones.Se destacan las persecuciones que desatan sobre los que se oponen a sus designios, y potencialmente puedan alcanzar el poder. Son ejemplos claros de dichas persecuciones, encabezadas por la CSJ, los casos de los excandidatos a la presidencia Ramos y Zuluaga y el exministro Arias, circunstancia que aparentemente se estaría repitiendo en la actualidad. “El que entendió, entendió”.En principio, entonces, son muy bien conocidas las intenciones del mamertismo, lo que se ha visto confirmado recientemente con la explosión de “espontáneas” manifestaciones de índole étnica que buscan la desinstitucionalización de entidades como las encargadas de preservar el orden y, al mismo tiempo, en forma por demás sospechosa por lo “fríamente calculadas”, contribuyen a la propagación del virus. Pero también, cabe aplicar el cuestionamiento, derivado de la canción, a otros entes como la Corte Suprema de Justicia, CSJ, buscando la intencionalidad que hay detrás de sus actuaciones.Como la CSJ se ha caracterizado por un trato calculadamente sesgado contra los dirigentes políticos contrarios al movimiento mamerto, cabe preguntar ¿“Qué será lo que quiere” la CSJ?También se aplica a funcionarios de muy alto nivel como el Fiscal y el Procurador quienes hacen permanentemente gala de un desmesurado protagonismo mediático y vale la pregunta: ¿“Qué será lo que quiere” el señor Fiscal o el señor Procurador? Y así por el estilo: la comunidad puede aplicar la metodología, propuesta en este escrito, a un sinnúmero de actuaciones de personajes y funcionamiento de entidades. Finalmente, un pequeño cambio de tercio para mencionar la nueva ampliación de plazo que, según las EPM, se requiere para que entre en funcionamiento el proyecto Hidroeléctrico de Ituango.Le puede interesar: Las otras pandemiasResulta que se presentó una revisión del plazo que se había informado sin conocer la magnitud real de los daños, porque no se había podido acceder a todas las instalaciones afectadas por la contingencia. No fueron oídas las voces de quienes expresaron su inconformidad y desacuerdo por esa falta de previsión y planeación. También el brote del ataque viral demostró que no se habían tomado todas las medidas necesarias para mitigar los efectos de la pandemia.Si a esta situación se agrega lo que viene sucediendo en la planta PTAR, hay que decir que las EPM, a pesar de ser la “Joya de la corona”, no son como las pintan y que en su funcionamiento “hay mucha tela por cortar”. Y el ente de control para EPM por excelencia, que en este caso sería el Concejo de la ciudad, brilla por su ausencia exceptuando las valerosas denuncias de la concejal Aguinaga.
Debido a la cuarentena impuesta por la pandemia actual, le surgió al autor de esta columna una inquietud relacionada con su propia existencia. En otras palabras, aplicando el lema de un conocido programa de televisión de chismes: “el que no es mencionado en dicho programa es porque no existe” y también si a uno no lo “chuzan” (le interceptan el teléfono), si no lo “vacunan” (lo amenazan) y si no lo perfilan como está de moda, es ¡PORQUE NO EXISTE! Afortunadamente se sigue cumpliendo el lema de Descartes: “Pienso luego existo” y, en consecuencia, van algunos comentarios “pandémicos”.Recientemente al cumplirse 75 años del “final de la Segunda Guerra Mundial, hubo muchas conmemoraciones limitadas por las circunstancias debidas a la pandemia que se ha desatado sobre la humanidad. Se recordaron las “gestas heroicas” de los aliados triunfadores y, al mismo tiempo, se recordaron circunstancias muy nefastas como las actuaciones criminales de algunos grupos que operaron en el interior de los países derrotados. Se destacan las formaciones S.S. de la Alemania nazi.Lea también: Reflexiones de cuarentenaMuy someramente, cabe recordar que unos pequeños grupos de protección personal, Saal-Schutz, en el idioma alemán, se fueron transformando en escuadras de protección Shutzstaffel y al final resultaron grandes organizaciones con un ala militar: Waffen S.S., y otra política Allgemeine S.S. de muy ingrata recordación. No es una nueva circunstancia la aparición de la letra ese (S) repetida para designar personajes o instituciones como por ejemplo S.S. (Su Santidad) el Papa e instituciones como los Seguros Sociales y los Servicios Secretos con actuaciones tan diversas que han merecido toda clase de análisis y críticas.En el País parece haber surgido, durante los últimos años, una organización, conformada por los grupos de partidarios de dos expresidentes, con ejecutorias muy cuestionadas puesto que durante sus mandatos florecieron y prosperaron la impunidad y la corrupción y que, aun así, siguen influenciando en el devenir nacional. Se trata del “Samperismo” y el “Santismo”, originadas en el más rancio abolengo Santafereño, que indudablemente vienen influenciando de manera creciente sobre la conducción del País. Dada la repetición de las iniciales de los apellidos de quienes originaron los movimientos, la imaginación popular se pregunta si: ¿no se trata de una “Nueva S.S.”?El hecho es que: el gobierno actual no ha podido liberarse de la fuerte influencia que tienen los representantes de esas dos facciones que están incrustados en todos los niveles de organización del gobierno. Y no solo del gobierno, sino en muchos de los organismos del sector privado. El reciente episodio del “nombramiento” de un encopetado miembro del “Santismo”, de muy ingrata recordación en Antioquia, como dirigente de una muy importante organización privada, demuestra, como “excepción que confirma la regla”, la influencia de esas presuntas “nuevas S.S”.“Cambiando de tercio” y pasando al nivel local es necesario referirse a las recientes aprobaciones de los Planes de desarrollo.Algunos de los que pretendieron hacer un Análisis (Examen detallado) de los farragosos y extensos documentos propuestos por las administraciones, llegaron a la conclusión que más bien se trató de unos listados de necesidades y/o buenas intenciones más no de verdaderos planes de desarrollo.Le puede interesar: Otras pandemiasLa impresión que ha quedado y haciendo un símil con la planeación del funcionamiento de los hogares, que han tenido que ser utilizados forzosamente por la pandemia actual, es como si se confundiera la Lista para el Mercado con un Plan o una Estrategia para el funcionamiento del hogar. Ciertamente el Listado mencionado es una parte fundamental de un verdadero plan.Para aclarar mejor la inquietud, vale la pena recordar el cuento de un alto exponente de la “nueva clase emergente” (Mafioso, Juanito) quien al “planear” la dotación y surtido para la biblioteca de su nueva residencia elaboró un listado de libros que constaba de dos grupos básicos: libros de pasta dura y libros de pasta blanda y cada grupo con numerosos subgrupos de colores de las pastas (azules, rojos, verdes, negros amarillos, etc.). La única especificación era para cada grupo: tantos metros de tal color. Es decir, dicho personaje lo que tenía era un listado más no un verdadero plan.“El que entendió, entendió”. Como era de esperarse, los “tales planes” fueron aprobados tanto por la Asamblea Departamental como por el Concejo Municipal en forma casi unánime, y, por lo tanto, cabe desear que tal unanimismo no se haya debido a reparticiones de altas dosis de “mermelada”, porque al pretender simultáneamente reformas administrativas, queda la inquietud de que subsiste el clientelismo burocrático propio de la repartición de puestos en épocas en donde debía primar la austeridad.
En los tiempos de la cuarentena obligada para los que llegaron a la “risueña” cuarta edad, más de ochenta años, estos personajes, incluyendo al autor de estas notas, han tenido mucho tiempo para reflexionar sobre lo pasado, lo presente y lo futuro. Se presentan algunas de dichas reflexiones para que, al decir de nuestras matronas: “sean un motivo” de debate y discusión.Han surgido numerosas opiniones sobre el caos que ha traído el ataque viral y por lo tanto es conveniente empezar por tratar de definir: ¿qué se entiende por Caos? Muy simplemente se dice que Caos es: “Confusión y desorden”. También se dice bíblica o mitológicamente que es: “lo primero que existió” y algunos “especialistas”, que no faltan, también dicen que es: “algo completamente indeterminado” que “carece de estructura, de lógica o de criterios” para rematar por definir que Caos es: “falta de orden, desorganización, y desconcierto”.Es claro que en muchos aspectos la pandemia desató en muchos estamentos y comportamientos una especie de Caos porque al decir de Marañas: “Nos cogieron con los pantalones en la mano”.Lea también: Las otras pandemiasComo era de esperarse, los expertos en el desarrollo del Caos, el mamertismo internacional, se han mostrado muy activos y diligentes como se demuestra con la reunión virtual reciente del grupo de Puebla, o Foro de San Pablo que es lo mismo, en donde entre otras figuras destacadas de dicho grupo, aparecen los expresidentes Lula y Samper. “Dios los cría y ellos se juntan”. Es claro que están planificando la intensificación de su accionar.También, a nivel nacional, deben destacarse las últimas acciones de dos senadores: El “poderoso” senador Cepeda ha arreciado en sus ataques contra el Ejército Nacional, buscando claramente el desprestigio de esta institución, y el “ruiseñor de La Habana”, el senador Petro, ya salió a fomentar más la lucha de clases manifestando que los responsables de la pandemia son los oligarcas que viajan en avión. Como hecho destacado debe mencionarse que no le están echando la culpa de la pandemia al expresidente Uribe.Ciertamente lo fundamental es empezar por tomar todas las medidas que garanticen la supervivencia de la especie humana, al “levantar esta enjalma” se han manifestado, desde hace mucho, numerosas “peladuras” como las notables deficiencias en los servicios de salud y el mal trato que se le ha dado también a la comunidad médica. Llama la atención que en la administración anterior los medios calificaban como estrella rutilante al ministro de salud de entonces y la salud “manga por hombro” como se ha manifestado con la pandemia. A propósito: ¿En que paró la situación de las niñas de Carmen de Bolívar?Otra preocupación fundamental, es la de la formación futura de los seres humanos. Se ha manifestado una gran preocupación por el hecho de que en el próximo futuro las aulas van a estar desocupadas y además la educación presencial se verá prácticamente suprimida por un tiempo indefinido, consecuentemente las herramientas virtuales serán utilizadas al máximo lo que, afortunadamente, impedirá el desastre total o Caos. Ciertamente la educación virtual es una gran ayuda, pero se considera que no es la panacea porque aún tiene muchas limitaciones de toda índole, como la falta de capacitación y de difusión en muchos ambientes humanos.Le puede interesar: El aterrizaje forzosoEn la formación de las nuevas promociones ha sido una especial preocupación la relacionada con la educación superior, y entonces es conveniente hacer una reflexión sobre la forma como se estaba impartiendo tal educación en los tiempos prepandémicos. Se trae a colación un episodio:Un distinguido académico de una prestigiosa universidad local manifestó recientemente que una de las enseñanzas que había recibido durante su periplo por la academia, fue: “Un liberal sabe que un problema puede tener más de una solución”. Desprevenidamente esto hay que aceptarlo, y cabe mencionar algunas de las “soluciones típicas” a un problema, a saber: “Nombrar una comisión”, “Contratar un estudio” y final mente “Instalar una Mesa”. El problema está en que ese mismo liberal bajo el matiz de sociólogo politiquero “tiene para cada solución varios problemas”. ¡El Caos! Con estas orientaciones en la academia no es de extrañar que en la formación de los nuevos profesionales está la semilla del Caos, lo que aprovechan muy bien los mamertos revolucionarios.“Si esto pasa con los cedros del Líbano que diremos de los pobres yarumos”.Quizás mucho de los problemas que existen relacionados con la salud y la formación académica, se iniciaron cuando tanto la salud como la educación se volvieron un negocio. “El que entendió, entendió”.
El desarrollo de la problemática que ha implicado el actual ataque viral del Coronavirus, Covis 19, ha hecho que, aparentemente, muchas otras pandemias han pasado a segundo lugar de importancia, aunque son muy letales también, por lo menos dese el punto de vista moral y ético. Es que, parodiando el lema de las EPM, esas otras pandemias “ESTÁN AHÍ”.Ciertamente deben destacarse principalmente estas dos pandemias: Primera: El comunismo, que busca apoderarse de Colombia, en todas sus formas o presentaciones, como diría un vendedor, que incluyen a los siguientes matices: el socialismo del siglo XXI, el castrochavismo, la intelectualidad de algunos auto proclamados como intelectuales, el mamertismo, etc.Segunda: La corrupción, con sus apéndices representados por el clientelismo, la burocracia, el contratismo y la “mermelada”.Lea también:Aterrizaje forzosoEl mamertismo ha arreciado en la aplicación de “todas las formas de lucha” recurriendo a toda clase de trucos e informaciones tendenciosas buscando la pérdida de la institucionalidad poniendo, en primer término, como blanco de este ataque, al Ejército y a la Policía. Específicamente, como ya ha sido costumbre, encabezando las últimas denuncias contra el Ejército, está la revista Semana, con la caja de resonancia que dan los medios de la “gavilla mediática”. En definitiva, el ejército ha estado muy de malas con los ministros de defensa que le han nombrado. ¡El que entendió, entendió!Es claro que los que determinan, en última instancia, la certeza o veracidad de las denuncias, serán los jueces basados en las investigaciones de los medios de control. Lo que sucede es que estos últimos estamentos, Jurídicos, Investigadores e Instructores, han demostrado estar demasiado infiltrados por los mamertos y, además, para acabar de ajustar, cuando las cabezas visibles de los órganos de control andan, aparentemente, en campaña presidencial.También ha sido permanente la campaña de desprestigio en contra del expresidente Uribe, y es claro que su liderazgo, al frente del partido de gobierno, se ha visto diezmado por la actitud de la Corte Suprema de Justicia que también ha demostrado permanentemente su talante politiquero con la clara orientación mamerta, demostrada, repetidamente también, con la persecución a otros líderes políticos contrarios.En esta actividad intensa, desplegada por el mamertismo, debe destacarse la actitud del senador Petro y la comunidad se pregunta entre varias cosas: ¿Es que el senador Petro tiene “patente de corso” para hacer lo que le venga en gana? ¿Será que el mamertismo ya lo considera el futuro presidente y que está en La Habana recibiendo la debida capacitación?Con la pandemia también se ha visto una actitud de ponerle “palos en la rueda” a todas las decisiones que toma el gobierno nacional en su afán de contener el ataque viral. Es muy típica la actitud, populista y soberbia de la alcaldesa de la ciudad de Bogotá. El mamertismo es muy hábil en aprovechar las indecisiones y fragilidades de un gobierno nacional que, eventualmente, ha sido timorato y tardío. Por ejemplo, en los últimos días parece que les abrió un portillo a las “vacas ladronas” del ELN, y se muestra reacio a romper relaciones con La Habana que es fuente, origen y patrocinadora de muchos de los movimientos subversivos.Le puede interesar:En el fragor de la batallaRespecto a la pandemia de la Corrupción, son innumerables los casos que permanentemente son denunciados que demuestran aquello de que: “Hecha la Ley, hecha la trampa”. Específicamente se trata de la Ley 80 con todas sus modificaciones, incisos, conceptos, jurisprudencias y todos los etcéteras.Con la emergencia provocada por la pandemia, aparecieron numerosos contratos (chanchullos “ventiados”) para la adquisición de bienes, que buscaban los enriquecimientos ilícitos de algunos contratistas inescrupulosos, con el agravante de que contribuyen a la diseminación de la pandemia.Como ejemplo de ese nefasto contratismo, se recuerda la denuncia, con el afán de contribuir al desprestigio de la Policía Nacional, del contrato en el año 2012, del proyecto Ciudadela Policial, en San Luis, Tolima, en donde se pactaban plazos ridículos, imposibles de cumplir, para acordar luego innumerables ampliaciones.Apenas ahora, (¿Por qué?) aparecen los hallazgos de la Contraloría.“El viejo truco”, citado por Maxwell Smart, el agente 0086 de la conocida serie de TV, “Get smart” en inglés.
Debido a la actual pandemia desatada por el Coronavirus, la humanidad ha tenido que ejecutar una especie de aterrizaje forzoso, como es usual en el caso de aeronaves que experimentan algún desperfecto grave. En otras palabras, en muchos aspectos se ha presentado una especie de despertar ante la realidad de las limitaciones inherentes a la actividad humana.Dicha realidad comprende hechos aciagos como el siguiente: a pesar de que todos somos iguales ante Dios y las leyes, la triste realidad es que no lo somos desde el punto de vista de la preparación de los estados, y la vulnerabilidad de las defensas individuales debida a la infinidad de limitaciones a que son sometidas.Respecto a la mala preparación de los estados, a nivel nacional, surgen de inmediato el problema del desempleo, la pobreza, el hacinamiento carcelario, el déficit fiscal heredado y así por el estilo. En cuanto a la desigualdad individual al decir de Marañas: “No es sino mirarse al espejo”.Sin pretender dar lecciones sobre los comportamientos de las bacterias y los virus, es preciso reconocer que el accionar de estos entes microscópicos puede ser el de “buenos amigos” cuando se los trata y controla bien y, en caso contrario, pueden ser los “peores enemigos” cuando no se les da “un buen trato” y se desatan sin control.Lea también:En el fragor de la batallaEs innegable su influencia en el devenir de la humanidad. Tal influencia se ha descrito de innumerables formas. Quizás la más popular y accesible al común de las gentes, es el de las novelas de ciencia ficción, como se describe en la conocida obra de ficción “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells, en donde se describe como es precisamente la acción de microrganismos la que salva a la humanidad ante el ataque de invasores extraterrestres aparentemente invencibles. Resumiendo: el comportamiento de estos entes microscópicos cuando se salen de control o son utilizados con fines perversos, suele traer consecuencias graves para la humanidad.En las circunstancias actuales, parodiando la conocida película del “Spaguetti western” (películas de vaqueros italianas) titulada: “El bueno, el malo y el feo”, la actual la contingencia, debida a la pandemia viral, ha traído también, en lo que respecta al comportamiento humano, lo Bueno, lo Malo y lo Feo a la vez. Ciertamente, deben destacarse como MUY BUENO el comportamiento de algunos estamentos de la sociedad como los relacionados con la salud, la seguridad y el abastecimiento. Asimismo, algunas autoridades como el gobierno nacional y a nivel local el departamento y el municipio han tenido un comportamiento BUENO.Paradójicamente ha sido MUY MALO el comportamiento de algunos grupos sociales que no han atendido las medidas impuestas para atender la pandemia. A estos grupos hay que agregar el de los especuladores y acaparadores que buscan hacer su agosto abusando de la situación. MALA también ha sido la acción de algunos medios de control como la Fiscalía y la Contraloría que han dado la sensación de que sus directores ya están actuando en busca de la presidencia de la república. También es MALA la actuación de algunos dirigentes políticos que buscan un desmesurado protagonismo y amarillismo “poniéndole palos en la rueda” a las actuaciones del gobierno, y en este grupo se destaca, como no, el mamertismo criollo fiel a las consignas internacionales bien conocidas.La actuación de algunos entes y/o personajes como la Corte Constitucional y el senador Petro no son solo MALAS, sino que también son FEAS y de muy mal recibo. La última salida del senador Petro, por ejemplo, trae a la memoria la famosa frase del rey de España de entonces: “¿Por qué no te callas?”Le puede interesar:Lo que el viento se llevóCiertamente habrá que aprender a vivir con el virus de la corona y es necesario revisar los planes de desarrollo para tener en cuenta las muchas limitaciones adicionales que vendrán.También habrá que revisar drásticamente la forma como está viviendo gran parte de la población gracias a un urbanismo descontrolado y ambicioso con que se desarrollaron muchos asentamientos populares. Es inconcebible que, a nivel del concejo de la ciudad, surjan ahora manifestaciones, a la manera del levantamiento de la enjalma que revela las peladuras, que la pandemia ha revelado que en algunos asentamientos urbanos están hacinados y sin vías de acceso lo que entre otras cosas dificulta la entrega de auxilios. Esto dicho por concejales de larga trayectoria es definitivamente muy FEO, por lo menos. Algo similar ocurre con muchos otros problemas como el hacinamiento de las cárceles que ahora dizque están descubriendo “gracias a la pandemia”. ¡Que cinismo!
Al escribir esta columna durante la Semana Santa coincidente con la cuarta semana de cuarentena, obligada por la batalla contra el Coronavirus y habiendo cumplido los ochenta años de edad quien esto escribe, es muy conveniente hacer algunas reflexiones relacionadas con la situación, que se vive en la actualidad, relacionada con la lucha contra la pandemia desatada contra la humanidad.Ciertamente, el fragor de la batalla trae a la memoria las palabras de Winston Churchill al referirse a la última batalla global, la Segunda Guerra Mundial, cuando describió las circunstancias que se vivían entonces, con la frase: “Sangre, sudor y lágrimas” (Blood, sweat and tears” en inglés). Como terapia para atender a esta situación, la filosofía cristiana tiene las tres virtudes teologales: “Fe, esperanza y caridad” que bien describen, en pocas palabras, la manera como debe enfrentarse la pandemia.Lea también:Lo que el viento se llevóComo “hay que ser positivos” y por aquello que sabiamente dice el refrán: “No hay que por bien no venga”, hay que reconocer que la pandemia ha ejercido una función de “Igualador” (Recordando la serie de TV: The Equalizer) del ser humano, que algunas veces ha olvidado que: “No eres más porque te alaben, ni menos porque te vituperen. Lo que eres, eso eres”. En efecto, como recordaría el filósofo criollo Marañas: “Aquí no se queda nadie” y además “De aquí no se llevan nada”, siendo claro el significado de la palabra “Aquí” en las frases.En otras palabras, recordando las enseñanzas religiosas que se impartían otrora, se trata de la presencia de uno de los Pecados Capitales: La Soberbia que en la actualidad se combate, con la “colaboración” de la pandemia, con la virtud de la Humildad. El que entendió, entendió.También se ha demostrado, aún a nivel de las naciones: ¿Cual más o cual menos “fue cogido con los pantalones en la mano”? porque surgieron muchas demostraciones de mala prevención o imprevisión y carencia o falta del “arsenal” necesario para emprender la batalla contra el virus.La cuestión de la imprevisión o la mala prevención no es cosa nueva, y existe en todos los niveles, aunque se ha resaltado con la nueva pandemia. Bastaría considerar los innumerables asentamientos urbanos que carecen del suministro de agua potable y del alcantarillado, para no profundizar en los rurales en donde es calamitosa la situación. Son innumerables, por ejemplo, los muertos por causa de enfermedades diarreicas principalmente entre los niños, y así por el estilo. Algo similar ocurre en muchas otras situaciones como la del hacinamiento en las cárceles. Empiezan a aparecer muchas teorías relacionadas con el origen de la pandemia que van desde el desaseo en la práctica normal de la población y la ingestión de alimentos mal preparados hasta lo que algunos han denominado la Tercera Guerra mundial iniciada por un ataque de China al mundo capitalista y ya algunos comentaristas recuerdan a Pearl Harbor. Los analistas lo dirán en su momento, pero no hay que olvidar un dicho gringo que acuñaron cuando surgió el equipo de Basket-Ball llamado el “Dream Team” (El equipo de ensueño): “Don ´t mess with US”, en donde la palabra US tiene los dos significados United States y nosotros en inglés, y quiere decir: “No se metan con nosotros”. “¡Amanecerá y veremos!”. En estas luchas por la supervivencia, relucen los comportamientos heroicos de muchos miembros de la sociedad, como los que componen el cuerpo médico y los guardianes del orden. Paradójicamente también aparecen los aprovechadores que buscan el propio beneficio, como: los especuladores y acaparadores, acompañados por algunos componentes de la “gavilla mediática” que descaradamente andan en busca de la tal pauta publicitaria y ¡cómo no! los burócratas politiqueros que hacen gala de un desmedido protagonismo. Le puede interesar:De la infiltración a la vacunaEn medio de los aislamientos a los que es preciso recurrir en esta lucha, es claro que algunos organismos y entidades, como los fabricantes de alimentos y drogas farmacéuticas, las que garantizan la seguridad y el funcionamiento de las vías, las que prestan los servicios públicos y tantas otras de índole estratégica, tienen que seguir funcionando bien. Es el caso, por ejemplo, de las Empresas Públicas de Medellín, EPM. A pesar de que han pasado casi desapercibidos los cambios en su alta dirigencia, la comunidad se pregunta: “¿Que hay detrás de los cambios en la estructura de EPM?”. Resulta que dichos cambios, aparentemente pasaron “cual rayo de luz” por la Junta de EPM, y a pesar de que en el Concejo de la ciudad se preguntó por su debida justificación, surgió el “eso debe estar bien estudiado y justificado”, con que se suelen omitir los debidos controles.¡Cuidado! A la manera del “Remember El Alamo” de los texanos, hay que decir: “Recuerden a Space”, el colapso de la torre de la unidad residencial, porque allí ocurrió que al son de: “eso debe estar bien calculado y diseñado” bajaron la guardia y ¡pasó lo que pasó!