Con pintura, materas, flores y sillas, Medellín le apuesta a generar más espacio y seguridad para el peatón en las vías. Hasta el momento hay ocho puntos en la ciudad y se espera que se construyan otros cuatro, que serán sumados a once redes camineras para generar un ecosistema urbano más ameno para el peatón. El balance de la Secretaría de Movilidad en sus primeros puntos es positivo.
Poco más de un año ha pasado desde que Medellín comenzó a pintar sus calles con la finalidad de mejorar la movilidad. Franjas y secciones llenas de colores se tomaron 8 puntos de la ciudad, y en ellas se ubicaron materas con flores y bancas para generar más espacio público, reducir la velocidad de la vía y evitar incidentes de tránsito.
Es por esto, que a la fecha se estima que sean otros cuatro puntos los que se adecúen próximamente. Serán en los corregimientos, menos en San Antonio de Prado. Además, se instalarán once redes camineras, que con urbanismo táctico conectarían a las estaciones del Metroplús.
Juan Camilo Gómez, Gerente Movilidad Humana de Medellín, explicó que con estas apuestas, que no solo brindan una mejor apariencia a la ciudad, se logra generar confianza y cambios en la cultura ciudadana respecto a seguridad vial: “Los urbanismos tácticos son soluciones de bajo costo, a corto plazo y de alto impacto para la comunidad”.
El balance para Medellín ha sido positivo. Según Gómez, el urbanismo táctico ha puesto su cuota para que la ciudad sea el primer punto del país donde las cifras de accidentalidad se han reducido, reportando que en los primeros cuatro meses del año fueron 14 personas fallecidas menos, 1.040 lesionados menos y 1.008 incidentes menos que durante el 2017.
En el tema de urbanismo táctico, el punto ubicado en el sector de la Consolata, al occidente de Medellín, también consolida una mejoría en materia de incidentes. Carolina González, trabajadora del sector, manifestó que “la cara de este sitio cambió mucho porque los accidentes eran muy frecuentes, a pesar de que todavía se ven imprudencias de parte de motociclistas”.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, eran alrededor de once incidentes mensuales por la alta velocidad y un giro que había de la Avenida Nutibara hacia la Consolata o hacia la estación de gasolina de ese sector. Ahora indicaron que ya van varios meses sin informes en la zona.
La explicación de esto, según Claudia Marcela Aldana Ramírez, magister en Infraestructura y Sistemas de Transporte, es que con medidas de impacto como el urbanismo táctico se logran canalizar los flujos, es decir, que los peatones tengan mayores espacios para moverse, y que se reduzca la velocidad y se eduque a los conductores en comportamiento vial.
“Cuando se comienza a pintar la ciudad se empieza a ver un cambio. Las materas ayudan a aumentar el espacio público para el peatón disminuyendo el espacio de los automotores, por ejemplo, una persona no tendría que cruzar tres carriles sino dos”, aseguró Aldana, quien resaltó también que la labor de disminución de velocidad funciona y previene el riesgo de accidentalidad, aunque se debe intervenir para que los límites no superen los 40 kilómetros por hora, debido a que el rango de 60 sigue siendo muy alto.
Para el concejal Daniel Carvalho, la estrategia muestra una buena voluntad por parte de la Administración Municipal para intervenir ciertos lugares, al tener conocimiento y buen diagnostico. El corporado resaltó el hecho de que los urbanismos tácticos “muestran otra forma de moverse y enseñan que los actores de la vía deben darle más importancia al peatón”.
“Hay trabajo por hacer. Es una buena estrategia que avanza bien, pero falta mucho todavía y hay que buscar más puntos en la ciudad que deben ser intervenidos”, aseveró Aldana.
A dicha tesis se le sumaron el concejal Carvalho y el gerente de Movilidad Humana, explicando que Medellín apenas empieza en este proceso de educación vial y requiere todo un camino de sensibilización que genere apropiación y cultura, sobretodo en el tema de tránsito por estos sectores donde algunos conductores han tenido colisiones con estos elementos como materas y bancas.
“Los accidentes con las materas que se instalan demuestran que muchos automóviles no circulan con el suficiente cuidado por las calles de Medellín”, agregó Carvalho.
Sin embargo, para Gómez, los incidentes con la infraestructura táctica son positivos si se tiene en cuenta que “hoy en día pudo haber sido una matera pero en días pasados pudo haber sido una persona y nosotros preferimos cambiar una matera que lamentar la pérdida de una vida”.
Asimismo, debido a que cada punto se hace de forma económica para el municipio (menos de 50 millones por intervención) el mantenimiento y la reposición de este mobiliario está asegurado con el 10% de estos proyectos. A la fecha, en los ocho puntos que hay en la ciudad (ubicados en las comunas 11 y 14) se han cambiado 10 materas que han resultado averiadas.