Y no vino la calma

Autor: Tomás Castrillón Oberndorfer
23 noviembre de 2019 - 12:01 AM

Luego de las pasadas elecciones, se esperaba por aquello de que: “Después de la tormenta viene la calma”, que volviera a imperar un verdadero ambiente o clima de calma

Medellín

Esta columna se escribió antes del jueves 21 de noviembre. Respecto al “paro” y/o marcha, viene a la memoria que hace unos años hubo una gran movilización en contra de las Farc, se pregonaba: “No más Farc”, y entonces ¿en que andan ahora? Andan hasta en el Congreso legislando y usufructuando las mieles de la impunidad con la JEP. ¡Para eso sirvió aquel paro lo mismo que el NO del plebiscito!

Lea también: El día después

Luego de las pasadas elecciones, se esperaba por aquello de que: “Después de la tormenta viene la calma”, que volviera a imperar un verdadero ambiente o clima de calma y sosiego, pero las múltiples circunstancias y hechos, empezando por el amenazante paro del 21 de noviembre, hicieron que se viviera, justificadamente, un verdadero clima de tensión y preocupación.

Hay que agregar otros hechos como el debate que el senador Roy Barreras le hizo al exministro de defensa. A propósito del senador Barreras, en una brillante columna el destacado columnista Darío Ruiz lo identifica y describe tal cual es.

Debido a los cambios en las gobernaciones y las alcaldías, se establecieron las consabidas “comisiones de empalme”, en algunos casos demasiado numerosas como ocurrió en el departamento de Antioquia.

Es claro que, a la manera de los toreros, que andan con su cuadrilla, los futuros gobernantes también andan con su grupo. Entonces surgen preocupaciones cuando se ven algunos personajes integrando tales grupos de empalme. Es el caso, por ejemplo, del grupo de empalme del señor gobernador en donde figura quien fuera su director de planeación en la Alcaldía. Sucede que este personaje consideraba que hay que “mirar a Medellín como un laboratorio territorial y social rico en experimentos”, ¿cómo los Parques del río? Y ¡claro! existe la preocupación porque transformen al departamento de Antioquia en otro “laboratorio”. ¡Amanecerá y veremos!

También es preciso dar una mirada a lo que dejan “los que salen”. A nivel departamental hay que empezar el análisis considerando la “contingencia” de Hidroituango, y viendo como “se alborotó el avispero” con las denuncias de la Contraloría y las sanciones de la CREG, a lo que hay que sumarle el último fruto de “pensar engrande” del señor Gobernador, cuando propone que se le vendan las acciones del departamento a las Empresas Públicas de Medellín. Las primeras reacciones del gobernador entrante y el alcalde saliente se refieren a inoportunidad y a “galimatías. De nuevo ¡Amanecerá y veremos!

Son numerosas las frustraciones del gobernador Pérez: Bajirá, La cárcel de Yarumal, el Central Park, Hidroituango, los mega colegios, etc. Pero hay que tener también en consideración las realizaciones que están en marcha como el puerto en Urabá y el túnel del Toyo.

Por los lados de la ciudad de Medellín, en medio de la característica gran parafernalia mediática, del alcalde saliente, hay que reconocer que en materia de seguridad y de movilidad existen muchas frustraciones. En cuanto al desarrollo de las obras de infraestructura debe recordarse, de nuevo, a la biblioteca España y la absurda carencia de planeación como se manifestó en la construcción apresurada de parqueaderos para los buses eléctricos y los tratamientos tardíos e insuficientes de las glorietas de San Diego y Exposiciones. También surgen preocupaciones por los integrantes del grupo municipal de empalme. Por ejemplo, aparece en dicho grupo el “gurú” de las bicicletas, que ha impulsado la idea de que los problemas de inmovilidad de Medellín se solucionan con bicicletas y, últimamente, con patinetas, estrechando, además, las pocas vías existentes, insuficientes en la actualidad.

Con relación al alcalde que llega, parece ser que la primera gran preocupación ha sido darle una especie de “patente de corso” o visto bueno, consistente en la certificación de que su “independencia” asegura que no pertenece a ningún grupo de extrema izquierda o mejor que no es del grupo mamerto. Se argumenta, además, que: como su grupo de empalme está integrado por prestantes elementos de la sociedad, ajenos a tales grupos, es garantía suficiente de su “independencia”. Se ignora la capacidad de los grupos mamertos para mimetizarse según las circunstancias.

Finalmente es preciso referirse a las acciones tanto del gobierno como del mamertismo en los días previos al día del paro nacional y de las marchas de protestas “fríamente calculadas” por el mamertismo.

Le puede interesar: El día de la quema

Es muy claro que el gobierno se ha mostrado no solo “tibio y timorato”, sino que da la sensación de que no es consciente de sus responsabilidades y que muchos de los altos funcionarios “llegaron a su nivel incompetencia” y, por lo menos uno, ya emprendió la carrera hacia la presidencia. Aprovechando esta circunstancia, es evidente que al frente de la campaña mamerta está la “gavilla mediática”, encabezada por la cadena radial mamerta con la actuación desafortunada de muchos de sus periodistas, incluyendo a las numerosas “pasionarias” con que cuentan en su organización.

En pocas palabras la mencionada cadena sirve de permanente “caja de resonancia” a connotados miembros del mamertismo. “El que entendió, entendió”.

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Lo más leído

1
Columnistas /

“Godos” y liberales

Nuestros partidos políticos se alejan de ideologías extranjeras al mismo tiempo que se dedican a ensalzar...
2
Cazamentiras /

La falsa carta de despedida escrita por Gabo

Desde hace más de una década, usuarios en internet han difundo un texto bajo el nombre de Gabriel García...
3
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
4
Columnistas /

Néstor Armando Alzate y su periodismo auténtico

Hablar de la vida y la obra del gran amigo y colega Néstor Armando Alzate, escritor, profesor...
5
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
6
Justicia /

La verdad de La Escombrera no está en agenda de la institucionalidad

Increíble. Alcaldía archivó información sobre La Escombrera de la 13 y Fiscalía extravió restos de...