El pronóstico que permiten las encuestas es nada prometedor para los catalanes. Aun sin el veredicto de las urnas, de Catalunya -Cataluña- llegan voces que auguran poca gobernabilidad, contrario a lo que busca el Gobierno de Mariano Rajoy con el llamado a elecciones: abrir una nueva etapa que salve la fractura política y social en Cataluña causada con el proceso independentista.

Si tras el conteo persiste la dinámica de bloques que muestran los sondeos entre independentistas y constitucionalistas, ninguno de los dos podrá gobernar. Si las elecciones fueran hoy, los independentistas -ERC- conseguirían 63 diputados, no suficientes para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya, una de las instituciones que forman la Generalitat. Al Parlament de Catalunya le corresponde ejercer la potestad legislativa y aprobar los presupuestos.

Los constitucionalistas -Cs-, por su parte, obtendrían 61 escaños. Los dos bloques se verían obligados a conformar coaliciones con otro partido. Para evitarlo, las campañas acuden a los llamamientos al voto útil y a tratar de convencer a todos aquellos que no suelen sufragar.

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Si las manifestaciones a favor y en contra de la independencia se cristalizan en votos, se espera que la participación esté entre el 81% y el 82%, la más elevada en la actual democracia catalána.

Por lo pronto, las encuestas publicadas por los medios de comunicación españoles coinciden en la apretada pugna por la victoria entre ERC y Ciudadanos -Cs-, con mayoría absoluta para ninguno de los dos.

El camino a elecciones

Como se recordará, la convocatoria a elecciones se dio después de que el Senado aprobara las medidas de aplicación del artículo 155 de la Constitución española en Catalunya remitidas por el Gobierno de Mariano Rajoy, luego de la declaración unilateral de independencia aprobada mediante voto secreto en el Parlamento de Catalunya, un mes después de la celebración del referendo de independencia.

El Gobierno español destituyó entonces al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al vicepresidente Oriol Junqueras y a los demás miembros del Consejo de Gobierno autonómico.

Ese 27 de octubre, Rajoy anunció la disolución del Parlamento y convocó a elecciones autonómicas para el jueves 21 de diciembre de 2017.

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Según lo dispone la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), que es la ley electoral española, deben pasar mínimo 54 días entre la publicación del decreto de convocatoria electoral y la celebración de las elecciones.

Veinte días después, los partidos interesados presentaron 17 candidaturas en cada circunscripción, 16 de ellas en la circunscripción de Barcelona (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal -Pacma-, Ciudadanos, Esquerra Republicana-Catalunya Sí -ERC-CatSí-, Partido de los Socialistas de Cataluña -PSC-, Partido Popular -PP-, Diàleg, Candidatura de Unidad Popular, Per Un Món Més Just, Recortes Cero-Grupo Verde, Democracia Nacional, Partit Familia i Vida, Convergents, Catalunya en Comú-Podem, Junts per Catalunya -JxCat-, La Familia Paz y Libertad y Unidos y Socialistas + por la Democracia). En la circunscripción de Tarragona se presentó una lista no presente en las otras circunscripciones: Cilus. Mientras que en Tarragona se presentaron 12 de las 17 candidaturas. En Lérida y Gerona 11. Finalmente, este 21 de diciembre un total de 11 candidaturas participarán en los comicios: 10 en todas las circunscripciones y Per un Mon més Just únicamente en Gerona y Lérida.

Puigdemont, el preferido

Los sondeos publicados muestran que las fuerzas independentistas (ERC, Junts per Catalunya y los antisistema de la Candidatura d'Unitat Popular -CUP-), pierden la mayoría absoluta que tuvieron en la anterior legislatura y que los partidos defensores de la Constitución mejoran en conjunto, pero tampoco alcanzan la mayoría.

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Es probable que Carles Puigdemont, el expresidente catalán, regrese a Catalunya antes de las elecciones para alentar el apoyo a los partidos secesionistas, principalmente al suyo. Carles es el candidato preferido para encabezar el próximo Govern en Catalunya. La campaña de Junts per Catalunya -JxCat- , lleva a un Puigdemont líder en las preferencias. A través de videoconferencias desde Bruselas, Puigdemont alienta a los votantes para que apoyen a los independentistas y reivindicar así la legitimidad del Govern cesado en octubre. Sin embargo, contra Puigdemont pesa una orden de captura por rebelión si pisa España, por lo que esa posibilidad de regreso se observa lejana. Entretanto, el exvicepresidente y candidato por ERC Oriol Junqueras, permanece en una cárcel de Madrid por lo que no pueden hacer una campaña electoral convencional.

En todo caso, el Gobierno español garantizó que los comicios del 21 de diciembre se celebrarán con seguridad y sin eventuales injerencias externas, esto porque las autoridades locales detectaron que desde Rusia y Venezuela se emitieron mensajes a través de internet en respaldo a los independentistas.