La Asociación Colombiana de Actores (ACA), el principal sindicato del sector en el país, indicó que no participará en la decimosexta edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (Fitb), que se celebrará del 16 de marzo al 1 de abril de 2018.'La comunidad teatral no encontró respuestas satisfactorias a sus inquietudes y reconoce no estar alineada con los principios actuales del Fitb, cuyo objetivo fundamental es el lucro y el rescate financiero del festival', indicó ACA por medio de un comunicado firmado por cerca de 150 grupos teatrales y actores.Asimismo, expresaron su inconformidad con 'los mecanismos que hasta el momento han definido el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) y el Ministerio de Cultura para apoyar el festival' que, indicaron, está 'sumido en una profunda crisis por la gestión de la junta directiva'.El director de la compañía La Maldita Vanidad, Jorge Hugo Marín, uno de los firmantes, destacó que en las últimas ediciones del festival el teatro colombiano ha enriquecido la programación del evento pero, alertó, cada vez cuentan con menos derechos y privilegios.En ese sentido, detalló que para la decimosexta edición encontraron una menor participación de grupos colombianos, no hay unos 'parámetros claros' de curaduría que permitan establecer por qué se escogen determinados grupos y no cuentan con el mismo acceso a boletería y actividades académicas del festival, entre otros.El comunicado de la ACA menciona además 'la falta de claridad por parte de la nueva administración del Fitb acerca de la manera como ejecutarán el presupuesto entregado por el Ministerio de Cultura'.Le puede interesar:Senado aprobó en segundo debate la Ley del ActorEl Ministerio de Cultura indicó en una carta que 'la Corporación Festival Iberoamericano de Teatro no participó en el Programa Nacional de Concertación' con el cual entidades culturales y artísticas del país acceden a recursos de esa cartera.Por esa razón, la cartera de Cultura e Idartes propusieron una fórmula financiera para esta edición, que contemplaba que la administración la asumiera la Fundación Julio Mario Santodomingo y la dirección estuviera a cargo de Ramiro Osorio, uno de los creadores del evento junto a la fallecida Fanny Mickey.Sin embargo, 'la junta del Festival decidió entregar la operación del Iberoamericano a la entidad de carácter privado con ánimo de lucro Tu Boleta, que es hoy la gestora del proyecto' y no está facultada legalmente para recibir recursos directos del Ministerio.Ante esta situación la solución que se encontró, según la cartera de Cultura, fue que el Teatro Colón destinara recursos para la programación del Festival, por lo que se realizarán tres obras en el recinto cuyo montaje suma '500 millones de pesos (unos 166.829 dólares) que serán asumidos con recursos del orden nacional'.Además, se cuenta 'con otros 500 millones de pesos que en un principio estarían destinados a la programación de teatro de calle y para la cual la organización del Iberoamericano ha entregado dos propuestas', agregó la entidad.A pesar de los puntos en conflicto entre el Festival y la ACA, el sindicato afirmó que está dispuesto a dialogar para solucionar el estado actual de la situación y 'lograr que el teatro colombiano tenga el lugar que se merece'.
Cuando el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo abrió sus puertas en 2010, Bogotá era una ciudad que comenzaba su gran eclosión cultural, desde entonces los gestores del centro han contribuido a esa explosión construyendo un público afín al teatro, la ópera o la danza y con un heterogéneo programa.'El gran desafío es formar públicos y hacer que el público que ya tiene el interés por las manifestaciones artísticas se vuelva más complejo, más demandante, más abierto para los nuevos lenguajes. Esos son los retos de la casa', comentó el director del Teatro, Ramiro Osorio.En este sentido, comentó que en un país como Colombia, con diferencias sociales tan grandes, 'el gran reto es hacer posible que el mayor número de ciudadanos venga a instituciones como esta'.Para ello cuentan, entre otros elementos, con una escuela de formación de públicos, en la que invitan a gente que no puede permitirse una entrada y por la que el año pasado pasaron unas 20.000 personas, programas con escuelas y la transmisión en vivo por internet, una de sus grandes apuestas, denominada Teatro digital, una entrada para todos.'Es el más importante de todos los que hacemos (...) lo que nosotros queremos es multiplicar la posibilidad de que la gente tenga acceso a los espectáculos que presentamos en este teatro', aseveró Osorio.En promedio hacen entre 10 y 12 transmisiones al año 'con una calidad extraordinaria', que es lo que Osorio considera que le da sentido ya que cree que el de la cultura 'es un mundo donde esos espacios se ganan solo si de verdad lo que se emite tiene muchísima calidad'.Por ello, la temporada pasada consiguieron que unas 50.000 personas asistieran al 'Teatro digital', si bien cree que irá creciendo a medida que van teniendo más oportunidades.En este sentido comentó que para este año esperan crecer alrededor de un 20 % en la asistencia virtual a las obras del teatro.'Nosotros nos proponemos en este teatro un diálogo entre lo mejor de la cultura del mundo con lo más sobresaliente de la cultura de Colombia. Aquí caben 1.300 personas en una sala y hasta 320 en otra sala, en esa medida queremos multiplicar esos espectadores que puedan tener acceso a estas manifestaciones de excelencia que es lo que caracteriza a esta casa', subrayó Osorio.Sin embargo y debido a cuestiones de derechos, la emisión solo se hace en una única ocasión. Osorio, que tiene una larga trayectoria en la gestión cultural y que fue ministro de Cultura de Colombia en los años 90, comentó que uno de sus grandes retos 'fue construir un público para la danza'.'Es uno de los sectores que tiene mayores problema de desarrollo en la danza, especialmente del ballet', aseguró.Para este 2017, la programación del Teatro Mayor incluye un total de 76 artistas o grupos de música, danza y teatro de distintas partes del mundo, entre ellos conciertos clásicos dedicados a la Rusia Romántica y espectáculos de la cultura francesa.En su mezcla también tiene espacio la música popular colombiana, por ello este sábado será el folclórico Cholo Valderrama el que tome un escenario para el que ha colgado el cartel de 'todo vendido'.'Tenemos una gran propuesta para nuevos públicos de rock o jazz, una programación que se llama 'músicas del mundo' y es interesante porque las condiciones de la sala son tan buenas que les permite hacer conciertos acústicos con la mejor calidad', subrayó.De todos estos años al frente del teatro recuerda con particular afecto la 'Salomé', de Richard Strauss que dirigió el español Josep Caballé Domenech.Esa pieza sabía que sería 'una ópera difícil y que ya tenía su dosis de escándalo en sí mismo', pero además se sumaba un cambio en el final que 'para los críticos era un sacrilegio'.Para esta temporada espera con entusiasmo el III Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá, que organizan cada dos años y que considera 'un privilegio'.'El hecho de poder hacer 50 conciertos y cuatro funciones de ballet en tres días y medio en 17 escenarios de 10 localidades de Bogotá, para mí es un regalo fantástico. Poder darle a la ciudad esa posibilidad, no tengo palabras para agradecer', aseguró.
Al hablar de sus inicios, Julieth Restrepo lo hace con agradecimiento. En su etapa de formación, la actriz colombiana (recordada por su papel protagónico en la novela Laura, la santa colombiana, así como por su rol en Leidy, la vendedora de rosas y en la película Al final del espectro) pasó por la escuela formativa del Teatro Popular de Medellín, la cual reconoce que tuvo importancia en su preparación actoral. “Me siento muy orgullosa de hacer parte de la historia del TPM porque fue un lugar que me abrió las puertas para darme herramientas y para enseñarme las cosas bonitas del teatro”, aseguró Restrepo. Su historia es una de las de cientos de soñadores que comenzaron en las tablas de los espacios de las artes escénicas de la ciudad. Cuando un apasionado por el teatro no logra superar el proceso de admisión de la Universidad de Antioquia, que es la única institución de educación superior que ofrece una carrera profesional para formar en esta área, no se le cierran todas las puertas. La escuela del TPM, por ejemplo, es tan antigua como como el mismo teatro: de los 38 años de vida, 35 han tenido la Escuela. Cuando comenzaron, este era un espacio que subsanaba la demanda de muchos de los padres que acompañaban a sus hijos a ver las obras del TPM, quienes insistían en introducir a sus hijos -entusiastas por el teatro- en el mundo de las artes escénicas. “Los padres se nos acercaban y nos preguntaban cómo podían hacer para que sus hijos estudiaran teatro. Así fundamos la escuela, inicialmente para niños y jóvenes; después la fuimos abriendo a los adultos que también querían estudiar -sea como pasatiempo o como proyecto de vida- ya que nos insistían en un espacio y unos programas pensados en ellos”, relató Juan Talera, director académico del TPM, quien agregó que forman en técnica vocal, técnica de improvisación, actuación, expresión corporal, dramaturgia, taller creativo, entre otras modalidades. Hasta el 2009, la Escuela del TPMestuvo inscrita en el rango de educación no formal, pero por diferencias con el modelo que circunscribía esta etiqueta sus directivas decidieron salirse y ahora hacen parte de la educación informal, de la que que hacen parte los cursos y talleres que no tienen un enfoque formal como carrera o de proyección profesional. “Tenemos una relación más directa con el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura que con el Ministerio de Educación. Para nosotros es claro que formar artistas para la sociedad es formar mejores personas para la sociedad. No es un fin exclusivo que las personas que pasen por nuestra escuela sean actores cuando salgan, sino que esto sirva más como un ejercicio de formación individual para nuestros alumnos”, puntualizó Talera. Pero no sólo está el TPM. En Medellín existen otras opciones que ofrecen formación para nuevos actores. Es el caso del Pequeño Teatro, que desde el 2003 fundó su Escuela de Formación de Actores que desarrolla un pensum acorde con los objetivos trazados desde su fundación: “En el Pequeño Teatro siempre hemos tratado de cumplir con todos nuestros objetivos como organización; desde el inicio hicimos la tarea, pero sabíamos que nos faltaba algo, que no estábamos pensando en la formación de actores, una parte fundamental de nuestra labor. Y por eso fundamos la Escuela, no un taller, sino una programa serio que tiene todos los componentes necesarios para que en cuatro años que dura el proceso el alumno salga como un actor formado de manera integral”, precisó Andrés Moure, director académico y docente de la Escuela de Formación del Pequeño Teatro. El pensum de la Escuela del Pequeño Teatro trabaja modalidades que se agrupan en descubrimiento, transformación, interpretación y representación, de las que se derivan trabajos más enfatizados en la voz, el movimiento, la danza, la música, la literatura y la ética. “Buscamos que nuestro alumno al terminar se capaz de reconocer su cuerpo y su voz; trabajar con la imaginación y enfrentarse a cualquier reto de la dramaturgia profesional y contemporánea. Por eso el pensum es muy estricto y procura que todas esas capacidades se vayan formando hasta su punto máximo, para que el actor tenga las herramientas de enfrentarse a la vida profesional”, complementó Moure. Por su parte, el Teatro Hora 25 más que talleres o escuelas, prefiere llamar a estos espacios de formación “laboratorios”, porque en ellos se realiza un trabajo de experimentación “artística y sensorial” que recurre a la individualidad de cada actor para crear el programa que se ajuste más a su personalidad. Se trata de algo más libre, sin “fórmulas ni ataduras”, más cercano a la poesía, o al menos así lo indicó Carola Martínez, actriz, maestra y directora del Teatro. “Tratamos de encontrar la actuación en cada uno de los actores que participan de nuestros laboratorios para formar actores únicos y no en serie, eso no nos interesa. Organizamos estas clases con poesía, con textos dramáticos, para escribir con el cuerpo y con la voz, para afianzar las fortalezas y explorar la condición humana de cada uno de ellos. Esto para nosotros es importantísimo y nos parece que hacer parte esencial de la formación de un actor integral. Esa es la idea”, detalló Martínez, quien recalcó que es un espacio libre, sin restricciones de edades ni de ningún tipo: “Sólo se necesita disposición”. Por su parte, en el Laboratorio Escénico del Ateneo, fundado en 2005, trabaja con dos modalidades sus talleres: con personas cercanas a las artes escénicas pero que no han tenido una formación profesional como tal, y con jóvenes de la Comuna 10, con quienes elaboran un programa que se encarga de proporcionarles unos elementos determinados con los que ellos realizarán un obra de teatro como tarea final. “Venimos trabajando con ellos desde hace años y es un proceso de formación muy interesante que nos permite evidenciar el progreso paulatinamente”, aseguró Yacqueline Salazar Herrera, integrante del Laboratorio. El estado de la formación de las escuelas Luz Estrada, actriz recordada por su papel en la telenovela Las hermanitas Calle, se formó como actriz en la Universidad de Antioquia hace más de 20 años, en el pregrado de Artes Escénicas (actualmente Teatro), por lo que reconoce la importancia que tuvieron estos años en su desarrollo como actriz y, posteriormente, como docente de teatro en varias escuelas y universidades del país. Estrada es crítica y no ve con buenos ojos la formación actual de nuevos talentos, no tanto por las academias, sino por el desempeño de los estudiantes en las escuelas. “Como maestra tuve malas experiencias. Yo no soporto la mediocridad de las personas que estudian hoy en día: que no se saben los papeles, que no ensayan, que no leen, que no quieren pasar por todo el proceso que requiere formarse como actor. Estas decepciones que tuve en varias escuelas -de las que me salí por la misma razón- me hacen pensar que estas generaciones están más relajadas con su preparación. Que estudian teatro buscando que las cosas sean fáciles y no requieran mucho trabajo”, aseguró Estrada. Para la actriz, esta es una labor de mucha disciplina y dedicación, y por eso cree que es muy importante seguir estudiando y aprendiendo constantemente, que a pesar de haber estudiado una carrera profesional hace más de 20 años, todavía sigue aprendiendo, haciendo talleres, evaluándose como profesional. “Cada vez que encuentro una falencia espero mejorarla estudiando y tratando de identificar esos vacíos que encuentro, no importa si ya he hecho varias producciones o he ganado galardones, el aprendizaje nunca para”, contó. Para Andrés Moure, en Colombia todavía falta un desarrollo de las especializaciones en teatro; cree que hay buenas escuelas -más en Bogotá que en Medellín- pero que quizás adolece el sector teatral del país de una especialización, que generalmente los actores hacen por fuera porque no tienen opción. “Yo siempre les digo a mis estudiantes: salgan, salgan y aprendan mucho para que después vuelvan y nos enseñen a nosotros cómo seguir trabajando por la profesionalización del teatro, que es algo necesario y urgente”, apuntó. En el caso de Juan Talero y el TPM, ellos tienen claro que Medellín en particular no es muy prolífica en Escuelas de formación, pero que las que existen son muy buenas y tratan de ofertar un programa diverso y para todas las necesidades. “La única profesional como tal es la de la Universidad de Antioquia; las demás, tratamos de trabajar con las posibilidades que tenemos pero afortunadamente, en lo que yo he podido apreciar, se ha hecho un trabajo con mucha altura y enfatizado en formar actores integrales y, en nuestro caso, actores y personas para la sociedad”, enfatizó Talero. Departamento de Artes Escénicas de la UdeAEl Departamento de Artes Escénicas como unidad académica de educación superior es un centro de estudios, investigación, producción, conservación y difusión de las artes escénicas. Adelanta una amplia actividad de extensión de esta disciplina mediante la proyección de sus productos artísticos a la comunidad. Este es el único programa universitario profesional que hay en el departamento. Perfil del egresadoForma profesionales investigadores y educadores altamente calificados, con apertura a diversas corrientes escénicas, con claro sentido ético y humano; capaces de crear, reflexionar, transformar y aportar a nuestra realidad cultural y social.El Departamento de Artes Escénicas oferta los programas de Arte Dramático, Licenciatura en Teatro y Licenciatura en Educación Básica en Danza.¿Qué es el Preparatorio de Teatro?Es la prueba de selección y admisión de los aspirantes a los programas de Licenciatura en Teatro y Arte Dramático del Departamento de Artes Escénicas de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. Tiene la duración de un semestre académico durante el cual se realizan los cursos de Actuación, Expresión Corporal, Técnica Vocal, Música y Rítmica, Introducción al Arte y Fundamentos de Español.El programa Preparatorio de Teatro tiene los siguientes objetivos:-Propiciar la definición vocacional de los estudiantes para adelantar estudios de Teatro.-Ofrecer elementos de formación e información básicos sobre artes escénicas.-Inducir en los estudiantes las conductas y la disciplina necesaria para emprender los estudios profesionales de teatro.-Seleccionar a los estudiantes de los pregrados de Teatro mediante la evaluación de las competencias básicas y específicas.
El argumento de Eternidad es sencillo: cinco ancianos sastres conviven durante 30 años en la sastrería La Confianza. La obra entonces en su inicio se regodea mostrando el exótico mundo de estos personajes “en vías de extinción”, hasta llegar una orden de la inspección ordenando el desalojo del local. La construcción de un gran edificio los desplazará del lugar donde trabajaron toda su vida. Así la obra se va transformando en un gran fresco que reflexiona sobre la soledad y la vejez, dos de los grandes temas del individuo.“La obra interpela el mundo de ahora, el actual, que es un mundo convulso. Al público lo lleva a una evocación y un estremecimiento de cómo estos personajes van manejando el ocaso de los días. Tratamos de mostrar esta situación de una manera poética, teatral y humana”, aseguró Jaiver Jurado, escritor y director de la obra.Eternidad empezó en 2010 gracias al auxilio de una Beca de Creación para su escritura y realización, y de ahí partió la idea de completarla y hacerla parte del corpus de obras del Teatro Oficina Central de los Sueños. Se ha convertido en una de sus obras insignes y de las más pedidas por el público. Por eso mismo cada año vuelven a ponerla en el escenario y reciben el calor del público, además de los buenos comentarios que no sobran.“La obra se muestra como un confesionario donde cada sastre en un turno habla de sus épocas de gloria y desventura, y así la obra avanza y la acción principal se hace insostenible: es su última noche. En la despedida, cantan, beben y se confiesan; todos parecen fantasmas en medio de aquel cuarto atiborrado de chécheres y recuerdos”, comentó Jurado.El director también dijo que Samuel Beckett fue una gran influencia para componer esta obra, que a la larga habla de la soledad que todas las personas en algún momento “vamos a vivir y sentir”, y que espera que el público siga siendo participe como espectador pero también como “sujeto sensible” ante este tipo de indagaciones por la esencia humana. TrayectoriaLa Corporación Artística Teatral Oficina Central de los Sueños es una entidad privada sin ánimo de lucro que se fundó en la ciudad de Medellín el 5 de diciembre de 1997 por iniciativa de un equipo de actores y directores de la ciudad que, impulsados por el movimiento teatral existente, dio origen a una nueva agrupación, desde ese momento ha desarrollado su labor escénica de forma permanente. El Teatro Oficina Central de los Sueños realiza una actividad múltiple con una programación ininterrumpida de jueves a sábado a nivel artístico con el grupo de planta y grupos invitados de talla nacional e internacional. También es el centro de reunión permanente de la Asociación Medellín en Escena, un grupo de iniciación teatral y de algunos grupos de investigación del asunto escénico.
El Teatro Popular de Medellín, como la mayoría de teatros de la ciudad, empezará sus funciones en febrero, mientras terminan de ajustar los detalles para el inicio de temporada. En su caso, iniciarán con la parte académica, ya que además de espectáculos, también tienen una escuela de preparación artística para niños y adultos. Las inscripciones ya están abiertas y los talleres empezarán el 4 de febrero.“Desde diciembre del año pasado estamos adecuando el Teatro, en particular la sala, para lo que será la temporada de este año. Si bien en 2016 hicimos una renovación total, estamos trabajando este año gracias a los beneficios que recibimos de la Convocatoria de Infraestructura de la Secretaría de Cultura, que en total fueron 294 millones y que estamos invirtiendo en toda la adecuación de varias necesidades”, aseguró Iván Zapata, director del Teatro Popular de Medellín.Estas adecuaciones y cambios se verán principalmente en la tramoya, la vestimenta teatral (vestuarios, telones), las luces, los sonidos, el aforo, las cicloramas, entre otros detalles. Las renovaciones irán hasta mitad de febrero, y habían empezado el 30 de diciembre que fue el día que le fue girado el dinero al Teatro. “Se demoraron un poco pero fue más por el Ministerio de Cultura que por la Secretaría, todo hay que decirlo, ya que desde ellos el acompañamiento ha sido positivo”, agregó el director.En el apartado de los espectáculos, el TPM empezará con el evento El TPM se viste de tango, con la participación de A Puro Tango; y de El tango se viste de gala, de la Corporación Ocarina, que presentará su habitual El día que me quieras.En marzo arrancará, como novedad del TPM, el Primer Festival de Teatro Musical TPM, con la participación de las compañías Prolírica y su Antología de la zarzuela; la Fundación Sirenaica y su Un viaje por Broadway; Ocarina con No me arrepiento de nada, el Teatro Musical de Colombia con El reanimador, entre otras obras.“Vamos a tener dos modalidades de pago para los espectáculos este año: una con entrada libre y aporte voluntario y la otra la de siempre, con un precio fijo para la obra. Esto no es algo novedoso ya que lo empezamos a ensayar el año pasado y fue interesante el experimento”, agregó Zapata.Las dos modalidades se definirán dependiendo del espectáculo y de los grupos que lo presenten: por ejemplo, para las obras del grupo del TPM será con entrada libre y aporte voluntario, en cambio, para los grupos invitados que se presenten en el Teatro, la elección será libre: ellos decidirán si fijan un precio o lo hacen con entrada libre.“La idea de establecer la modalidad de entrada libre con aporte voluntario radica en nuestro esfuerzo por formar público. Que la gente se cuestione por qué hay que pagar también por la cultura, por qué es importante tener consciencia del valor del trabajo que hacemos nosotros y todo el sector cultural. Este es un trabajo, ofrecemos al público una experiencia artística y emocional importante, y por eso también merecemos una remuneración”, comentó Zapata, quien agregó que está con muchas expectativas para lo que se viene este año.Historia del TPMCon varias décadas ofreciendo obras de teatro y talleres de creación a niños y jóvenes el Teatro Popular de Medellín (TPM) es una cantera de talentos en la ciudad. La corporación fue creada en el año 1979 y en 1991 fue declarada como Patrimonio Cultural de Medellín. La sede del Teatro Popular de Medellín cuenta con una sala principal para 100 personas y con una sala alterna para proyectos menores.
Por primera vez, desde que las convocatorias de cultura de la Alcadía existen, se abrirán las inscripciones desde el mes de enero, con un monto a disposición de $6.694 millones, para que se presenten proyectos en siete líneas de participación y en 11 áreas del arte y la cultura. Esta convocatoria se presenta a través de de la Secretaría de Cultura Ciudadana, con el nombre de Estímulos para el Arte y la Cultura Medellín Ciudad de Artistas.“Este año, por primera vez, la Alcaldía de Medellín abrió la Convocatoria desde el mes de enero, para así brindar mejores oportunidades al sector cultural y artístico de la ciudad. Este año tendremos tres fases: esta que ya abrimos, una segunda apertura a partir del 15 de febrero y una tercera, en el segundo semestre del año”, señaló Lina María Botero Villa, subsecretaria de Arte y Cultura.Los estímulos, como en ocasiones anteriores, se entregarán a través de concurso público, apoyos económicos a proyectos de artistas, gestores y entidades culturales de la ciudad. Hay estímulos para las artes visuales y museos; para las artesanías, audiovisuales, bibliotecas y promoción de lectura; para las comunicaciones, danza, gestión cultural, música, literatura, patrimonio, teatro y actividades asociadas.Los interesados podrán presentar proyectos en alguna de las siete líneas de participación: Apoyos Concertados, Salas Abiertas, Agenda Cultural, Circulación Nacional e Internacional, Estímulos, Becas del Museo Casa de la Memoria, y la nueva línea: Cultura Ciudadana.“Nuestra apuesta es presentar un programa cada vez más consolidado que responde a muchas conversaciones y peticiones del sector cultural de la ciudad”, concluyó la subsecretaria de Arte y Cultura.La nueva línea de Cultura Ciudadana suma esfuerzos de la Gerencia del Centro, la Gerencia de Corregimientos, la Secretaría de Seguridad y Convivencia y la Subsecretaría de Ciudadanía Cultural, para entregar quince becas a iniciativas a gestores, artistas y creadores que propongan soluciones innovadoras a problemas cotidianos en los territorios.La inscripción de proyectos, la información detallada sobre las condiciones de participación y el cronograma de la convocatoria está disponible en el sitio web convocatoriasculturamedellin.com.
En 2002, un par de jóvenes decidieron fundar, desde una visión muy personal, un grupo de teatro que reflejara esas preocupaciones privadas sobre lo que el teatro debería ser. Anteriormente habían trabajado en otros grupos locales de los que aprendieron mucho, pero cuya estética e ideas no cazaban con las de ellos. Así nació Teatriados, el grupo de Diego Saldarriaga V. y Juan Felipe Giraldo S. que este año cumple 15 años de trayectoria artística.“Así fue como empezamos a hacer teatro corporativo, en particular en campañas ambientales, como una manera de empezar a hacer lo nuestro y de sostenernos económicamente. Así fue como nos formamos un nombre con las empresas públicas y privadas de la ciudad, que nos reconocieron y comenzaron a llamarnos cada vez más, lo que nos impulsó mucho y nos dio ánimos para seguir”, aseguró Diego Saldarriaga, uno de los fundadores del grupo, actor y dramaturgo.A la vez que los llamados de las empresas aumentaban para hacer teatro corporativo -algo novedoso por esos años en la ciudad y de los cuales Teatriados fue uno de sus pioneros- la necesidad de montar obras propias y no por encargo acuciaba cada vez más a los realizadores, que veían en el sostén Teatro a la carta -así llamaban a esta modalidad- una posibilidad para trabajar con libertad en lo que querían.“Teníamos un pequeño apartamento en Itagüí que fue nuestra ‘primera sede’, por así decirlo. Era un espacio muy estrecho, donde no se podía hacer dos cosas a la vez. Allí montamos Los berreantes, en 2008, nuestra primera obra que es una versión libre de Estamos en el aire, de Marco Antonio de la Parra. No teníamos una sala propia para estrenarla y empezamos a presentarla en otros teatros de la ciudad, que fue una bella forma de relacionarnos con los demás grupos”, comentó Saldarriaga, quien agregó que de ahí empezaron a buscar un lugar, preferiblemente en el Centro, para arrendar otro espacio más grande.Así fue como dieron con la sede en la que están actualmente, en Prado Centro, que al inicio sólo iba a ser para guardar cosas y hacer los ensayos respectivos pero que, por el espacio que tenía, daba perfectamente para adecuarla como una sala para presentar sus obras, y así lo hicieron.“Tumbamos una pared y reformamos el lugar. Esto supuso, claro, comprar luces y gradas y un gasto importante, pero que valía la pena porque ya teníamos un espacio para presentar lo nuestro. Así fue como después de un viaje por Argentina conocimos a Mariela Asensio y su extraordinaria obra Mujeres en el baño, que de inmediato quisimos adaptar, y por lo que tuvimos la suerte de hacernos muy amigos de ella”, agregó el fundador.Cuando ya tenían el espacio listo, el 4 de noviembre de 2010 exactamente, estrenaron Mujeres en el baño, con gran éxito de público y crítica, y que supuso una evolución en la trayectoria de este grupo. Estaba entonces naciendo la necesidad de dar un paso más: montar una obra propia, no basada en otros textos o grupos. Así nació Dramaturgia a la carta, otra modalidad que consiste en invitar a un dramaturgo con trayectoria para entregarle -de parte de Teatriados- todos los elementos para que él escriba una obra: de esta manera se montó en escena Me mato el 24, de Gustavo Miranda Ángel, estrenada el 24 de diciembre de 2012.“Y así seguimos con La comedia salvaje, escrita por Mario Ángel Quintero, en 2014; y con El claustro: dulce pero no engorda, de 2015. Obras que se han realizado desde la cotidianidad y con un lenguaje sencillo y accesible para el público”, aseguró el director.A pesar de esto, Saldarriaga reconoce que el 2016 fue un año complejo, al menos en términos económicos, pero de grandes aprendizajes y crecimientos. “Fue un año bastante paradójico: crecimos en exposición y en la relación con otras salas, ya que nos presentamos con nuestras obras en Elemental Teatro, Teatro El Trueque, Casa Teatro El Poblado, entre otros. Pero en lo económico fue complicado porque otros grupos, algunos muy buenos otros no tanto, empezaron a hacer teatro corporativo y a mucho menor precio, algo con lo que no podíamos competir porque para nosotros es importante valorar lo que hacemos y darle el precio justo a nuestro trabajo. Así que ha sido complicado por eso pero esperamos este año cambiar esos números”, aseguró el también director.Quince años para 2017A pesar de que el 2016 fue difícil y estuvieron a punto de tirar la toalla, como lo afirmó sin pena Saldarriaga, para este año esperan que la cara sea otra: festejarán los quince años con una gran fiesta a mitad de año en la que esperan recaudar fondos para por fin comprar una casa y tener su sala propia. “Invitaremos a todos los amigos del sector, pero también a nuestros empleadores de la empresa pública y privada para que colaboren con esta causa. A nuestros espectadores, para que se unan a este sueño”, concluyó Saldarriaga.
Para el inicio de la temporada 2017 Manicomio de Muñecos presentará una de sus obras clásicas: Los tres cerditos. Representada al fiel estilo de Manicomio -con un montaje sencillo pero a la vez dinámico- la obra cuenta la historia conocida de los tres cerditos que intentan proteger su casa de los embates del lobo, sus soplos desesperados por tumbar el hogar de los tres personajes de esta famosa fábula.“Quisimos empezar con esta obra, que hemos presentado al público infinidad de veces desde 1999, porque esta suele ser una temporada muy baja para el teatro: la gente viene de vacaciones, sin plata, pero con ánimos de entretenerse, y por eso buscamos comenzar con una obra fuerte, arraigada en la memoria de nuestro público para que se animen y vengan”, aseguró Liliana Palacios, directora de la obra y una de las fundadoras de Manicomio de Muñecos.La obra, que cuenta con la dramaturgia de Alejandra Barrada, quien también es titiritera, dramaturga, diseñadora y codirectora del Teatro, recibió en el año 2000 el premio “Txantxo de oro” al mejor espectáculo del Festival Internacional de Marionetas de Tolosa, España, y ha sido desde hace varios años una de las obras insigne de Manicomio.“La idea es darle la vuelta a la historia clásica que igual siempre ha tenido modificaciones por quienes la han adaptado, pero esta vez hacerlo nosotros a la manera más íntima de Manicomio. Es un espectáculo muy sencillo, con títeres de mesa, y que siempre es un placer presentar al público ya que cada año nos exigen que la montemos. Nunca la han dejado descansar”, agregó Palacios.Manicomio regresa después de una gira por España donde volvió a presentar la obra con buena acogida, ya que también allá es reconocida y cuenta con un público establecido.Trayectoria de Manicomio de MuñecosEl Teatro de títeres fue fundado en 1975 por Liliana María Palacios Hernández y por Alejandra María Barrada Muñoz y la colaboración, además, de un valioso equipo conformado por personal administrativo , titiriteros y técnicos que se han consolidado como uno de los más activos en su género en Colombia. Manicomio de Muñecos ha llegado a empresas, colegios, guarderías y diversos escenarios de la ciudad, de otros municipios, del país y del mundo, al participar mediante temporadas y festivales en países como España, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Brasil, Venezuela, Argentina y México.
Después de los descansos naturales de las vacaciones de fin de año, diferentes teatros de Medellín preparan el inicio de temporada para el 2017. Aunque algunos no han definido con exactitud qué presentarán para arrancar este semestre, otros ya tienen una programación habitual para estas fechas o preparan algo nuevo para su público. Uno de ellos es el Pequeño Teatro, entidad que iniciará funciones este 24 de enero con la obra Madre sustituta, una comedia basada en la obra Casa Matriz de Diana Raznovich, bajo la dirección de Ruderico Salazar, que estará de martes a sábado, a las 7:30 p.m, hasta el 28 de febrero en la Sala Tomás Carrasquilla del Teatro.“También tendremos, en la Sala Rodrigo Saldarriaga, la obra Se necesita gente con deseos de progresar, dirigida por Albeiro Pérez, que se estrenará el 1 de febrero y en la que haremos el estreno, también, de la silletería y el sistema de iluminación con tecnología de punta, que es una de las novedades más positivas que tiene el Teatro para este año. Llevábamos más de 22 años con las mismas luces y ya era hora de que el público disfrutara de esta nueva infraestructura. Y qué mejor que estrenarla con esta obra tan representativa para nosotros”, aseguró Andrés Moure, director académico y actor del Pequeño Teatro.Por su parte, el Teatro del Trueque estrenará su temporada de este año con la obra El ángel de la culpa, de Marco Antonio de la Parra, una de las más antiguas del Teatro y que irá del 9 hasta el 26 de febrero. También, desde el 24 del mismo mes, presentarán Sherlock Holmes en busca del rubí de la condesa, obra basada en el texto El carbunclo azul, de Arthur Conan Doyle, y bajo la dirección de José Félix Londoño, director del Teatro.“Esta la presentaremos en Casa Teatro de El Poblado. Vamos a iniciar este año con toda la energía, como siempre lo hemos hecho, y esperamos que el público nos ayude y sea parte del buen inicio de este año”, agregó Londoño.El Teatro Hora 25 también tiene lista la programación para los primeros meses del año: para iniciar, el 26, 27 y 28 de enero el grupo invitado Casa Taller Teatro presentará La tercera mitad, basada en el Libro de los abrazos, del escritor uruguayo Eduardo Galeano y bajo la dirección de la dramaturga Sandra Zea y con la actuación (monólogo) del actor Raúl Ávalos. Para febrero, exactamente el jueves 23, presentarán Eros y Thanatos, versión libre de Cruzadas, de Michel Azama.“Estamos con muchas expectativas para este inicio de año. Hay un trabajo importante para que estas dos obras se lancen con mucha calidad y nuestro público disfrute del espectáculo de siempre”, aseguró Gustavo García, actor del grupo.