En la gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) se concentra buena parte de la mejor esperanza que tenemos los habitantes de esta fracción de Antioquia de consolidar los más altos estándares de calidad de vida y de sostenibilidad.
En la gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) se concentra buena parte de la mejor esperanza que tenemos los habitantes de esta fracción de Antioquia de consolidar los más altos estándares de calidad de vida y de sostenibilidad. Temas como la movilidad, la calidad del aire, la defensa de los recursos ambientales, la seguridad, la convivencia y la paz y la articulación entre los diez municipios que hacen parte de dicho valle, son ahora el objeto de sus desvelos. Retos que lidera el doctor Eugenio Prieto Soto, y que sabemos llevará a buen puerto, gracias a su idoneidad profesional y solvencia en el manejo de tales asuntos.
Tres factores claves para los resultados del Área Metropolitana 2016: 1. La junta Metropolitana. Su trabajo articulado y el direccionamiento dado por el presidente Federico Gutiérrez. 2.Confianza y articulación. Con los gobiernos Nacional, Departamental y locales; con las corporaciones, gremios. cámaras de comercio, organizaciones empresariales, sociales y colectivos ciudadanos; e internamente con funcionarios y contratistas. 3. El trabajo unido del alcalde de Medellín y el gobernador de Antioquia y de ellos con el Área.
El director del Amva hace notar la importancia que reviste la adopción de un Plan estratégico de ordenamiento territorial (Pemot), que agrupe los diferentes planes de los municipios que componen la subregión. Existe una Comisión Tripartita que articulará temas que tengan que ver con Medellín, con Antioquia y con el área metropolitana. Espera los primeros resultados para finales de 2017, para que en el primer semestre del 2018 haya esfuerzos consolidados.
El Amva, en cabeza de su director, y con un buen equipo en la línea cuatro de seguridad, convivencia y paz, será el encargado de llevar a buen puerto la implementación de los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y las Farc-Ep y además de presentar alternativas viables para solucionar problemas estructurales en esta materia que perviven en los 10 municipios.
Frente al riesgo de una nueva emergencia ambiental se trabaja para lograr hacia el año 2030 una alianza integral por la sostenibilidad, propuesta que contempla rutas de corto, mediano y largo plazo. Los alcaldes avanzan en la aprobación de un acuerdo metropolitano sobre episodios críticos, para cuando se presente alguna contingencia ambiental, y para saber cómo impedirla.
Sobre las estrategias para el transporte público precisa que la tarifa única no solo es integradora, sino que es equitativa para quienes se desplazan de un lugar a otro en el valle de Aburrá, y que se busca que los trasbordos se puedan hacer con un solo pasaje a través de la tarjeta Cívica, y no pagar repetidamente para llegar a un destino. En ese sentido, se busca un organismo que haga el recaudo y garantice transparencia en el proceso. En otro aspecto, se pretende complementar la medida de los 84 kilómetros de corredores preferenciales para buses, porque toda la subregión debe contar con ellos. La idea es que el sistema de transporte público sea atractivo para la gente.
Advierte que “Tenemos un reto enorme con el transporte de carga, volquetas y las propias motos. Ese tema hace que el material particulado PM 2,5 que no se estaba viendo en la década pasada, sea un reto fundamental en el tema de la salud. Estamos trabajando estratégicamente e integralmente. A comenzar a construir un gran acuerdo de sociedad donde todos participemos”, ha señalado en reciente entrevista periodística.
Con relación al río Medellín avanza una significativa inversión en las plantas de tratamiento de Itagüí y Bello, para tratar de recuperar su oxígeno. Pero alerta sobre la importancia de desatar procesos de cultura ciudadana que impidan el depósito de basuras en las fuentes hídricas. Se trata de una problemática que compete a todos. Además de la cultura ciudadana, es necesario arborizar y reforestar a cuatro manos, con las corporaciones ambientales regionales que forman parte de este proceso de protección del afluente.
En el tema de arborización, Prieto busca sembrar más de 300.000 árboles para atenuar el déficit actual. Advierte que hay desarticulación en su manejo: falta de seguimiento a las compensaciones que tienen que hacer algunas empresas; algunos territorios no se comprometen con el proceso. Se debe ser constante con este esfuerzo para lograr como mínimo cubrir y sobrepasar el índice exigido por las normas internacionales.
Esta es una apretada síntesis del universo de desafíos que ocupan el tiempo, el conocimiento y los esfuerzos de Prieto Soto, como líder de un equipo muy profesional y comprometido con el desarrollo de esta compleja agenda.