Una estructura para entrenamiento en rescate de accidentes de tránsito, un sensor de mordida con información enviada al celular y un dispositivo para cirugía mínimamente invasiva son las nuevas patentes de la Universidad CES.
La Universidad CES inició de manera positiva en el área del desarrollo tecnológico y científico, pues se le han otorgado a los grupos de investigación de las facultades de Medicina y Odontología tres patentes de invención por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio.
Jorge Julián Osorio, rector de la Universidad CES, afirmó: "La universidad ya no es un espacio de enseñanza, ahora es un lugar de innovación, investigación y extensión". Además, manifestó que "si somos parte de la sociedad, tenemos que entregarle a la sociedad lo que nos da".
La primera patente es la Estructura rígida articulada, la cual consta de una pieza que posibilita recrear un escenario de entrenamiento para rescate de vehículos colapsados en accidentes de tránsito por impacto frontal, lateral, volcamiento, entre otros. El diseño permite reponer las piezas cortadas para crear de nuevo el mismo escenario o uno nuevo, ganar habilidades en el uso de herramientas propias de estos trabajos; y diseñar ejercicios para que se desarrollen en un contexto especial de aprendizaje.
La estructura consta de un cubo en aluminio con seis caras que están enroscadas y que tiene un alojamiento para una esfera. Eso permite que se pueda poner un eslabón que se aloja dentro de la pieza, se asegura por medio de la rosca y eso hace que la pieza sea rígida.
El hecho de que sea deformable permite que se puede variar la rosca para darle la forma deseada a las partes del vehículo de entrenamiento.
“Nos encontramos que en términos de rescate y del entrenamiento del personal, patentar el vehículo es limitarlo. La pieza nos da la posibilidad de diseñar otras estructuras que nos sirven para el entrenamiento de los estudiantes. Por ejemplo, yo podría definir una estructura colapsada y con estos dispositivos diseñar una pared, entre otros”, añadió la dra. María Eugenia Jaramillo Londoño, jefe de la División de Atención Prehospitalaria de la Universidad CES.
En el proyecto participaron los investigadores y docentes María Eugenia Jaramillo, Edison Valencia Díaz, Ana María Hoyos Pareja, estudiante de ingeniería Biomédica, de la Universidad CES, y Mauricio Arias Correa por parte de la Universidad EIA.
El mini sensor de fuerza de mordida es un dispositivo que se ubica de manera rápida, cómoda y ergonómica en la cavidad bucal del paciente. Este transmite la información vía Bluetooh a una app conocida como Bite Force 2, instalada en un celular, lo que permite efectuar un diagnóstico más preciso en tiempo real en cualquier lugar del mundo.
“El sensor sirve para evaluar la función del sistema masticatorio. Hoy en día, la gran mayoría de herramientas que usamos son estáticas, es decir, radiografías, moldes de los dientes o fotos. Pero una evaluación de la función en la clínica, prácticamente no hay ninguna que se use de manera frecuente. Son equipos que se utilizan en investigación pero no en clínica. El sensor es pequeño, lo puedo meter en mi bolsillo y medir, una sola persona, en la a la clínica de manera ágil y fácil”, manifestó el investigador Samuel Roldán Restrepo, director del Centro de Investigación, Crecimiento y Desarrollo Craneofacial y docente de la Facultad de Odontología de la Universidad CES y de Texas A&M, College of Dentristry.
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El transductor cuantifica la fuerza de la mordida de los pacientes. La invención está construida en materiales biocompatibles, de fácil adquisición, fácil de reparar y con piezas intercambiables. Por su diseño, forma y tamaño ergonómico permite una fácil portabilidad y versatilidad para el profesional de la salud. La patente tiene una vigencia internacional de un periodo de un año. El proceso de patente fue apoyado también por Ruta N y Colciencias.
La otra patente es el instrumento quirúrgico ergonómico para procedimiento endoscópico el cual consiste en el desarrollo de un mango ergonómico para un instrumento endoscópico, que permita control en la sujeción, rotación y desplazamiento lineal mediante elementos mecánicos para cirugía mínimamente invasiva.
El objetivo de la innovación consistió en el desarrollo de un mango ergonómico para un instrumento endoscópico que permita control en la sujeción, rotación y desplazamiento lineal mediante elementos mecánicos para cirugía mínimamente invasiva.
“Hay dispositivos en modo de tijera que lo que hacen es que abren y cierran una pinza al final del instrumento. Si quiere rotar la punta toca hacerlo con la otra mano activar otra herramienta para poder girarla. Entonces se usan las dos manos para poder accionar el dispositivo. ¿Qué pasa con el nuestro? Que basta con una sola mano para accionar el dispositivo por la forma en que se diseñó”, explicó el investigador David Carmona Zapata, coordinador de la Especialización Promoción y Comunicación para la Salud de la Universidad CES.
El instrumento quirúrgico laparoscópico comprende un mango de agarre ergonómico configurado para orientar la mano de un cirujano en una posición funcional, un mecanismo de accionamiento activado por un dedo y apoyado por el mango.
Con estas nuevas patente, la Universidad CES ya cuenta con nueve y está a la espera de obtener cuatro más, que están en proceso de trámite nacional e internacional.