Como “consecuencia del pánico que las falsas noticias, desinformaciones y manipulaciones mediáticas han causado en el sector financiero colombiano”, los directivos de la Universidad Autónoma del Caribe tomaron la decisión de suspender las actividades de su sede en Miami.

En esa sede internacional, en estos momentos, se estaban ofreciendo programas de idiomas y de maestría en administración. 

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“Esta decisión, que es dolorosa, no afecta en absoluto el programa de internacionalización académica de nuestra universidad”, agrega el comunicado, en el que se asegura que los estudiantes matriculados en la sede de Miami serán reubicados en otras universidades con el fin de que no vean afectada su preparación.

Vargas Lamadrid insistió al Ministerio de Educación adoptar los institutos de salvamento para obtener los dineros que se encuentran embargados por fiducias, “como la que recauda el concepto de matrículas en la que habría 3.000 millones de pesos que, de ser desembolsados, comenzaría a establecerse la situación financiera del alma mater”.