¡El Caos! Con estas orientaciones en la academia no es de extrañar que en la formación de los nuevos profesionales está la semilla del Caos, lo que aprovechan muy bien los mamertos revolucionarios.
En los tiempos de la cuarentena obligada para los que llegaron a la “risueña” cuarta edad, más de ochenta años, estos personajes, incluyendo al autor de estas notas, han tenido mucho tiempo para reflexionar sobre lo pasado, lo presente y lo futuro. Se presentan algunas de dichas reflexiones para que, al decir de nuestras matronas: “sean un motivo” de debate y discusión.
Han surgido numerosas opiniones sobre el caos que ha traído el ataque viral y por lo tanto es conveniente empezar por tratar de definir: ¿qué se entiende por Caos? Muy simplemente se dice que Caos es: “Confusión y desorden”. También se dice bíblica o mitológicamente que es: “lo primero que existió” y algunos “especialistas”, que no faltan, también dicen que es: “algo completamente indeterminado” que “carece de estructura, de lógica o de criterios” para rematar por definir que Caos es: “falta de orden, desorganización, y desconcierto”.
Es claro que en muchos aspectos la pandemia desató en muchos estamentos y comportamientos una especie de Caos porque al decir de Marañas: “Nos cogieron con los pantalones en la mano”.
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Como era de esperarse, los expertos en el desarrollo del Caos, el mamertismo internacional, se han mostrado muy activos y diligentes como se demuestra con la reunión virtual reciente del grupo de Puebla, o Foro de San Pablo que es lo mismo, en donde entre otras figuras destacadas de dicho grupo, aparecen los expresidentes Lula y Samper. “Dios los cría y ellos se juntan”. Es claro que están planificando la intensificación de su accionar.
También, a nivel nacional, deben destacarse las últimas acciones de dos senadores: El “poderoso” senador Cepeda ha arreciado en sus ataques contra el Ejército Nacional, buscando claramente el desprestigio de esta institución, y el “ruiseñor de La Habana”, el senador Petro, ya salió a fomentar más la lucha de clases manifestando que los responsables de la pandemia son los oligarcas que viajan en avión. Como hecho destacado debe mencionarse que no le están echando la culpa de la pandemia al expresidente Uribe.
Ciertamente lo fundamental es empezar por tomar todas las medidas que garanticen la supervivencia de la especie humana, al “levantar esta enjalma” se han manifestado, desde hace mucho, numerosas “peladuras” como las notables deficiencias en los servicios de salud y el mal trato que se le ha dado también a la comunidad médica. Llama la atención que en la administración anterior los medios calificaban como estrella rutilante al ministro de salud de entonces y la salud “manga por hombro” como se ha manifestado con la pandemia. A propósito: ¿En que paró la situación de las niñas de Carmen de Bolívar?
Otra preocupación fundamental, es la de la formación futura de los seres humanos. Se ha manifestado una gran preocupación por el hecho de que en el próximo futuro las aulas van a estar desocupadas y además la educación presencial se verá prácticamente suprimida por un tiempo indefinido, consecuentemente las herramientas virtuales serán utilizadas al máximo lo que, afortunadamente, impedirá el desastre total o Caos. Ciertamente la educación virtual es una gran ayuda, pero se considera que no es la panacea porque aún tiene muchas limitaciones de toda índole, como la falta de capacitación y de difusión en muchos ambientes humanos.
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En la formación de las nuevas promociones ha sido una especial preocupación la relacionada con la educación superior, y entonces es conveniente hacer una reflexión sobre la forma como se estaba impartiendo tal educación en los tiempos prepandémicos. Se trae a colación un episodio:
Un distinguido académico de una prestigiosa universidad local manifestó recientemente que una de las enseñanzas que había recibido durante su periplo por la academia, fue: “Un liberal sabe que un problema puede tener más de una solución”. Desprevenidamente esto hay que aceptarlo, y cabe mencionar algunas de las “soluciones típicas” a un problema, a saber: “Nombrar una comisión”, “Contratar un estudio” y final mente “Instalar una Mesa”. El problema está en que ese mismo liberal bajo el matiz de sociólogo politiquero “tiene para cada solución varios problemas”. ¡El Caos! Con estas orientaciones en la academia no es de extrañar que en la formación de los nuevos profesionales está la semilla del Caos, lo que aprovechan muy bien los mamertos revolucionarios.
“Si esto pasa con los cedros del Líbano que diremos de los pobres yarumos”.
Quizás mucho de los problemas que existen relacionados con la salud y la formación académica, se iniciaron cuando tanto la salud como la educación se volvieron un negocio. “El que entendió, entendió”.