A un mes de la posesión de alcaldes y gobernadores de Colombia y ya conformados los equipos de las secretarias de educación, los cuales se encuentran en la etapa preliminar de formulación de los planes y programas de gobierno para los próximos cuatro años, vale la pena recordar el Art. 187 del Plan Nacional de Desarrollo (Ley 1955 del 25 de mayo de 2019) del actual Gobierno Nacional, que ordena la armonización y articulación de la planeación educativa en las regiones, los departamentos, distritos y municipios con lo dispuesto en el Plan Decenal de Educación 2016-2026.

La Ley General de Educación les dio a los planes decenales de educación un carácter indicativo, no vinculante, lo que al final logró que estos ejercicios de planificación sobre la Educación no se reflejaran en los planes territoriales de educación. Con lo dispuesto en la Ley 1955 del 25 de mayo de 2019 el Plan Decenal de Educación 2016-2026 tendrá un carácter vinculante para los distintos entes territoriales.

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Importante recordar que en la formulación del último Plan Decenal de Educación participaron, con aportes, cerca de un millón de personas y tuvo como comisión gestora un grupo de expertos de alto nivel conocedores de la educación, la ciencia, la tecnología e la innovación, incluidos algunos de los sabios de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de 1994.

No es mi interés profundizar en algunos de los cinco principios orientadores o algunos de los diez desafíos consignados en el Plan Decenal, pero si quisiera hacer énfasis en algunos aspectos que se mencionan en dicho Plan como la necesidad de reducir los altos niveles de inequidad y las brechas regionales, avanzar en la construcción de un sistema educativo articulado, participativo, descentralizado y con mecanismos eficaces de concertación, avanzar en la construcción de una política pública para la formación de educadores, dar prioridad al desarrollo de la población rural a partir de la educación.

De la manera en que en los planes de desarrollo educativo territoriales incorporen los principios orientadores y se de paso a proponer programas y proyectos para abordar los desafíos planteados en el Plan Decenal de Educación 2016-2026, así como la manera en que se compromete el presupuesto de los entes territoriales con la Educación, se podrá establecer el grado de compromiso que tienen los gobernadores y alcaldes con la transformación social, cultural y educativa del país.

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Serán los concejales, diputados y sociedad en general los que tengan que hacer veeduría a las iniciativas propuestas en cada Plan Territorial de Desarrollo en educación y verificar que tanto responden a las orientaciones y desafíos que se plantearon en el Plan Decenal de Educación.

Por lo pronto, el Municipio de Medellín ha tomado la decisión de que sean las dos universidades públicas más importantes de Colombia las que tracen la metodología, hagan el acopio de diagnósticos y convoquen a los diferentes sectores con el fin de construir los diferentes planes sectoriales. Esperamos que las universidades convoquen a sus docentes e investigadores y hagan transparente este ejercicio de participación ciudadana para de esta manera se beneficie la sociedad en su conjunto.