¿De qué Paz se la pasa cacareando la propaganda oficial? Es que según las encuestas el rechazo al acuerdo con la Farc es de 80 a 20
En el estado en que están las cosas en Colombia, es necesario redefinir muchos términos, dado el abuso que se hace de algunos de ellos.
Por ejemplo: Sofisma es: “Argumento o raciocinio falso formulado con la finalidad de inducir al error al adversario”, es la mejor definición de la propaganda del Gobierno actual, teniendo en cuenta que, aquí la apariencia es que el adversario no es la oposición, sino el pueblo colombiano.
Asimismo, si Paz es: “Estado a nivel social en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad”, ¿De qué Paz se la pasa cacareando la propaganda oficial? Es que según las encuestas el rechazo al acuerdo con la Farc es de 80 a 20.
Surge también la palabra Conciliar que es: “Poner de acuerdo dos doctrinas” y cabe de inmediato la pregunta: ¿Será que la Iglesia Católica concilió con el marxismo leninismo (Comunismo, Juanito)?
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Y otra pregunta aplicable es: ¿Será que los extremistas ambientales, que bloquean la construcción de obras de infraestructura, van a conciliar con el Eln?
Es claro que también hay que considerar la palabra muy repetida en la actualidad, Reconciliar: “Restablecer la armonía o la concordia entre dos personas o cosas”, y ciertamente hay que reconocer que de eso se trata, pero entre el Gobierno actual y una banda de delincuentes, la Farc, no puede entonces pretender involucrar a todo el pueblo colombiano que, es bueno recordar, rechazó el “tal” acuerdo.
La palabra Polarizar para dar a entender la división respecto a la opinión del pueblo colombiano, no tiene que ver nada con la óptica ni las ondas electromagnéticas y de nuevo, en gracia a discusión ¿Cuál polarización? Si la opinión respecto al Gobierno, sus actuaciones y su acuerdo con la delincuencia se rechazan, de nuevo, en la proporción de 80 a 20.
Y de nuevo aparecen los sofistas del “mamertismo”, los intelectuales “izquierdosos” de cafetería, para insinuar, haciendo uso de un facilismo desorientador, que el problema colombiano se reduce únicamente a dos cuestiones: la baja del precio del petróleo y el enfrentamiento Uribe-Santos.
Ese ánimo desorientador pasa, muy fácil, de los sofismas a las mentiras y a los chantajes, en lo cual han sido expertos movimientos como la Farc, el Eln y tantos otros. Por ejemplo: Han llegado a afirmar que con el “tal” acuerdo, nos “hemos ahorrado” 1700 muertos. ¿Cómo así? Si no hubiera ese acuerdo ¿ya le habrían encimado a Colombia 1700 muertos?
Surgen, además, toda clase de sofismas distractores, “cortina de humo”, para tratar de exonerar al alto gobierno de todos los escándalos que, día a día, siguen apareciendo, porque, si acaso, dicho gobierno “se acaba de enterar”.
El “tal” acuerdo tuvo su origen en un Conciliábulo: “Conferencia secreta e ilegítima”, con garantes algunos de los cuales carecían de toda autoridad moral, y si los protagonistas eran mentirosos consuetudinarios ¿Qué podría esperarse? Los resultados saltan a la vista.
Finalmente, con la visita de su Santidad el Papa, surge muy justificadamente, el temor de que el Gobierno, como le es usual, lo aproveche politiqueramente, organizando otro espectáculo circense para que le dé el “baculazo” de aprobación, al “tal” acuerdo. La Iglesia Católica, ha salido, débil y tardíamente, a declarar que se trata únicamente de una visita del Pastor a su grey. La desorientación es tal que, uno de los más destacados corifeos del Gobierno, ha llegado a afirmar que Su Santidad ha aprobado totalmente el acuerdo, afirmación que es muy difícil de creer y aceptar. Ciertamente su Santidad tiene dos dignidades o papeles: Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado Vaticano. Se cree que su visita corresponde al primero. ¡Amanecerá y veremos!
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