La secretaría de Gobierno de Medellín ratificó que la normatividad vigente en Colombia permite la celebración de corridas de toros en la ciudad. Sin embargo, es en los requisitos contenidos en el decreto municipal 1199 de 2011, por medio del cual se reglamenta la realización de espectáculos públicos, donde los empresarios que intentaban celebrar la temporada taurina de La Macarena encontraron lo que podría ser el principio del fin de la tauromaquia en la capital antioqueña.Tras hacerse pública la respuesta a un Derecho de Petición enviado a la alcaldía de Medellín por parte del ganadero y empresario Alberto Cediel, la ilusión de los aficionados a las corridas de toros volvió a florecer por cuanto en la misma se ratifican las normas y excepciones que le dieron vía libre a los espectáculos taurinos “en los lugares en donde constituyan tradición', según la sentencia C-666 de 2010 de la Corte Constitucional, que cobija a Medellín y a su plaza de toros.Sin embargo, según le confirmó a EL MUNDO Ricardo Peláez Restrepo, vocero de D’Groupe, operador y accionista mayoritario de La Macarena, lo expuesto en tal documento no constituye ni un permiso ni una autorización, por lo que la cancelación de la temporada taurina sigue vigente.Lea también:Reformas en La Macarena: el nuevo choque de los taurinos con D’GroupeEl empresario Cediel, parte colombiana en el consorcio constituido con la empresa mexicana Casa Toreros para organizar los festejos en Medellín, se preguntó en su cuenta de Facebook si el documento enviado por la alcaldía, con fecha del 25 de enero pasado, era una “forma moderna de lavarse las manos”, puesto que tras la lectura del mismo, “la responsabilidad para que se realice la Temporada Taurina de Medellín hoy recae totalmente en D’Groupe”.En efecto, el Derecho de Petición en cuestión, cuyo número de radicado es el 201910007693, enumera también los requisitos para la celebración de “espectáculos públicos y demás actividades que impliquen la concentración de personas con fines lúdicos, recreativos, deportivos, académicos o de manifestarse públicamente”, entre los cuales sobresale el numeral sexto: “Contrato de arrendamiento del sitio del evento y/o autorización del propietario”.Para Alberto Cediel “este contrato es el mismo que Casa Toreros realizó y el alcalde coaccionó para reversar y posteriormente lo celebró en video” y añade que tanto la Administración como D’Groupe “están de acuerdo para hacer esta jugada, pues nos dan como obligación tener toda la documentación requerida con una antelación de 15 días para la realización del espectáculo”.Le puede interesar:Temporada taurina: crónica de una cancelación con pago anticipadoSegún el anuncio realizado a comienzos de enero, la temporada taurina empezaría el 9 de febrero, fecha que está ya casi por fuera del margen en el supuesto de que D’Groupe decidiera otorgar nuevamente el contrato de arrendamiento.“Parece una jugada orquestada entre los dos socios dueños de la plaza”, reiteró en diálogo con EL MUNDO y reconoció que “el peligro para la actividad taurina es total, porque si bien la alcaldía ‘legalmente’ a través de su secretaría de Gobierno no prohíbe ni niega, pues deja en manos de la empresa privada que se realice el evento, por lo tanto, si no se hace, deja en peligro la continuidad del espectáculo como tradición taurina en La Macarena, pudiendo afectar lo que en la sentencia se proclama y exige”.En el hipotético caso de que D’Groupe cediera a las presiones de los aficionados en redes sociales y devolviera firmado el contrato existente, el empresario señala que se podrían celebrar, incluso, los tres festejos previstos.“Viables son las tres corridas hasta mañana (martes); ya pasado mañana (miércoles) estaríamos fuera de tiempo para la primera corrida y nos quedarían nada más dos corridas; todo depende de cuando envíen estas personas el contrato, todo depende es de eso, porque de resto todo lo tenemos listo para entregar”, finalizó.
El domingo seis de enero, cuando en las cuentas de Whatsapp de los aficionados a los toros en Medellín comenzaron a circular los carteles de la temporada taurina que se iba a celebrar en febrero, el Consorcio Colombia, la empresa que se constituyó para organizar el serial taurino, ya había pagado a D’Groupe, socio mayoritario del centro de espectáculos La Macarena, la totalidad del valor del arriendo para los tres festejos programados.Lo habían hecho a sabiendas de que en el contrato elaborado por las partes había una cláusula que señalaba que no habría reembolso de dinero si por alguna circunstancia la feria, una vez firmado el documento, no llegaba a darse. El problema es que, si bien los organizadores estamparon su firma en el contrato y lo enviaron a D’Groupe, el administrador de La Macarena o no lo firmó o no envió la copia firmada a su contraparte antes de que el miércoles 9 de enero, al finalizar la mañana, el alcalde de Medellín anunciara personalmente en sus redes sociales que no habría temporada taurina en la capital antioqueña.La historia la relató a EL MUNDO el ganadero de El Manzanal, Alberto Cediel, mientras permanecía en el asombro por lo ocurrido. “Es que todavía no lo podemos creer”, dijo sobre sí mismo y sobre sus socios de Casa Toreros, a quienes un vocero de D’Groupe llamó a México entrada la noche del lunes para decirles, de palabra, que desistirían del contrato.Al menos hasta este viernes a mediodía, cuando tuvo lugar la conversación de EL MUNDO con Cediel, no había tenido lugar ninguna otra comunicación entre las partes, ni tampoco se había efectuado la devolución del dinero consignado por parte de los empresarios taurinos a los dueños del centro de espectáculos.Antecedentes de la negociaciónCon el anuncio de la Corporación Plaza de Toros La Macarena, Cormacarena, de que el Hospital Universitario San Vicente de Paúl había vendido su participación accionaria a los inversionistas de D’Groupe y que por tanto se cancelaba la temporada taurina de Medellín para 2019, también quedó claro que cualquier empresario con el músculo económico necesario, podía arrendar el espacio y ofrecer corridas de toros.De hecho, según lo relatado por Alberto Cediel, fueron varios los que se acercaron a preguntar por las condiciones pero finalmente fueron él y los mexicanos de Casa Toreros quienes mostraron las intenciones más firmes.Un primer detalle del poco interés de D’Groupe en que se dieran corridas de toros lo muestra el hecho de que el precio de alquiler por tarde pasó de 18 a 130 millones de pesos. “Nos aumentaron en el mil por ciento el valor”, enfatiza Cediel, pese a lo cual, ya unidos y constituidos como Consorcio Colombia, el ganadero y los mexicanos decidieron seguir adelante, con extrema prudencia y siempre cuidando de “cumplir todas las exigencias que D’Groupe nos planteaba”.Entre tales exigencias estaban, como ya se anotó, la de hacer el pago anticipado de la totalidad del arriendo, la de no hacer pública la celebración de la temporada hasta que dicho dinero fuera abonado y de incluir la cláusula de no reembolso en el contrato.Ahora bien, para poder hacer cualquier anuncio público, el Consorcio Colombia tuvo que hacer otra importante inversión de dinero, entre otros aspectos, para comprar los tiquetes para los toreros y abonarles un adelanto de honorarios como garantía de cumplimiento; para la compra de los encierros a los ganaderos y para la contratación de la logística, que no es pequeña en una corrida de toros.Tras el temor inicial por el riesgo asumido reinó el optimismo, pues a decir de Cediel, “el movimiento entre los abonados y las llamadas a La Tiquetera nos permitieron calcular que tendríamos una asistencia promedio de 6.000 personas por tarde”.Revienta la polémicaLa alegría de los taurinos duró poco. El miércoles finalizando la mañana, mediante un video de 48 segundos, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, anunció que no habría temporada taurina.“Desde Medellín hemos trabajado por el bienestar animal y lo seguiremos haciendo”, comenzó diciendo antes de sentenciar: “No habrá temporada taurina en Medellín”.No habrá temporada taurina en Medellín.Hemos trabajado por el bienestar animal y lo seguiremos haciendo. pic.twitter.com/90tHBfS7c0— Federico Gutiérrez (@FicoGutierrez) 9 de enero de 2019Gutiérrez explicó que “aunque desde la Alcaldía de Medellín somos socios minoritarios de La Macarena, se han sostenido reuniones con los socios y ya el operador ha desistido arrendar el escenario para dicha actividad, lo cual celebro”.Muchos taurinos interpretaron la intervención de Gutiérrez como una prohibición. Pero la secretaría general de la Alcaldía, Verónica de Vivero, le dijo a EL MUNDO que “claramente él anunció que fue el operador el que decidió no arrendar”, cuando se le cuestionó por qué había sido el Alcalde y no D’Groupe quien hiciera el anuncio.Por cierto, EL MUNDO intentó comunicarse con varios de los socios de D’Groupe para confrontar lo expuesto por Cediel, pero ni llamadas telefónicas ni mensajes de Whatsapp fueron respondidos.Y frente a la información entregada por ella a otros medios, en el sentido de que D’Groupe había desistido por no existir un contrato firmado, lo cual, como ya se dijo, fue desmentido por Cediel, la secretaria General dijo tajantemente que “en reunión sostenida con ellos así lo manifestó el operador”.Frente a la tesis de los taurinos de que existe una prohibición, la secretaria Verónica de Vivero señaló que esto no es así puesto que “prohibir es expedir un acto administrativo que impide realizar alguna actividad o expresar la imposibilidad de hacerlo”.Sin embargo, frente a la existencia de un fallo de la Corte Constitucional de febrero de 2015, en el que revisa la sentencia T-296/13, mediante el cual se restituyó la Plaza de Toros de Santamaría de Bogotá para corridas de toros “de acuerdo a lo establecido en la Ley 916 de 2004”, expresó que “conocemos perfectamente la sentencia de la Corte y somos respetuosos de ella y por ello en 2016, 2017 y 2018 se realizó la feria, aun teniendo como Administración la posición de protección y defensa de los animales”.Y enfatizó: “No estamos violando la jurisprudencia ya que en ningún momento nosotros prohibimos la realización de las corridas. La decisión fue del operador”.Cabe anotar que en la misma ley aparece reconocida como plaza de toros de primera categoría La Macarena, por lo que un sector de los aficionados insiste en que ese fallo es aplicable a Medellín, ciudad donde la tradición de ciclos feriales data de 1968, cuando la empresa Tesma inauguró la Feria Taurina de La Candelaria, que en 1992 pasó a ser la Feria Taurina de La Macarena.Finalmente, el ganadero Alberto Cediel reconoció que se están analizando los pasos a seguir en términos judiciales por el incumplimiento del contrato por parte de D’Groupe, pero en su fuero interno está convencido de que tiene más argumentos para que la Procuraduría intervenga en este caso, debido a que la Alcaldía es dueña del 49% de la Plaza, a que el alcalde sostuvo reuniones con D’Groupe previas al desistimiento del contrato y a que D’Groupe recibió el dinero pese a que, según ellos, no hay contrato, “lo que convierte a la Alcaldía automáticamente en captadora de ese dinero”.Algunas reaccionesEnrique Peñalosa, alcalde de BogotáEn Medellín ell dueño mayoritario de la plaza LaMacarena decidió no alquilarla para corridas de toros. Desafortunadamente en Bogotá una orden de la Corte Constitucional nos obliga a alquilar La Santamaría para estos espectáculos que rechaza la mayoría de los ciudadanos— Enrique Peñalosa (@EnriquePenalosa) 10 de enero de 2019“En Medellín el dueño mayoritario de la plaza La Macarena decidió no alquilarla para corridas de toros. Desafortunadamente en Bogotá una orden de la Corte Constitucional nos obliga a alquilar La Santamaría para estos espectáculos que rechaza la mayoría de los ciudadanos”. En su cuenta de Twitter.Felipe Negret, exempresario taurino de Bogotá“La decisión del alcalde Federico Gutiérrez de prohibir las corridas de toros en Medellín, no deja de ser una alcaldada, parece que sigue los pasos de Gustavo Petro: el prohibicionismo, la arbitrariedad y el irrespeto a la ley y la constitución.Viola varias leyes, una, el primer acto oficial del alcalde Gutiérrez cuando tomó posesión fue respetar la ley y hacerla cumplir y está incumpliendo la ley 916 de 2004, segundo el deber de todo funcionario público de ser imparcial frente a las leyes, de tal manera que lo que ha hecho es violentar la ley y las sentencias de la corte constitucional”.
La Cámara de Representantes aprobó el pasado miércoles, en segundo de cuatro debates, un proyecto de ley que prohíbe la realización de corridas de toros, las peleas de gallos, las corralejas y el coleo.“Es un hito en la historia de la protección animal en nuestro país”, dijo el parlamentario Mauricio Salazar, uno de los defensores de la iniciativa.Por su lado, el también parlamentario Guillermo García Realpe, celebró la decisión y dijo que esperaba que el proyecto no tenga problemas para avanzar en el Senado.“Era un reclamo general de una sociedad sensible con los animales, pero también un imperativo determinado por sentencia de la Corte Constitucional”, explicó.Ahora el proyecto pasa a sus dos debates finales en el Senado, primero en la Comisión Séptima y luego irá a la plenaria de la misma corporación.Lea:Activistas protestaron contra las corridas de toros en MedellínEl año pasado, cuando los toros regresaron a la Santamaría en Bogotá tras cinco años de ausencia, hubo 34 heridos en las protestas de grupos antitaurinos en los alrededores de la plaza.La Santamaría cerró en junio de 2012 por orden del entonces alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, quien dijo que ese escenario debía usarse para “actividades de vida y no de muerte”.Sin embargo, en septiembre de 2014 la Corte Constitucional ordenó el regreso de las corridas de toros a la Santamaría al fallar en favor de la Corporación Taurina de Bogotá una acción de tutela (recurso de amparo) presentada contra la decisión de Petro, ahora candidato a la presidencia.
La gala de premiación de los triunfadores de la temporada taurina de 2017 fue la noche del jueves la antesala al último festejo de la Feria de La Macarena 2018, que tendrá lugar este sábado, con la presencia del triunfador absoluto del año anterior, el torero español Enrique Ponce.El diestro de Valencia recogió tres trofeos, EL MUNDO DE ORO, otorgado por este medio; la Página de Plata del diario El Colombiano y el trofeo de los abonados, otorgado por Cormacarena mediante votación de los asistentes a la feria, quienes el año anterior entregaron el 62% de los votos a Ponce, una de las votaciones más altas desde que se entrega este trofeo.El jurado de EL MUNDO, integrado por Margarita Ángel Bernal, Jaime Giraldo García, Javier Darío Ramírez Arango, Luis Alberto Sanín y Javier Restrepo González, indicó en el Acta que se otorgaba el trofeo “por unanimidad” por la lidia al toro “Silvidito” #10 de 472 kilos, de la ganadería Ernesto Gutiérrez, lidiado en el segundo turno del festejo celebrado el 28 de enero de 2017.Vale anotar que Enrique Ponce ya había ganado este trofeo, en 1997.De otro lado, esta casa editorial entregó el trofeo MUNDO DE ORO al Mejor Toro al ejemplar número 20 de nombre “Cautivo” con 456 kilos de peso, de la ganadería Achury Viejo, lidiado en el cuarto turno de la tercera corrida, celebrada el sábado 11 de febrero de 2017, por el matador de toros francés Sebastián Castella. Esta decisión se tomó por mayoría.La gala de premiación, celebrada en el restaurante San Carbón, premió también a Juan Carlos Gómez, director ejecutivo de Cormanizales, con el galardón Taurino del Año, que concede el periódico especializado El Enano, dirigido por Lubín Alzate.En el festejo final de la Feria de La Macarena, este sábado, alternarán Enrique Ponce y El Juli con el colombiano Juan de Castilla, ante toros de Ernesto Gutiérrez.Historia de EL MUNDO DE OROEntre 1982 y 1989 se entregaron “EL MUNDO DE ORO” y “EL MUNDO DE PLATA” así:1982: Alberto Meza Mendoza y Jairo Antonio Castro1983: Pepe Cáceres (q.e.p.d.) y Jairo Antonio Castro1984: José Cubero “Yiyo” (q.e.p.d.) y Jaime González “El Puno”1985: Julio Robles y Víctor Méndez1986: Pepe Cáceres (q.e.p.d.) y José Ortega Cano1987: Jairo Antonio Castro y José Ortega Cano1988: Víctor Méndez y Jairo Antonio Castro1989: Juan Mora y José Nelo “Morenito de Maracay”En 1990 se entregó un único trofeo a Roberto DomínguezEn 1991 no se adjudicó trofeo alguno, debido al atentado terrorista que tuvo lugar en la Plaza de Toros La MacarenaEn 1992 se entregó EL MUNDO DE ORO a la Mejor Faena y al Mejor Encierro: César Rincón y La CarolinaDesde 1993 y hasta la fecha se entrega EL MUNDO DE ORO a la Mejor Faena y al Mejor Toro, así:1993: César Rincón y “Corsario” #185 de La Carolina.1994: José Mari Manzanares y “Cazador” #107 de Ernesto Gutiérrez Arango.1995: César Rincón y se declaró desierto el Mejor Toro.1996: José Gómez “Dinastía” y “Triunfador” #259 de La Carolina.1997: Enrique Ponce y “Alburejo” #46 indultado de Zalduendo.1998: César Rincón y “Jacarito” #111 de Juan Pedro Domecq.1999: Manuel Caballero y “Mojigato” #12 de Alcurrucén.2000: Paquito Perlaza y “Herrerito” #59 de Garzón Hermanos2001: Mejor Faena desierta y “Baroncito” #34 de Ernesto González Caicedo.2002: Manuel Caballero y “Dichoso” #733 de Las Ventas del Espíritu Santo.2003: Mejor Faena desierta y “Bulerio” #477 de La Carolina.2004: Manuel Caballero y “Copero” #502 de La Carolina.2005: César Rincón y “Buena Vida” #110 de Las Ventas del Espíritu Santo.2006: Julián López “El Juli” y “Peseto” #58 de La Carolina.2007: César Jiménez y “Jinete” #540 de Santa Bárbara.2008: Sebastián Castella y “Quitasol” #565 de Santa Bárbara.2009: Morante de la Puebla y “Corso” #572 de Santa Bárbara.2010: Sebastián Castella y “Soberano” #43 de Vistahermosa.2011: Manuel Jesús “El Cid” y “Talabartero” #94 de Ernesto Gutiérrez2012: Luis Bolívar y “Pocholo” #99 de El Encenillo.2013: Sebastián Castella y “Quitasol” #666 de Santa Bárbara.2014: Mejor faena desierta y “Quitaluna”#715 de Santa Bárbara.2015: Miguel Ángel Perera y “Carmelo” #367 de La Carolina.2016: Mejor faena desierta y “Cantaclaro” #700 de Santa Bárbara.2017: Enrique Ponce y “Cautivo” #20 de Achury Viejo.
Una montaña de activistas con sus cuerpos semidesnudos, 'ensangrentados' y con banderillas realizaron este domingoun acto en Medellín para rechazar las corridas de toros y pedir una ley que prohíba estos 'espectáculos de muerte' en Colombia.La representación contra la tauromaquia, realizadapor AnimaNaturalis bajo el lema 'En la piel del toro', recreó una versión del banderilleado en la popular Plaza Botero, donde están 23 esculturas del pintor y escultor Fernando Botero.'Simulamos el segundo tercio de una corrida de toros para enviarle un mensaje a toda la sociedad. No queremos espectáculos crueles con animales y fomentar más la violencia', dijo Edisson Duque, coordinador de AnimaNaturalis en Medellín.Lea también:Corte Constitucional anula consulta antitaurina propuesta en BogotáTendidos en el suelo, alrededor de 200 hombres y mujeres, que vestían únicamente un calzón negro, fueron rociados con tinta roja.En sus espaldas fueron acondicionadas banderillas con los colores de la bandera colombiana, para enfatizar en que el país 'no quiere que se haga un espectáculo de la muerte'.Duque explicó que este tipo de movilización permite que los espectadores reflexionen sobre si están o no a favor de 'desestimular la violencia hacia los animales'.Los animalistas, además rechazar la temporada taurina en Medellín, que el próximo sábado cerrará con una corrida que reúne a los españoles Enrique Ponce y Julián López 'El Juli', exigieron la prohibición de las corridas de toros.Lo últimoLa Corte Constitucional de Colombia anuló el miércoles una sentencia que obligaba al alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, a hacer una consulta popular para definir la continuidad de las corridas de toros en la capital colombiana.Fuentes del alto tribunal dijeron que la determinación se tomó en sala plena, en donde se determinó que es el Congreso de Colombia y no una autoridad local quien debe tomar esa decisión.'Invitamos de una manera contundente al Congreso a que regule a favor de los animales y no apoye ese tipo de crueldad', enunció el activista.Duque precisó que están preparando otrotipo de actividades, una de ellas en Bogotá, pues mantiene la 'esperanza' en que finalmente se legisle para proteger a los animales utilizados en eventos taurinos.
Andrés de los Ríos volvió a ser noticia en la Feria de Manizales. Pero esta vez para dar cuenta de su muerte, con apenas 35 años de edad y en circunstancias que son materia de investigación por parte de las autoridades, que encontraron el cuerpo sin vida en su residencia del barrio La Francia, al occidente de la capital de Caldas.El hecho se produjo apocos días del aniversario de la apoteósica corrida en la que Andrés de los Ríos tomó la alternativa como matador de toros, la mañana del jueves 5 de enero de 2006. Entonces sí que fue noticia en plena Feria, pues mientras él salía a hombros y en olor de multitudes de un festejo atípico por la hora en que se celebró, dos consagradas figuras, César Rincón y “El Cid” lo miraban y lo aplaudían.Lea también:El arte brotó ‘De los Ríos’El joven torero manizalita se llevó a la tumba su sentir sobre lo que vino después de ese día en su carrera que, como la de casi todos los toreros colombianos, se convirtió en una búsqueda incesante de unas oportunidades cada vez más esquivas. Búsqueda en la que las frustraciones se acumulan. Es larga la lista de quienes, cansados, han optado por el retiro. Pero más larga aún la de quienes luchan incansablemente, aupados por una mezcla de pasión, afición y necesidad material y espiritual.El dolor de muchos de los aficionados a la fiesta brava se acrecienta al recorrer la trayectoria del diestro y recordar que, a comienzos del nuevo milenio, era él justamente el llamado a tomar el relevo de César Rincón. Luego de iniciar su formación en la Escuela de Tauromaquia de Cali, De los Ríos viajó a la Escuela de Madrid donde no tardó en hacerse notar por sus finas maneras.La primera noticia que se tuvo de él en Medellín fue el 3 de febrero de 2002, cuando en la novillada de la Feria de La Macarena, cortó cuatro orejas y salió a hombros al lado de sus dos alternantes, Francisco Aures y Juan Pablo Pérez.Aquella tarde, en la que se lidiaron reses de Rocha Hermanos, algunos en el tendido hablaban de la “reencarnación” de “El Viti”, de un nuevo Paco Ojeda o de un nuevo “Joselito”.Esos buenos oficios le abrieron las puertas de Las Ventas de Madrid, donde actuó como novillero el 20 de junio de 2004.Tales comparaciones y otras más se volvieron a escuchar la mañana de su alternativa, en la que un Andrés de los Ríos con sobredosis de ansiedad y nervio, pues la corrida de su doctorado había sido aplazada la tarde anterior por fuerte lluvia, dejó en el callejón sus temores y ante el toro “Fraile”, de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, expuso otra vez la pureza de su qué hacer, dibujando sobre la arena grisácea de una plaza Monumental abarrotada, toda su inspiración.Lo que vino después, sin embargo, fue el vacío. Andrés de los Ríos entró en el círculo vicioso de torear poco, no triunfar y no ser contratado. Primero tuvo algunas corridas en México y las principales ferias de Colombia, pero después hasta eso se vino a menos: el resultado lógico de no ejercer es perder la forma, el “sitio” como se dice en el argot y quién sabe si hasta la “ilusión”, esa palabra tan de los toreros que retrata muy bien lo que es la vida de estos profesionales: la ilusión de triunfar, la ilusión de figurar, la ilusión de un buen toro.En 2017, para refrendar el bache en el que había caído su carrera, Andrés de los Ríos actúo en el ciclo Toros y Ciudad, el 15 octubre en busca de un lugar en la presente Feria de Manizales, que no se dio. Y el 12 de noviembre de 2017 en la plaza de Cañaveralejo, en la Feria de Toros para Todos, que hace parte de la preferia de Cali, se vistió por última vez de torero.Sin cupo en las ferias grandes, tal vez no quería ver más los toros desde la barrera.
Colombia abrirá este martesla tradicional temporada taurina de fin de año, que incluye festejos en cuatro plazas, en medio del debate público sobre esta actividad y contra la corriente de iniciativas en el Congreso de la República que pretenden prohibirla.Pero más allá de ese debate, es un hecho que el país tendrá hasta mediados de febrero de 2018 ruedos de primera categoría en Cali, Manizales, Bogotá y Medellín, con las principales figuras del toreo como atracción.La Feria de Cali, que cumple 60 años de actividad ininterrumpida, será a partir de este martesla primera de la temporada.Los españoles Enrique Ponce, El Juli, José Mari Manzanares, Alberto López Simón y Miguel Ángel Perera; el francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey, entre otros, encabezan la nómina de extranjeros en las plazas nacionales.Entre los colombianos destaca el matador Luis Bolívar, el más representativo del país en el exterior.No se quedan atrás las ganaderías criollas, hechas a usanza de las españolas, edificadas en áreas rurales que van desde los Andes hasta las planicies del sur y el oeste del país.La variedad de encastes y el celo para cuidar de las camadas que se levantan en el campo hacen de los criadores un gremio exótico para los demás y dispuesto a no renunciar a la crianza de una familia bovina que se juega mucho de su futuro en estos días, tanto en las arenas como en tribunales y espacios de discusión.Serán poco más de treinta tardes, si se suman las que se dan en provincia en esta época. Ese número de festejos, demasiado para los antitaurinos, tiene otra interpretación del lado de quienes gustan de la fiesta brava.Lea también:Feria de La Macarena 2018 tendrá cuatro festejosY es que para estos últimos, el solo hecho de que la lidia de toros bravos sobreviva es ya una conquista, digna de reconocimiento, por un lado, y estímulo para perseverar en su defensa.Así lo dice Felipe Negret, gerente de la corporación que administra la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá, inaugurada en 1931 y patrimonio nacional.Líder y portavoz de la defensa del ejercicio taurino en el país, Negret ganó hace unos años el pleito en los tribunales al exalcalde bogotano Gustavo Petro, quien había clausurado el coso capitalino en 2012.Negret dice que lo suyo, antes que defender una causa taurina, 'es ponerse del lado de las libertades en el seno de una democracia'.Por eso, el empresario y abogado llama a los taurinos a 'salir del armario' y a poner la cara en defensa de la tauromaquia.Lomismo propone el torero Luis Bolívar, quien le da a esta temporada el carácter de respuesta contundente a quienes llaman a la prohibición.'Aquellos que posan de dueños de la moral para condenarnos olvidan que la Constitución avala esta expresión cultural, más allá de que el tema de los toros guste o no', dijo.En la misma línea se sitúa el periodista especializado David Jaramillo, nacido en Colombia pero residente en Madrid, al expresar su visión de la tauromaquia en el país.'Una cultura, entre muchas otras cosas, respetuosa con el medioambiente, que sirve además como motor económico y atractivo turístico es ahora bandera de la lucha por las libertades, porque una minoría no puede -ni debe- ser aplastada por otra minoría que se autoproclama moralmente superior', afirma.El Gobiernopresentó en mayo pasado un proyecto de ley que pretende acabar con las corridas de toros, calificadas como 'expresiones de crueldad y violencia', en sintonía con iniciativas similares de asociaciones de animalistas.Pero mientras se define su futuro, está claro que el toro saldrá al ruedo en Colombia y miles de personas se apostarán en los tendidos de las plazas más reconocidas de las grandes ciudades como se hizo casi sin pausa durante buena parte del último siglo.
Cuatro festejos, uno de ellos mixto, confirman el programa de la Feria Taurina de La Macarena que se realizará entre el 27 de enero y el 17 de febrero de 2018, según confirmó el responsable del serial antioqueño, Santiago Tobón Echeverri.Destaca en el programa la presencia de las mayores figuras del momento en la tauromaquia mundial, como son Enrique Ponce, Julián López “El Juli”, el francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey, así como una de las mayores revelaciones de la recién terminada temporada europea, el venezolano Jesús Enrique Colombo, quien debe llegar a Medellín convertido en matador de toros, paso que debió posponer tras una fuerte cornada sufrida en Valencia (España) el 9 de octubre, dos días antes de su anunciada alternativa en Zaragoza (España). El doctorado quedó pospuesto para este 26 de noviembre, en la plaza de Acho, en Lima.Otro extranjero en plaza será el francés Juan Bautista Jalabert, mientras que entre los nacionales sobresale la presencia de los dos antioqueños que han puesto el listón más alto en las dos últimas temporadas, Juan de Castilla y Luis Miguel Castrillón. Junto a ellos están anunciados el también antioqueño Sebastián Ritter, el veterano Pepe Manrique, el vallecaucano Guerrita Chico, el bogotano Moreno Muñoz y David Martínez, un caleño que será novedad en la plaza antioqueña.La combinación de toreros y ganaderías es la siguiente:Enero 27, primera corridaToros de Juan Bernardo Caicedo para Sebastián Castella, Sebastián Ritter y Andrés Roca Rey.Febrero 3, corrida mixtaToros de El Manzanal para Pepe Manrique, Guerrita Chico, Moreno Muñoz, David Martínez y dos novilleros colombianos a escoger después de las ferias de Cali y Manizales.Febrero 10, tercera corridaToros de Santa Bárbara para Juan Bautista Jalabert, Luis Miguel Castrillón y Jesús Enrique Colombo.Febrero 17, cuarta corridaToros de Ernesto Gutiérrez para Enrique Ponce, Julián López “El Juli” y Juan de Castilla.Cormacarena, empresa administradora del Centro de Espectáculos La Macarena, anunciará en los próximos días nuevos planes de precios para la boletería, entre tanto sigue abierta la venta de abonos, entre ellos el abono juvenil, que ofrece un descuento del 50% para los jóvenes aficionados.
Un grupo de animalistas procedentes de diferentes ciudades de Colombia se reunió este domingoen la Plaza de Toros La Santamaría para exigir la consulta antitaurina en Bogotá. Los defensores marcharon por décima vez desde La Santamaría hasta la Plaza de Bolívar para exigir la protección de los derechos de los animales.Una de las principales solicitudes que hicieron los asistentes a la marcha fue la realización de la consulta taurina en la capital. El pasado 8 de agosto la Alcaldía de Bogotá anunció la suspensión de la consulta antitaurina, que debía hacerse el 13 del mismo mes, por falta de recursos y hasta que no se defina quién debe encargarse de su financiación.Lea también:Corteratifica el 13 de agosto para consulta antitaurina de BogotáLa consulta fue aprobada durante la Administración de Gustavo Petro, quien incluso cerró La Santamaría, reabierta este año por una decisión judicial.Para la consulta están habilitados 5.648.390 electores y será necesario un mínimo de 1,8 millones de votos para que supere el umbral de aprobación.