Distinguidísimo y admirado Dr. José Hilario: Interesante su idea de esbozar una historia general de la Humanidad ¡¡en una columna de un diario!!Lea también: Del homo habilis a la ingenieríaMe pareció bastante completa... Incluyendo el dominio y uso del fuego, (a lo que añado fecha: 2'000.000 ac). Y mi entusiasmo y mi incontrolable tendencia a comunicarme con las personas interesantes, hace que no sea capaz de frenarme el impulso de pedirle que añada algunos detalles crucialmente importantes: el desarrollo y surgimiento del Homo Sapiens, 150.000 años antes de Cristo. La domesticación de animales, 12.000 años ac. El inicio del cultivo vegetal en grande, o sea la 'agricultura', de la cual cabe mencionar la fecha, aunque aún se discute si fue 6.000 años ac. o un poco más. Y muchísimos siglos antes del período de los neandertales (que sí se mencionan), se va dando la salida de África en varias oleadas y direcciones, por 2 ZONAS de CRUCE : hacia el norte, por las islas del Mediterráneo y por las costas de Israel y Líbano; y al sureste del área anterior, por el sur del Mar Rojo, a la península Arábiga, hacia al Medio Oriente cercano, Irak, Irán, Afganistán, Pakistán...y más allá hacia China y las islas del Oriente lejano, (de todo lo cual no es posible incluir detalles adicionales, por numerosos). El invento y uso de la ESCRITURA, en Mesopotamia, 5.000 años ac... El monoteísmo, aproximadamente 2.5000 ac.Y tras hacer mención del florecimiento inicial de la filosofía en Occidente, así como de los sistemas sociológicos y políticos que crean y establecen reinos, países y ciudades, ¡¡resulta indispensable mencionar el nacimiento del cristianismo!!...el cual, como estamos parados en él, no lo vemos en perspectiva, y casi siempre se deja sin mencionar como parte de una lista de la historia pasada...!!Y aunque ya mencionó a los Neandertales, estoy segura de que, en su próximo panorama, cuando llegue el verdadero turno de mencionarlos, también mencionará tras estos, a nuestros tataratatarabuelos, los posteriores y profusamente decisivos Cromañón.Al igual que todos sus lectores, quedo a la espera de su prometida segunda parte, segura de que volverá a ser un interesante y ameno repaso de la historia que poco a poco vamos olvidando... ¡¡Para recuperar, si nola juventud, al menos aquellos placeres intelectuales y la fascinación de alimentarnos la mente con la avidez de los años pasados!!!Vea también: Dos hermanos paisas con fama internacional
“¡Cómo está de buena nuestra orquesta!”“¡Y saber que tenemos directores y solistas paisas en los escenarios internacionales! ¡Qué maravilla!' Estos podrían ser los comentarios de todos los amantes de la música clásica de la ciudad. Este es un gran concierto de la Orquesta Filarmónica, con Alejandro Posada dirigiendo y Sergio Posada, su hermano y gran solista, al piano.Lleno completo, que rara vez se logra: ¡eso corrobora el prestigio y la fama internacional de ambos! ¡Aquí sí hay público y si sabemos quién es quién!Comenzamos con Mozart; Concierto 17 (piano), es la partitura, pero esta, no está en el piano: Sergio Posada toca las tres obras con las que participa, de memoria.En Posada, la intensidad de cada frase, entretejida a la sonoridad que logra arrancarle a cada nota de su (al parecer rígido) instrumento, es, de por sí, ya una declaración importante. Y según la belleza de cada melodía, su expresividad lleva al énfasis emocional que siempre aflora en sus actuaciones. Porque todo gran intérprete de cualquier arte, transfiere con su propia expresividad, el trasfondo de sus emociones, que son los elementos básicos de su persona, su personalidad, y su cultura.Así, en los pasajes 'presto' del Allegro, (1er movimiento), brota su efusividad, y asoma la 'persona', mientras muestra, además el inmenso talento, la agilidad, el intenso estudio de toda una vida, la práctica, y el virtuosismo.Y el mismo énfasis subrayado en el Allegro, se siente en el Andante, pero ahora, en su lentitud, sabe expresar paz y solemnidad.Entretanto, en el podio, el director, Alejandro Posada, sereno pero acucioso, empeñado en los detalles, y prolijo, para un exuberante Mozart.Lea también sobre las acciones del maestro Alejandro PosadaEste evento ofrece dos 'Conciertos' que (como ustedes saben), son piezas en las cuales un solista lleva el mayor peso protagonista, a través de sus tres o más movimientos. Es algo poco acostumbrado programar más de una obra para solista en la misma noche, porque, obviamente resulta ser una tarea bastante impositiva y extenuante para este. Y agravando estas duras exigencias, el segundo concierto escogido es una pieza muy difícil, de gran complejidad y que exige una interpretación muy vigorosa y de inclemente virtuosismo...Y como si fuera poco, Sergio Posada prepara además un preludio de Bach para ofrecérnosla como Encore.Pasar de la equilaterilidad de Mozart a la modernidad de Ravel, en esta dificilísima obra, El Concierto para piano en Sol Mayor, se puede considerar, en el mundo pianístico, algo heroico. Es una dificilísima obra, que atrapa al solista entre un complejo y exigente laberinto vertiginoso de lectura e interpretación, en su mayor parte tronarte e imponente, que requiere extrema intensidad en la expresión. En muchos pasajes pareciera que en vez de un rígido piano, nuestro solista se enfrentaba a una caja llena de vidrio fundido, donde metía los dedos, para sacarlos vertiginosamente, colgando de las manos, y chorreando hileras de prismas de cristal derretido que se volvían música mientras se evaporaban, segundo a segundo, sin que el ejecutante pudiera respirar, ni los espectadores alcanzaran a ver con claridad la imagen del fenómeno de la música ¡cristalizada!Y para empeorar, es necesario que haya ahondado en los giros estilísticos e idiomáticos del incipiente modernismo musical de Ravel, para que quiera y pueda medírsele a una partitura paticoja, exuberante de traspiés y ritmos de contorsiones inesperadas. Se requiere un solista adaptable, aventurero, seguro, muuuuuy ágil, y extremadamente ¡virtuoso! Con todo lo cual cumple magistralmente Sergio Posada. Y para que sea aún más sorprendente, ¡¡toca esta complejísima y abigarrada obra de memoria, sin partitura!!Y tras las caóticas cataratas del movimiento tan 'Allegremente' interpretado, Sergio Posada, como si tuviera un interruptor eléctrico en el cerebro o en el espíritu, es capaz, al instante, de entrar en el 'Adagio assai' ¡con la serenidad lenta y romántica de un poeta!Entre tanto su hermano, el maestro Alejandro Posada, dirige con una capacidad de expresión de igual calibre, y de esta unión uniforme, surge un movimiento vibrante que eleva la música a un nivel de canto espiritual.Atento al detalle y a cada ejecutante, sección, e instrumento, Posada entreteje la orquesta y la música deshilvanando la compleja partitura como si para él solo fuera repetir un rompecabezas infantil que se sabe de memoria.Puede interesarle sobre la dirección de Alejandro PosadaVolviendo al solista del piano, aquí lo admiramos en el 3er movimiento, Presto, de nuevo complejo, vertiginoso y difícil.¡Pero Sergio Posada no parece tener ninguna dificultad, y lo vemos empeñado en entregar su contexto, expresado a través de tan abigarrado texto!¡Estruendosos y entusiastas aplausos! Más como ya lo dije, como si fuera poco, ¡un encoré sagrado ! Y otra proeza de la memoria (sin partitura), y del talento: ¡Un Preludio de Juan Sebastián Bach! ¡Aaaah!¡Me ha tocado registrar un evento inolvidable: ¡Sergio Posada por tres !¡Y todavía no se acaba! La orquesta afina, el Maestro Alejandro Posada sube de nuevo al podio para la Sinfonía No.2 Pequeña Rusia, de Tchaickovski.Desde sus inicios, nuestro paisa, el Joven Director, es ágil, atento al detalle, asertivo, profuso y efectivo. Y, además, cada año va adquiriendo más y más carácter, y mayor fuerza de expresión. Esto es, en última instancia, lo que le da carácter y excelencia a la música que produce… Si el director es enérgico, la orquesta lo será !El maestro Posada se mantiene atento a cada entrada de cada sección, y de cada instrumento solista, ¡con sus gestos modela cada matiz de la expresión, ajusta el volumen, controla toda la percusión, es, realmente, el creador! Atender el profuso y detallado desempeño del Director Alejandro Posada, quien, como ninguno, multiplica su atención en tantos factores simultáneamente, se vuele casi tan interesante como escuchar la música muy atentamente.Es claro porqué estos dos hermanos, en las listas de sus actuaciones internacionales incluyen España, Viena, Milán, Checoslovaquia, Alemania, Austria, B. Baden, Bulgaria, Rumanía, Moravia, Monterrey, Miami... Y varios premios internacionales, discografía y dirección de docenas de solistas muy famosos, tales como Lang Lang.Y aún siguen siendo, entre su público paisa, sencillos y cordiales y accesibles, ¡los entrañables amigos de siempre!
Adrián Chamorro era, en los años sesenta, un muchacho de Bogotá, de 13 años, que estudiaba violín y que vivía con su tía, la violista de la Sinfónica de Antioquia, Olga Chamorro, (q.e.p.d.). Después de sólo 4 años aquí, se va a estudiar violín en Rusia y cuando termina, se queda en París.Forma un conjunto de cámara y lo dirige; son excelentes, en pocos años están tocando en los teatros más importantes de la 'Ciudad Luz'.Yo vivía en Nueva York, y un día escuchaba la emisora clásica más importante de la ciudad, cuando van anunciando una obra de Rameau, dirigida por ¡Adrián Chamorro! Aunque estaba sola, el grito de sorpresa y alegría que me escuché...pudo oírse en Medellín.Han pasado 47 años, y durante este lapso, Chamorro, el niño violinista, se convirtió en el maestro Chamorro, director de orquesta. Una y otra vez viajó a distintos países para lograr que famosos directores le dieran clases maestras personales durante repetidas temporadas.Ahora lo tenemos en Colombia, con el nombramiento de director de la Orquesta Sinfónica de Cali, y en especial, con la invitación para dirigir, dentro del Año Colombia-Francia 2017. La semana pasada escuchamos el concierto de apertura de temporada de la Sinfónica de Antioquia, la orquesta juvenil que claramente se lució con su perfecta ejecución.Desde los primeros momentos y movimientos quedamos sorprendidos por la dirección enérgica y amplia. Gestos exactos, claros, significativos. Primero, escuchamos dos oberturas de obras de Rameau, y en medio un solo de clavecín del mismo compositor. Lástima que la acústica es muy pobre. Siempre he dicho que en este Teatro el intérprete que desea ser oído debe colocarse al filo de donde quedaría el telón de boca. A seis pies del borde del escenario. Si hubieran ubicado el clave enfrente y no al centro, hacia el fondo, se hubiera escuchado, y también se hubiera visto. Claro está que en música lo importante es el sonido, pero en concierto, también importa la visión: se trata de un espectáculo. La clavicembalista, Maude Gratton, tocó con serenidad y limpieza, bien dentro del estilo interpretativo francés de la época de Rameau. Lo mismo se notó de la entrega orquestal de las dos oberturas de Rameau, que palpitan con el ritmo musical de su siglo XVIII.Nuestro director es especialista en la interpretación de la música del período Barroco, lo que es obvio al atender estas piezas. Y la orquesta en sus manos se siente excepcionalmente bien acoplada.Y pasamos a la Sinfonía No 82 'El Oso', de Joseph Haydn. ¡Muchísima más energía! Gran expresión de las cuerdas altas, contra-atacadas por la seguridad imperativa de las cuerdas bajas. A tramos, notas de acento delicado y juguetón. El director hizo que se destaque claramente este contraste. Resultó fascinante la energía impositiva que le imprime su gesticulación plena de impulso y significado. Es una manera de dirigir que yo jamás había visto. Es obvio que se trata de un director sui-generis.En el segundo movimiento, se presenta un compás aún más penetrante. Pero se logra que la gracia de la melodía alcance a sobresalir junto con el compás. En las mentes, los asistentes estamos danzando.Adrián Chamorro el Director, es un tejedor de música.El tercer movimiento, es un Minueto. Definitivamente nunca he escuchado y visto dirigir a Haydn de manera tan exacta y deliciosa. En el Finale, Vivace, logra extraordinaria energía con un lenguaje alerta y entusiasta. Más volumen y también más virtuosismo en las dificultades de las frases de cada instrumento. Los jóvenes de esta orquesta están demostrando que son capaces de gran lucimiento. Y es notoria la cohesión entre una sección instrumental y otra. Los pasajes heráldicos espléndidamente proclamados, con el respaldo de la percusión para un gran finale.Tras el intermedio, el maestro Chamorro se convierte de nuevo en violinista emérito, aunque además, aún va a liderar, ahora, el conjunto de cámara que forma con los 4 invitados de la Orquesta de los Campos Elíseos de París. Violín, oboe, fagot, chelo y teclado: un cuarteto, con clavecín. Lo que sobresale en la versión de este conjunto es su purismo, en la manera de emitir de los vientos, en el acento de las cuerdas y el énfasis en el ritmo. En cuanto el clave, aunque lo trajeron adelante, aún no lograron ubicarlo afuera del marco del escenario y no se podían oír bien los detalles de la ejecución como para comentarlo.Y finalmente, la obra cumbre de la noche: y sí, es Carmen, de Bizet... pero en las versiones para orquesta acopladas por Ernest Guiraud, amigo de Bizet, después de su muerte: La Suite No 1, y dos arias de la N 2. Fue un error inconveniente anunciar el concierto como 'Cármen de Bizet'. Hay tres maneras de ofrecer una ópera: la obra completa, con todos los elementos escénicos, (actuación, vestuario y escenografía); la obra musical entera, con orquesta y cantantes, lo que se llama 'ópera-concierto', y la música orquestal únicamente.... que en el caso de esta obra, es la versión de las dos suites presentadas. Por la manera como anunciaron el evento, hubo gran confusión. Mucha gente no quiere sentarse a escuchar una ópera 'cantada', con los cantantes filados de frente, y sin acción... Lo consideran absurdo, y aburrido. Muchos creyeron que los artistas de las fotos eran los cantantes; (en los anuncios de 'correo' no figuraban con el dato de sus instrumentos). Aún ya en medio concierto, se esperaba que aparecieran los 'cantantes'... Pero la mayoría de la gente, sí se hubiera dado cuenta a priori, de lo que se trataba, si lo hubieran anunciado por su nombre: Las “suites”, además el programa de mano debió enlistar los títulos de cada pasaje y aria, pero nos dejaron a merced de la memoria.Mas...comencemos ya con el comienzo: Sorprendente el impulso con que el maestro 'abre' la 'obertura”, qué finura de sonido en la exposición de los temas, qué sabor. Los solos de los vientos en 'Toreador' fueron excelentes. La sección de percusión, potente, sonora y muy exacta.Y no olvidemos que el más importante trabajo del director no es en el concierto, sino en los ensayos, etapa en la que se puso intenso esfuerzo y gran excelencia. Además, es justo mencionar que en la preparación también colaboró el director titular de la orquesta, Andrés F. Jaime.He escuchado Carmen docenas de veces, en ocasiones presenciales ante las mejores compañías del mundo, y en sesiones meramente auditivas, pero jamás nada igual: ni en sonoridad, musicalidad, precisión, ímpetu, energía, vigor, efusividad, expresividad, sabor. Qué orgullo, cuánto entusiasmo y admiración, confirmar que tenemos un muchacho medio medellinense, que es el excelente director de una importante orquesta de París.Nota: Lamentándolo mucho, el concierto de despedida de Blanca Uribe, una de las más admiradas e importantes pianistas colombianas, no lo podré comentar, porque no pude alcanzar boleta.