A finales de la década de 1960, Beatriz Camacho (Cartagena, 1966) se encuentra por primera vez con la naturaleza en su máximo esplendor. La Sierra Nevada de Santa Marta le enseña que no solo existe el mar de su tierra, que hay más tipos de vientos, de aires, de aguas, que hay una gran diversidad de especies, de climas. Y, entonces, ve por primera vez su flor favorita, la orquídea, que protagoniza un capítulo especial en su nueva colección Amazonas, presentada a través de la virtualidad en Colombiamoda 2020, para la marca Arkitect de Moda Éxito.Lea también: Macondo se hizo joyería colombiana“La primera vez que vi una orquídea, fue cuando mis papás y yo fuimos a la Sierra Nevada, fue mi primer encuentro con esa naturaleza diversa, de clima caliente, medio, frio, mi primer encuentro con diversidad de plantas, de especies. Esa vez, que está en mi memoria pero que no puedo decir exactamente cuándo fue, ni cuántos años tenía, porque solo sé que era muy chiquita; también probé por primera vez las moras, había además fresas silvestres. Quizás eso tenga que ver con mi nueva colección, porque en el subconsciente van quedando todas esas cosas”, dice la diseñadora cartagenera, quien actualmente vive en Barranquilla, una mujer que escribe en la moda colombiana una historia que se destaca por la relación que tiene con los textiles, con la poesía con la que mira a las mujeres que viste y esta vez, especialmente, por su relación de respeto con la naturaleza.“Las orquídeas son mis flores preferidas. Son misteriosas, son calladas, pero vistosas, fuertes, diversas. A mí la rosa me parece una flor hermosa, pero es muy obvia. En cambio, las orquídeas son misteriosas, diversas”.Es que Beatriz Camacho es una mujer difícil de descifrar. Acepta que no le gusta abrir las puertas de su intimidad, que el misterio la acompaña, que así sus prendas hablen de fluidez y naturalidad, en ella la libertad se expresa en el silencio. Por eso, vale la pena conocer quién está detrás de las “amazonas” que mostró al mundo en Colombiamoda 2020, porque esas figuras vestidas con linos y algodones, no solo hablan del Amazonas colombiano, expresan más bien cómo ella ve la diversidad del país, cómo ve las luchas de las mujeres colombianas, extendiendo su relato de moda a la selva del Chocó, a las tierras a kilómetros de las carreteras, donde las aves vuelan libres y los sonidos dicen que sí hay paz, que hay tranquilidad. Camacho habla de mujeres reales con historias reales, producto de la ficción, de su inspiración, poniendo en la virtualidad 59 referencias de prendas y cinco de calzado, en las que usó textiles de fibras naturales.Beatriz CamachoLa inspiraciónPara Amazonas, Beatriz Camacho se basó en su imaginación, su musa constante, su compañera desde los inicios de su carrera, a la que define como una hija de la libertad.“No hay nada que yo pueda decir que es mi referente. Mi mente es tan libre que no soy capaz de dictar algo como referente, ni hacer una lista de lo que me inspira del uno al veinte en orden. Mi mente no funciona ni estratégica ni sistémicamente, me inspiro de cualquier cosa. Cuando tengo una idea, esa idea puede evolucionar tanto que no termina pareciéndose en nada a lo que empezó. No me gustan los cajones, no me gusta la puerta cerrada, me gusta que cada persona se pueda encontrar, desde su propia experiencia, con mis prendas, para que pueda vivir una historia, para que le ponga el color que quiera”, confiesa.Así, el espectador puede entender que cuando habla de Amazonas, para darle título a esta colección, no se refiere precisamente a un territorio, sino a una idea, a la denominación de la mujer que es capaz de adaptarse, que puede vivir en la humedad y el calor, refugiarse de la lluvia, alimentarse de la tierra, respetandola como fuente de vida. Ese título es una celebración de la mujer como madre, también es un homenaje a la madre-tierra.Cuenta que, antes de la crisis de la covid-19, Amazonas sería la colección para la temporada de madres del Éxito, pero el destino dijo que no, que ese no era el momento. Sin embargo, la diseñadora y la marca no renunciaron a esos ideales de cuidar, de resaltar la importancia de la madre tierra y de cuidar los recursos naturales. En la confección de esta colección participaron 412 madres cabeza de familia, que hacen parte de la apuesta de Grupo Éxito por desarrollar la industria textil nacional. En el 2019, por ejemplo, el 90% de las prendas de la marca fueron cosidas en Colombia, generaron 8.000 empleos.“Esta colaboración hecha entre Beatriz Camacho y Arkitect nos hace un llamado a proteger nuestra tierra, concientizándonos de los cambios que debemos hacer en nuestro estilo de vida para conservar el planeta. Esa consciencia la evidenciamos en la colección empleando textiles de fibras naturales como lino y algodón, telas biodegradables y estampación completamente digital, lo que nos permite no tener consumo de agua”, aporta Susana Benjumea, directora de negocio textil exterior del Grupo Éxito.En esta colección, vuelve Camacho, la naturaleza la lleva a recordarle a la moda nacional “la poesía que hay en la selva tropical colombiana, desde el Amazonas hasta la selva húmeda del Chocó, pasando por cualquier espacio donde la fauna y la flora son exuberantes. Si cierro los ojos y tengo que hablar de este Amazonas que poéticamente menciono en mi colección, estoy rodeada de muchísimas plantas, puede ser cualquier lugar, así sea un municipio pequeño, sin luz eléctrica”.Los materialesSobre Beatriz Camacho, la crítica especializada en moda ha dicho que debe exaltarse su manejo de los materiales, las texturas de sus prendas, el patronaje. Algunos la recuerdan porque, en el 2008, la reina nacional de la belleza, Taliana Vargas, llevó a Miss Universo un vestido que “volaba”, que iba flotando lentamente, con el que emocionó al país en su participación, siendo virreina universal.“Vestidos hechos para volar” y “Vuelisimo” fueron calificativos para el trabajo de la cartagenera, luego de llevar sus vestidos a ferias de moda.Entonces, una pregunta válida sería por qué Camacho eligió esta vez materiales como el algodón y el lino, eliminó las sedas, buscó telas biodegradables y estampó digitalmente para ahorrar agua en la producción de las prendas.“Cada vez que veo una tela, la toco. Beatriz Camacho es una marca que comenzó con unos principios y unos valores sostenibles desde siempre, desde que no era tendencia como ahora la sostenibilidad, para mí la moda es ese reporte emocional que hay entre el cuerpo y la tela, esa relación es fundamental. Es muy importante el idioma que le hablan las telas al cuerpo, que puedas sentir lo que la tela te transmite, porque te da bienestar o te puede desesperar”, explica, para luego decir que no cree en una moda que se llama a sí misma arte, porque para ella una prenda “no es un lienzo, es una conexión entre el diseñador y el público, pero que el público es quien le da sentido, todo lo que te transmite ese material”.Sus colecciones pasadas eran de celebración, de piezas hechas para un cóctel o una fiesta, para un reinado o una transmisión de televisión. En Amazonas propone lo que llama “prendas del día a día”, aunque enfatiza que “es la misma mujer, es una mujer que se siente libre, para quien la libertad no tiene nada que ver con su apariencia, sino con su filosofía, con su sentir. Presento una mujer libre, que no siente que tiene que estar a última moda, que puede entender los materiales, sensibilizarse con los pequeños detalles y ser responsable a la hora de comprar”.Los materiales son para ella una manera de contribuir al planeta, desde la moda. Eso quiere decirles a quienes compren sus prendas: “ahora hay que educar al consumidor para que pueda entender el origen y el futuro de una prenda. Ya no es una compra de impulso, el consumidor debe reflexionar sobre el producto que está comprando, no es que lo vuelva un problema, sino que se pregunte, que se cuestione, que reflexione cuál es su beneficio al comprar lo barato, porque esa sola decisión, en algunos casos, está haciendo miserable a alguien que está en esclavitud, cosiendo esto”, se refiere a la exploración en las maquilas. “Como consumidores debemos ser más responsables viendo el futuro, estas prendas tienen un valor agregado, están pensadas para para usarse por mucho tiempo, o que alguien después las pueda usar y pasar de una generación a otra”.Es muy importante el idioma que le hablan las telas al cuerpo, que puedas sentir lo que la tela te transmiteEs una colección de algodones y linos, en la que el denim es de algodón, el dril también es de algodón, porque la mujer que propone “cree y se siente feliz disfrutando de la naturaleza, es cualquier tipo de mujer, es una mujer real, viva, autónoma, alegre, consciente, es una mujer colombiana, muy simple, pero elegante. Las mujeres en el Chocó son las más elegantes de Colombia, no quiere decir que se vistan bien, cuando hablo de elegancia hablo de adentro, no de fuera, no es lo que se pongan, sino cómo lo llevan. La raza chocoana tiene una elegancia que viene de su herencia”.Por eso, cada estampado cuenta historias, desde la selva tradicional, con las grafías de animales, con plantas, pasando por un denim iluminado en degradé, que significa la noche oscura selvática, llegando a orquídeas sobre blanco, y al caimán verde. Ah y el grupo de linos dice que lo incluyó porque quería que se sintiera la brisa, “como unas palmas tan livianas que se pueda sentir que se las lleva la brisa”.Beatriz, desde adentro“Tiene que haber conexión con las personas, la moda es para ser usada, no para ponerla en los museos”, es uno de los ideales que repite Beatriz Camacho cuando habla desde adentro. Por eso, en su trabajo usa la metáfora, la poesía, como “maneras de contar historias, de expresarme al mundo noble, amable, amorosa. Me gusta la historia, veo películas de historia, leo libros de historia, clásicos y recientes. Me siento muchas veces más cómoda con lo que pasa en el pasado que con lo que pasa en el presente, siento angustia de lo que va a pasar en el futuro”.Entre sus lecturas recientes, Camacho reconoce lo poético en Alonso Sánchez Baute (Valledupar, 1964). Habla de la novela Leandro (2019), en la que el autor rinde homenaje al músico Leandro Díaz.“Este tipo de lecturas las valoro porque son una manera hermosa de expresar los sentimientos. Es increíble cómo se puede decir que él podía ver los colores, cuando nunca los había visto, porque los podía sentir. Es una forma de poesía moderna y real, que no tiene que ver con la rima, pero sí con lo que debe hacer la poesía que es hablar del corazón y los sentimientos, así haya dolor”.¿Nostálgica?, sí, ella se dice una amante de la soledad, vive añorando el pasado, cuando camina por Cartagena, su mente le dice que mucho de lo que ha guardado desde que era una niña, no volverá jamás, que solo está en su imaginación, en su memoria.“Vivo muy conmigo misma, me siento muy cómoda conmigo, la soledad no me da miedo, no me asusta, disfruto la soledad como nadie. Dentro de mí hay un universo tan grande, mi cabeza tiene una imaginación que crea mil universos. Cuando no tenía conciencia de que eran submundos creados por mí, vivía feliz en mi propio mundo, porque mi mente me abría unos espacios que nadie podía conocer y me sentía feliz porque eran míos”.Su relato tiene que ver con que fue una niña muy callada, tranquila, siempre en calma. Su papá, Eduardo, era arquitecto y construyó en ella la idea de libertad.“Mi papá tiene una imaginación enorme, es muy creativo, me inspiraba desde niña a crear fantasías, me daba la libertad para ser yo misma. Nunca fui una niña consentida, fui amada, pero no mimada. Siempre resolví mis propios problemas, fui consciente de mis responsabilidades, a eso me inspiraba”.En ese momento viaja la fiesta de cuatro años que marcaría sus recuerdos infantiles, la primera referencia que tiene a la creatividad, anterior a la de su viaje a la Sierra Nevada. “Puedo recordarme haciendo yo misma mi piñata, cuando iba a cumplir 4 años. Recuerdo que la piñata era de un payaso. Mi papá llegaba todos los días de la oficina y pegamos papeles juntos, fue algo hermoso hacer mi piñata, porque él me dejaba ser, expresarme como yo quisiera, no importaba si al payaso le ponía el ojo donde iba la boca, para él eso era maravilloso, tuve la libertad de expresar lo que yo sentía, siempre sentí que podía vivir, había reglas de comportamiento, pero mucha libertad”.Su mamá, Beatriz, era otro universo. “Mi mamá era una persona más estricta. En los años 60 estaba muy fuerte el lema del ‘sonrie’, la carita feliz, y estaba en todas partes, como en los accesorios, en los pines. Me acuerdo que una vez iba a una fiesta elegantísima, y se me ocurrió que me quería poner un pin de ‘sonríe’ en la barriga. La pelea de mi mamá para quitarme eso de ahí. Era una persona estructurada, organizada, muy políticamente correcta”.Así creció, entre los buenos modales que le inculcó mamá y un papá que le contaba historias de su abuelo, que le narraba sobre la Guerra de los Mil Días, por eso cree que disfruta muchísimo el pasado.La moda nunca fue una opción, llegó cuando menos lo pensó: “yo nunca quise ser diseñadora de modas, porque mi personalidad no da para esto, creo que, entre las debilidades que tengo, está no poder comunicar, más en estos momentos, cuando yo siento que el producto no es tan importante como la comunicación. A veces no entiendo cómo a la gente le interesan cosas que no son de ellos. Yo sabía desde la adolescencia que mi forma de ser poco comunicativa era una dificultad. Si bien en aquel momento la comunicación no hacía parte del mundo como lo es ahora, que todo es comunicación, que a todo el mundo le interesa si te tomas un café, si vas o si vienes, todavía soy muy celosa de mi vida privada, quisiera mantenerla mucho para mí”.La moda nunca fue una opción, llegó cuando menos lo pensóAntes de terminar su colegio, en el Gimnasio Cartagena de Indias, Camacho ya era una experta en telas, porque le pidió a su tía Ruby, cuando era una adolescente, que la dejara apoyarla en su tienda de telas, al terminar las clases.“Trabajé en su tienda de telas desde que tenía 13 años, esperaba que se acabara el colegio e iba a trabajar. Llegué por iniciativa propia, yo quería trabajar, puedo describirme como una mujer muy trabajadora desde entonces. Ese almacén tenía muchas telas, con muchísimas texturas, fui aprendiendo desde chiquita a reconocerlas. Terminaba diciéndoles a las señoras qué tela les servía para qué prenda, terminaba diseñándoles el vestido, porque las modas entonces, a finales de 1970, en Cartagena, eran muy simples. Descubrí que, si bien no era muy buena comunicándome, sí tenía la facilidad para comunicar el idioma de las telas. Sentía una tela y podía decir si era para una falda o para una blusa”.Cuando iban a comenzar los años 90, la joven cartagenera de cabello abundante viaja a Boston, Estados Unidos, para estudiar en el New Bury School of Fashion Design, una escuela de diseño de modas.“En Boston aprendí de telas, no estaba pensando precisamente en el diseño, en el arte, en de dónde venían las tendencias, quería más bien conocimientos de patronaje. Ahora estudiar moda es diferente a cómo era antes, por eso en ese momento yo fui libre, no quería más arte, no me movía hacer dibujos, quería sentir más conexión con los materiales y el patronaje, me intrigaba el reto que me daban las telas y eso es lo que conservo, me gusta retar a mi consumidor, ponerlo pensar en cómo hice lo que se está poniendo, hacer la cuestión tan difícil que la gente no pueda saber muchas veces cómo hicimos eso que tiene puesto”.El siguiente destino de su formación fue Roma, Italia. Estudió en la escuela Callegari sobre patronaje y organización de la producción industrial, pudo haber sido ingeniera industrial, pasar horas explorando los materiales.“Puedo decir que Roma es una de mis ciudades favoritas. Todo se ve sepia, es melancólica, elegantemente decadente, me gusta mucho”, confiesa, aceptando que va por las calles de su natal Cartagena lamentando que ya no existen los globos del Parque Centenario, los cuentos que vendían en la Torre del Reloj, el olor a incienso que había en diciembre, en las calles.Le puede interesar: Pepa Pombo teje dos continentesCierra diciendo que no le tiene miedo a este momento de la moda. Ha visto bastante y no es nuevo que haya que “reinventarse”: “ he visto tantos cambios que este no me asombra, al contrario, creo que es sencillamente el momento de seguir, de tener la capacidad de ir observando, adaptándote a eso que ves y tener agilidad para moverte a la velocidad que requiere la necesidad. Ha pasado de todo, cuando entró la apertura económica a Colombia, fue una tragedia, fue un momento muy difícil para todos los productores colombianos, la apertura de los centros comerciales fue terrible, se perdieron las tiendas multimarcas. Pasé de tener 25 clientes en Medellín al año a tener cinco en cinco años, porque los centros comerciales trajeron nuevas maneras de comprar. El comercio es el comercio y el éxito de esta industria está en la capacidad de adaptarse, corregir y avanzar, no hay que ponerle tanto misterio ni tanto drama, la vida tiene evolución y uno tiene que caminar al ritmo de la vida, sin drama. En mi caso, con libertad, porque lo único que tengo claro son mis compromisos. No soy de colores fuertes, aunque quizás algún día use el fucsia, porque Beatriz Camacho es libre, no podría serle fiel a un cajón”.
Empresas del cluster moda están apoyando la campaña Antioquia Solidaria, liderada por la Gobernación de Antioquia, con la fabricación de prendas médicas para la protección de las personas de la salud que prestan sus servicios en la atención médica y hospitalaria del covid-19.Se trata de la confección de batas hospitalarias, prendas de uso médico como camisas y pantalones antifluidos, y los tapabocas. También otras empresas con vocaciones diferentes a las textiles, se han unido, por ejemplo, para hacer las máscaras plásticas.Que una vez creadas, serán entregadas a la Gobernación de Antioquia, para su distribución en todos los servicios médicos del territorio departamental.“Es muy bonito, porque hay muchos pequeños empresarios aportando ante la necesidad de que nuestros médicos cuenten con los insumos de indumentaria que les brinde la protección y les permitan enfrentar con seguridad esta emergencia”, declaró a EL MUNDO, Rubén Augusto Valencia Sánchez, director del clúster moda de Medellín.Ante la coyuntura, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia creó el Laboratorio de Cocreación para la Innovación en Salud, el cual es asesorado por el Hospital General, la Universidad CES y la Universidad EIA.Hay quienes están aportando textiles, otros están haciendo la confección o los procesos de corte y otros entraron a esa red para proveer insumos como elásticos o plásticos.Y es que “son muchas” las empresas del clúster moda que están apoyando a Antioquia Solidaria, según confirmó el director, tanto las textileras y empresas de la confección grandes, como las medianas y no se puede dejar de mencionar a los maquiladores, “que son empresarios con muy poca capacidad de maniobra financieramente y verlos trabajando para donar su esfuerzo, ¡eriza la piel!”, añadió Valencia Sánchez.Ellas son, las empresas que fabrican y distribuyen en tienda propia y por venta directa como Fabricato, Joystaz, Mattelsa, Didetexco - Grupo Éxito, Safetti, Vélez, Bosi, Grupo Uribe, Línea Directa y MIC.Igualmente, las empresas del sector textil y confecciones como: Jhocker, Texmaquila, Creytex, MCJ Gómez S.A.S., Promatex, Artem, Corrumed, ScanteC ID Supplies, Alianza Conazztex S.A.S., Grupo Orientex S.A.S., Industrias Eureka S.A.S., Textiles El Gato, Confecciones Rosalba Salazar S.A.S., Confecciones Gigi, Ingetex- Rosa Mística S.A.S., Madatex Confecciones S.A.S., W Punto Tex S.A.S., Confecciones Aristizabal S.A.S., Confecciones Cavitex S.A.S. y Confecciones Cimutex S.A.S.Así como las otras empresas que cuentan con los insumos para el sector, como Plásticos Unión, Insumos Plásticos y Cintatex.¿Cómo se unieron para trabajar?Ante la acogida que tuvo la iniciativa de la Gobernación de Antioquia de las textileras, empresas de la confección y maquilas, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, a través del Laboratorio de Cocreación para la Innovación en Salud, definió trabajar por medio de pilotos para la confección de las prendas. “Un piloto es un grupo de empresas que entre ellas ponen la tela, la confección, el empaque y entregan, y es de destacar que cada uno aporta lo que tiene, es una unión de voluntades”, explicó el director.Es decir, hay muchos pilotos, entre ellos están los liderados por Línea Directa, en el siguiente cuadro se puede apreciar, en el primero de ellos,cuáles son las empresas que participan y cuál es su aporte:También está en el segundocuadro el piloto para la confección exclusiva de batas médicas. De él, Rubén Augusto Valencia Sánchez, destacó que es valioso en la medida que está integrado por pequeños empresarios del clúster de la moda que, liderados por Línea Directa, están aportando en el gran desafío que enfrenta el departamento por proveer las prendas que necesita el sector médico en la contingencia por covid-19.Más empresarios pueden aportar en paísY así como está ocurriendo en el territorio antioqueño, el Gobierno Nacional creó la iniciativa #EmpresariosPorElEmpleo, en la que, sin importar su actividad económica, si son grandes o pequeños empresarios y hasta personas del común se pueden vincular, quienes deseen aportar su grano de arena en esta lucha contra el covid-19 en el país, lo pueden hacer.La convocatoria en el país es para la producción de elementos de protección médica ante la crisis sanitaria que se vive.Lo primero en lo que trabajan las dependencias de la Presidencia relacionadas con el hecho, es en la estrategia dirigida a identificar la oferta disponible de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas que producen y/o comercializan elementos de protección prioritarios para el sector salud, que son esenciales en la atención del covid-19.De esta forma, se priorizaron los productos: batas manga larga antifluido, gorros, polainas, caretas, visores, mono gafas, guantes de vinilo, guantes de látex estériles, guantes de látex no estériles, tapabocas (mascarilla quirúrgica), respirador n95, gel y alcohol antibacterial.Con los cuales, el Gobierno Nacional buscar garantizar la seguridad de los profesionales de la salud, en el desarrollo de su labor, y generar puestos de trabajo en una coyuntura que ha impactado fuertemente a la economía nacional y mundial, según expresó la vicepresidente, Marta Lucía Ramírez.Por su parte, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, expresó: “Esta convocatoria es una movilización nacional del sector productivo para la fabricación de elementos definitivos para la protección de nuestro personal médico y salvar vidas, pero también es una oportunidad para que el sector productivo proteja el empleo, conserve sus ingresos y por qué no, puedan abrirse paso a la exportación de estos elementos”.Cabe destacar que, mediante la Resolución 520, del 28 de marzo del 2020, el Ministerio de Salud definió los mecanismos para facilitar la producción y comercialización de los elementos de protección médica, en el desarrollo de la emergencia por el covid-19, flexibilizando los mecanismos para obtener los registros sanitarios en los casos priorizados.Los empresarios interesados en participar, podrán encontrar los requisitos técnicos para producir y/o comercializar cada uno de los 12 elementos priorizados por el sector salud, además de diligenciar el formulario en línea, en el sitio web: http://www.mincit.gov.co/prensa/medidas-para-mitigar-impacto-del-covid-19.
Doña Tera era distinguida, amable, sincera, prudente y muy humana. Cinco virtudes que no le heredó su sucesor. Una mujer que por el cariño y amabilidad que expresaba, todo el mundo se llegó a sentir en la confianza de llamarla “Doña Tera”.Una mujer totalmente preocupada por el factor humano más que por el factor económico, valor monetario que nunca le faltó al histórico evento que siempre demostró buen gustó, buenas alianzas, apoyo empresarial y una suma de personas que en sus diferentes oficios siempre fueron el refuerzo de la muy esperada fecha que concentraba la atención en el mes de noviembre.Todo el mundo quería hacer parte del Reinado, todo el mundo se soñaba ir al Reinado, todo el mundo hablaba del Reinado. Se llegó a decir que el Reinado era el “bálsamo” de un espacio que aliviaba los problemas del país.Pero el tiempo y su natural ley de vida, se llevaron un día a doña Teresa Pizarro de Angulo. En abril del año 2000, la “mamá de las reinas” partió por una afección pulmonar. La misma Tera que trabajó en la Junta del Concurso, siempre “ad honorem”, la que entregó su servicio a la comunidad por su sensibilidad social, obras que ella levantó con solo una sonrisa: La Clínica del Club de Leones; su alianza con el Minuto de Dios, que a punta de un caldito y un pan, fundó el Barrio de las Reinas; su ayuda a la Liga Colombiana de Lucha Contra el Cáncer y las obras sociales a la Policía Nacional.Pero algo que en ella sobresalía fue su diplomacia, con la que le hizo frente a más de un escándalo en el Reinado Nacional. De todo esto queda el recuerdo.Don RaimundoLo llaman “Don Rai” y es el hijo menor, el que cogió con la derecha y la izquierda las riendas del Reinado, tanto que hoy uno escucha decir 'El Reinado de Rai'.Su blanca guayabera siempre es muy fina e impecable, igual que sus zapatos blancos, vestuario de su diario vivir en Cartagena. Otra cosa es verlo impecablemente vestido de “formal azul oscuro” cuando está en Bogotá.¿Y por qué está al frente del Reinado? La pregunta del millón. ¿Por qué él, y no otra de las distinguidas damas cartageneras que fueron por muchos años mano derecha de doña Tera, asumió el mando? Él, poco a poco en vida de Doña Tera, iba y se enteraba del rodaje del negocio del Reinado. Y ahí quedó. La casa del Concurso en Cartagena es hermosa, tiene toda la historia de estos 84 años que han trascurrido corona tras corona.¿Y este maravilloso patrimonio, esta mina de oro, de quién es? ¿A quién le rinde cuentas tanta belleza? Otra vez surge la pregunta… ¿Quién le pone el cascabel al gato? En idioma costeño se traduce: 'esta es una vaina jodida'.Época de oroAquellos años en los que la belleza jugaba de natural en el rostro y cuerpo de las primeras diez participantes en el año 1934, fue el esplendor que dio comienzo a la primera era del Reinado. El presidente Enrique Olaya Herrera marcó presencia y el jurado estaba integrado por 13 miembros del alto curubito nacional.Todavía la belleza de Yolanda Emiliani Román, representante de Bolívar, es recordada como la primera Señorita Colombia.Ese curubito de personajes del alto Gobierno se dio el lujo de ser más de una vez protagonista, como en el año 1955, cuando a Esperanza Gallón Domínguez le entregó el cetro el entonces ministro de Gobierno, General Gabriel París.Y siguieron los días de la independencia y siguieron las carrozas y siguieron las cumbiambas y el concurso de traje típico, el vestuario de sastre y sombrero de los años 50, el straples para las galas, el canutillo, las lentejuelas y las plumas.De lujo los edecanes de la Marina que siempre las escoltaban como sus ángeles guardianes. Y una que otra prohibición como en el año 1957, cuando fue prohibido el desfile en traje de baño. Y no lo duden, la Santa Madre Iglesia opinaba, pero no se perdía de ver el Reinado.Época de oro en que cada representante llegaba a Cartagena con una numerosa comitiva en la que no fallaban el gobernador, el alcalde, su diseñador de vestuario, su maquillador y toda la familia. Y con toda razón y lógica, porque cada una de ellas era distinta, aquí radicaba la gracia de verlas desfilar con su personalidad y diferencia.Famosos y muy concurridos fueron los salones en el Hilton, que representaba las artesanías y la imagen de los departamentos.¿Escándalos? Más de uno, porque siempre el meter gato por liebre entre tanta señorita sin ser señorita, fue titular de primera página. Recordemos que el Reinado también fue tocado por esa terrible y caliente época de los señores de la mafia que perseguían a las más bellas.Y por cierto, en esta época de oro del Reinado, toda la prensa nacional hacia presencia con cientos de periodistas de todos los medios de comunicación, los periódicos le dedicaban páginas diarias a todo lo que acontecía dentro y fuera del Hotel Hilton, en donde una dama de las relaciones públicas, doña Sonia Gedeón, atendía con lujo de detalles a toda esta tropa de periodistas. Con la sola escarapela los periodistas hacían tranquilamente su cubrimiento.En la noche de coronación, la pasarela de invitados era de estricto smoking los señores y de gala las señoras. Allí se congregaba la clase alta de toda la Costa. Daba gusto.Lo de hoyNuevo siglo, nuevas órdenes. El cantar de don Rai es a otro tenor.Voló a los diseñadores de cada candidata, voló a los maquilladores. La lista de periodista se redujo a exclusiva. Nada de edecanes y la línea a seguir es hacer negocios.Una sola marca de cosméticos para maquillar a todas las candidatas; una sola marca de moda para vestir a todas las niñas, se acabó el atractivo de verlas desfilar diferente y se impuso el uniforme. Se acabó esa actividad y dinámica de las “Corporaciones de Belleza” de los diferentes departamentos del país.Y no faltó el personaje que, moviendo sus crespitos, dijera que en la mujer lo que valía era la inteligencia, no el ser reina. Poco a poco se fue entrando a un desaliento de reinas y reinados. Todo fue disminuido a la mínima expresión.Se enredaron las fechas de Miss Universo. Se acabó la gala y llegó lo informal, lo común y corriente. Aquella llegada de las reinas con el tumulto del pueblo esperándolas para verlas ya no existe. Ya no hay Minicromos, ya no hay Balleneras. Ya no hay entusiasmo.¿Y las obras sociales? Ni idea de ellas.El canal RCN, que siempre le llevó a cada hogar cada minuto de lo que pasaba en Cartagena, dijo No más. Y como dice el cuento infantil, en apuros se vio tío grillo en manos del rey.Nadie se enteró de la versión del Reinado que acaba de celebrarse, siendo un gran esfuerzo el de Telecaribe. No fue una producción de aplaudir, ni siquiera el comienzo tratando de ponerlas a volar como mariposas y menos haciendo muecas en su presentación. Todas silvestres.De las 26 candidatas no había una que ameritara un desmayo por su impacto y belleza. Silvestres.Las cinco finalistas: Atlántico, Bogotá, Bolívar, Cartagena y Valle, que fue elegida como Señorita Colombia. Por primera vez en la historia del Reinado, un departamento cuenta hoy con dos Señorita Colombia, la que irá en diciembre a Miss Universo y la elegida el lunes en la noche.En las calles de Cartagena no se vio el jolgorio y la alegría, el buscapié y los disfraces desaparecieron, el Hilton se vio solitario y la prensa no registró nada. Desde hace rato se le viene diciendo a don Rai que el Reinado necesita una reingeniería ¿Y quién le pone el cascabel al gato?
El que más convocaJorge Duque es uno de los diseñadores que puede estar perfectamente en la carpeta de moda Colombia como uno de los mejores. Es un chico paisa con mucho talento creativo, se puede decir que tiene la “musa” a flor de piel. Es de los pocos que es atractivo en la convocatoria. Anuncian a Duque y todo el mundo quiere ver su pasarela. Es un diseñador atrevido con la propuesta de materiales y es perfecto en el tema de la “confección”, esto quiere decir que a él se le puede ver una prenda al derecho y al revés y no se le encuentra una putada que no esté en su punto perfecto. Es arriesgado, es de los que maduran una idea y le dedica todo el tiempo a desarrollarla. Este es el caso de esta pasarela que le acabamos de ver en B-Capital.Una musa gringaEl cuento de la “inspiración” que los diseñadores cuentan a la prensa, es un cuento que no me he creído en los años que llevo viendo y escribiendo sobre el tema moda. Tengo mis razones.Además, no es obligatorio que un diseñador se invente un cuento de hadas, o el drama de una Opera para ponerla a caminar en exactos 15 minutos. Y viendo lo de Duque, fue más el revoltillo de comentarios que causó, que la historia que se dio a entender, que no la entendió nadie. ¿Pero una pasarela es para entenderla? No. Una pasarela es para disfrutarla en toda su dimensión.Duque bautizó su colección con el nombre de: MisturaEl diccionario Larousse define la palabra como: MezclaSu musa viajó esta vez a la tribu de los indios Hopi en territorio de Arizona en los Estados Unidos.Y fue así como la gran mayoría vivió la escena envuelta en luces, los sonidos musicales de diferentes composiciones para 43 look, confeccionados a la perfección entre flecos, transparencias, piedras brillantes, tachuelas, sedas, poliéster, lurex en diferentes siluetas que llegaron a marcar desde el ceñido al cuerpo a la amplitud total de varios metros de textil, vestidos y pantalones, cortos y largos. Perfecto y acertado el nombre, una variada mezcla para todos los gustos, incluido los colores del negro al rojo, del azul al amarillo y un vestido naranja que todavía me pregunto… ¿qué hacía en la pasarela? Pero a Duque hay que verlo. Y hay que verlo porque su maestría es el manejo que hace de la mezcla de los infinitos materiales que escoge y lo vimos perfecto en esta pasarelaLos expertos opinaron:CATHERINE VILLOTA-EDITORA DE MODA: Duque es un creativo experimental, su sello no es solo lograr con maestría estas confecciones, sino experimental con materiales no convencionales dentro del universo de la moda, materiales industriales o de ferretería y volverlos aspiracionales, muy femeninos, muy fashion, este es su gran valor como creativo. A esto le puesta a diseñar a mujeres arriesgadas de vanguardia, muy seductoras sin perder esa sensación de atracción, como esos corsé muy emblemáticos. La colección de Duque siempre me causa emociones encontradas porque tiene piezas muy especiales muy destacadas de mucho diseño que emocionan, pero también tiene piezas que a mi ver, rompen con el hilo conductor de una colección. Jorge de alguna manera no tiene ese hilo conductor de concepto y uno se pierde a veces y creo que se rompen historias, esta es mi mayor crítica. Creo que é necesita dentro de su proceso creativo emocional y dinámico poder tener una parte racional que le permita editar.WILLIAM CRUZ-INVESTIGADOR E HISTORIADOR DE MODA: Es una pasarela multidiferencial esto quiere decir que toma muchos elementos en conjunto para crear su visión de feminidad que el proyecta que es bastante exuberante…Yo creo que era una colección bastante poderosa en lo que se puede considerar su segunda parte en donde había un estallido de color y un material de linóleo que es tan solo un ejemplo de la maestría tecnica.de Jorge que es un factor decisivo de su trabajo y esto es una maestría técnica que tiene él. Y en cuanto a sus referencias uno esperaría que fuera más concreto, más de conectar el discurso verbal con el discurso visual que es finalmente los vestidos que uno ve, pero sin duda es una colección importante y destacable en el evento en sí.PILAR LUNA-DIRECTORA INFASHION-CODIGOMALVA: Como siempre, Jorge experimenta con muchos materiales para sus colecciones y en esta en especial, jugó con gran cantidad de elementos que enriquecen mucho cada una de las prendas que elabora y lo hace ir a la vanguardia. Su constante búsqueda e investigación y su gran conocimiento del cuerpo permite que las siluetas sean siempre sorprendentes, sin perder el toque femenino de sus mujeres. Jorge logra hilar muy bien elementos tan diferentes como una cultura indígena norteamericana (su puto de partida) con movimientos estéticos de los años 80, como el glam, presente siempre en sus colecciones. Esta colección caminó por todos esos mundos con una sintonía única logrando que todas esas ideas que siempre le retumban en su mente crativa, se hile muy bien.
Que la expresión de poner los trabajos de los diseñadores en pasarela es importante, nadie lo duda. En las pasarelas es donde se puede apreciar el talento, creatividad, riqueza de materiales, accesorios, además de todo un enjambre de puesta en escena que incluye como artista principal el profesionalismo de una modelo. Todo esto es de un valor infinito, tan real como que pensar, diseñar y poner esto a pie puntillas en solo 15 minutos vale un jurgo de millones. Es valioso por eso que la Cámara de Comercio de Bogotá les diera el apoyo económico a los diseñadores de esta segunda versión.LA LOCACIÓN: estupenda en el Centro Comercial Ágora con capacidad para mil personas muy cómodamente sentadas.LA PARRILLA: muy irregular, faltaron verdaderos diseñadores colombianos. Alianto, invitado internacional, inauguró; y cerró Juan Pablo Socarras. Dos cierres con joyería y marroquinería.LAS MODELOS: impecable y profesionales de InformaModelsLA PRODUCCIÓN: plana, hizo falta el direccionamiento de algo que verdaderamente resaltara. En muy pocas salidas la música fue aquello que llegara e hilara en movimiento.DIVULGACIÓN: para algo tan importante fue muy pobre ya que se ignoró totalmente a la prensa especializada de las principales ciudades, ignorada del todo ya que no enviaron ni un solo boletín, ni fotos de actividades.DISEÑADORES: para resaltar como invitado Alianto; colombianos, Isabel Henao, Mullier, Juan Pablo Socarras y Faride Ramos.OBJETIVOS: una visión a futuro de más comercialización, de más asesoría en lo que es el negocio de la moda.UNA GRAN FALLA: la ignorancia de la prensa nacional y el pensar regional solo para la capital.PARA APRENDER: cuando asistimos a una pasarela internacional solo nos dicen que el diseñador es italiano, español, francés…no de que región es.
El legendario modisto francés Hubert de Givenchy, fundador de la 'maison' homónima, murió el pasado sábado a los 91 años, informaron medios franceses, que citan un comunicado de la familia.'Monsieur De Givenchy se apagó mientras dormía el sábado 10 de marzo de 2018. Sus sobrinos y sobrinas comparten su dolor. Las exequias se celebrarán en la más estricta intimidad', señala el comunicado.La familia indicó que 'en lugar de flores y coronas' el difunto 'habría preferido una donación a Unicef en su memoria'.Más noticias:Bio le nciade Anamnésico Teatro: desde cada yo teatralEmpezó trabajando para Jacques Fath y luego sucesivamente para Robert Piguet y Lucien Lelong antes de entrar en Elsa Schiaparelli, donde rápidamente se convirtió en director artístico.Un papel fundamental en su obra lo desempeñó su encuentro en 1953 con Audrey Hepburn, a la que prestó varios modelos para su película 'Sabrina'. La actriz sería en 1957 la imagen del primer perfume del modisto francés, 'L'interdit'.Otra figura importante que marcó su biografía fue la del costurero español Cristóbal Balenciaga.
NUEVA YORK DESLUMBRANTEEl bloque americano entra en escena con las pasarelas que pronostican lo que vendrá para el próximo tiempo, en la ciudad de Nueva York. Es una de las pasarelas que entra en el calendario mundial de las semanas de la moda junto a Milán, París, Londres. Aquí desfilan los novedosos, los que en las vitrinas atraen y hacen mover la registradora porque en Nueva York, todo es business.Del otro lado del continente llegan diseñadores orientales y españoles. Pero esta vez la que se hizo dueña de la pasarela, de las noticias de primera en prensa y revistas de moda, fue la diseñadora venezolana, Carolina Herrera.Una mujer con estilo propio en su manera de vestir, siendo ella misma la marca de su trabajo: elegante, glamorosa, clásica y discreta. Estilo que imprimió siempre y con el que hizo historia sobre todo con sus camisas y faldas. Su eterna e impecable camisa blanca. Un estilo atemporal. El atelier Carolina Herrera ha tenido distinción desde que comenzó a trabajar por su pulcritud, elegancia, perfección en cada uno de sus diseños que han vestido mujeres importantes de la realeza, del cine y de diferentes gobiernos, una de ellas Jacqueline Kennedy por mucho tiempo.La noticia fue sencilla, amable, fina al estilo de ella: “dejo de ser la cabeza del atelier, pero no me retiro, doy un paso adelante, voy a ser la embajadora de la marca en todo el mundo”. En su lugar deja a Wes Gordon, que ha estado trabajando con la diseñadora en los últimos tiempos.Esta mujer venezolana que desde niña ha tenido sus ojos pegados de la moda por la enorme influencia de su abuela, María Cristina Passios de Niño, la misma que la llevó a la edad de 13 años a un desfile de Balenciaga y de la que siempre recordaba haberla acompañado en París a largas sesiones de pruebas de sombreros en Rose Vallois. Es la Carolina que un día dijo: “La moda es fascinante, hay que tomarla despreocupadamente, no es algo intelectual, existe para agradar la vista”Otros invitados a la pasarela neoyorkina: Taoray Wang, Christian Siriano, Son Jung Wan, Custo Barcelona, Jason Wu, Agatha Ruiz de la Prada, Ralph Lauren, Zimmermann, Zadig y Voltaire, Badgley Mischka, Calvin Klein, Phillip Lim. Ellos en pasarela con sus creaciones para el otoño-invierno del 2019 que se pronostica con mucho frío.
Reto de innovaciónHace tres años surgió por primera vez el programa Épica, resultado de esa afortunada alianza que siempre ha existido entre el sector privado y el sector público, en este caso entre la Alcaldía de Medellín y el instituto Inexmoda.Un programa que ha permitido que unos 55 empresarios, gente joven, con sueños y aspiraciones de tener una empresa con una rentabilidad, de querer ver sus productos en el exterior, tener influencias competitivas e innovadoras, jóvenes que están en el sistema moda, tengan ese empujón de fuerza que los ubique en la realidad de lo que verdaderamente es el negocio de la moda.Épica es el programa que lidera la Alcaldía con su Secretaría de Desarrollo Económico, que los capacita para alcanzar estos sueños.El miércoles pasado en un acto muy especial liderado por Inexmoda y la Alcaldía, los participantes de estos tres años recibieron la certificación de haber logrado ese estilo épico en sus negocios. Un ejemplo atractivo es la carrera de diseñadores de Andrés Pajón y Cartagena, quienes por primera vez en el 2015 presentaron su pasarela en Colombiamoda verano 2016, la misma que luego se presentó en México y en Nueva York. Ellos no se lo podían creer, fue un éxito en ventas, les sonó la registradora, tenían en ese entonces ocho personas trabajando en su taller y hoy día cuentan con 18, con una segunda pasarela en Colombiamoda y con muchos viajes como diseñadores invitados. Todo por haber hecho muy bien la tarea con el programa Épica. Así, varios ejemplos de jóvenes emprendedores que han sumado hoy en el desarrollo del sistema moda con nuevos y novedosos emprendimientos.Una fórmulairresistibleEn el campo masculino, la marca Gef, acaba de hacer la presentación de su colección para estas fechas de dos meses en que el tema es estar un poco más tranquilos, pero siendo muy firmes con cada prenda a elegir. Una colección en donde lo formal se ve atractivo, pero sin acartonamientos y lo informal da en el blanco de varias pintas que se pueden combinar con esas chaquetas denim o en materiales de fibras especiales. Hombres muy masculinos en donde las tendencias no discriminan.
Paula MendozaSus diseños de joyas eclécticos rinden homenaje a Colombia y con este trabajo que ella elabora aquí en su país, sostiene a nueve familias de expertas manos de artesanos que han trabajado con ella por más de catorce años. Uno ve las joyas de Paula e inmediatamente identifica esos símbolos culturales que cientos de años atrás trabajaron tribus de nuestra tierra con puro oro. Diseños que ella estiliza y a los que le da un toque de su imaginación y personalidad en perfecto pulimiento y en un tamaño que habla por sí mismo: joyas grandes para que se noten.Hace años vive en Nueva York, pero siempre tiene ese hilo invisible que la trae a su tierra, sus diseños se venden en 42 tiendas, unas de ellas de prestigio en el mundo de la moda, como Net-a-porter, Moda Operandi, Bergdorf Goodman y Harvey Nichols. Diseños que también han sido reportados en las prestigiosas revistas de moda como Vogue, Elle y Harper Bazaar.En el 2015 Paula Mendoza recibió un valioso reconocimiento de la Presidencia de la República y de la Cámara de Comercio de Bogotá, por su trabajo y compromiso con su país. Reconocimiento a los emprendedores que han sido exitosos en el exterior y esto no se consigue sino con talento, creatividad y perseverancia.Esta colección con el nombre de “Lanimi” es un homenaje a la protección de los indígenas colombianos, colección basada en símbolos utilizados por los indígenas del Putumayo, homenaje a la Madre Tierra.Carlos CortésEs colombiano y vive hace 24 años en España, él es el creativo de la marca Polite. Cuando desfiló por primera vez en la pasarela de Colombiamoda, sorprendió.Ahora, con su nueva colección en dos tiempos, otoño-invierno y primavera-verano, vuelve a tener el reconocimiento de un talento que pone en alto la moda con creatividad, pensando en un proceso evolutivo de lo que se está viviendo en el momento, esa moda que uniforma, que se suelta con facilidad de los escaparates, que es la moda de la globalización.Él va más allá y se arriesga a poner a caminar al individuo que sabe ser único, sin importar el género que clasifica y califica. Por eso sus modelos salieron de rostro tapado, porque no importaba quien fuera “él o ella” su colección es el individuo en primera persona. Colección con interesante mezcla de texturas en lo que Polite se diferencia. Una propuesta de lujo, con un tema social que se debate hoy día, prendas de siluetas atractivas y atrevidas, que importa es quién las vista.