Servicio al cliente – Nuevo peso

Autor: Alberto Maya Restrepo
12 marzo de 2018 - 12:10 AM

Dentro de poco tiempo el mercado va a llegar por el hilo telefónico.

Hace poco vimos que Amazon abrió una tienda muy particular en Nueva York. En el reporte de la prensa se vio cómo una dama pasaba por las diferentes estanterías y echaba en una bolsa de tela lo que quería llevar. Al terminar simplemente salió, sin pasar por una caja. Ya en la acera tomó su celular y constató que de su cuenta bancaria habían debitado el valor de lo adquirido. Es un sistema novedoso pero en la era digital cualquier cosa puede pasar. Mucho tiempo ahorra ese método sin filas ante las cajas registradoras, pero es que hay algo que cada vez se ve más limitado. Veamos:
Supongamos que alguien va a un almacén de cadena a comprar X producto y se dirige hacia donde antes lo encontraba, pero esta vez no está allí porque por “tácticas de mercadeo” le cambiaron de lugar con el fin de que el cliente tenga que andar buscándolo y, entre tanto, es posible que se antoje de llevar algo que no pensaba comprar. Como el producto X le es necesario y el tiempo apremia, esa persona decide preguntar a un empleado del almacén. Mira y mira y no ve a ninguno. De pronto ve a una dama que trabaja allí y le pregunta dónde está el producto X. La dama le dice que trabaja para una empresa de lácteos y, de una vez, le ofrece degustar el último queso de la marca. Además, ella nada sabe sobre en dónde están los demás productos diferentes al que está promocionando. Entonces el cliente, tras encontrarse con otro empleado, le resulta que es de la fábrica Z y está allí para verificar el inventario de sus productos en la estantería y, claro, tampoco sabe de los demás artículos en el almacén. Finalmente, el cliente por un ladito, va y le pregunta a una de las cajeras del almacén, pero, como no sabía muy bien, le preguntó al muchacho empacador. Ello se da porque las grandes superficies ahorran en personal y, así, es el cliente quien debe arreglárselas para hacer eficientemente sus compras. Eso sucede a diario.
El novedoso sistema de Amazon va a tener que ser complementado con mayor y mejor ayuda para los clientes, pues ya no habrá ni cajera ni empacador para que colaboren en la búsqueda de algún producto. Por otro lado, ¿será que se acaban las compras “kiliadas” de zanahorias y papas, escogidas por el cliente, y la carne por libras y cortada según su gusto? porque al no haber personal que oriente, o ser muy limitado, ni cajeras que pesen y cobren, todo tendrá que venir empacado y con su código.
Alguien dirá: …pues vaya a la Mayorista. Puede ser una opción, pero no aplicable en todos los casos, particularmente cuando lo que se va a adquirir es poco; además, eso sería pretender negar la coexistencia de nuevas técnicas al ir de compras con el valor agregado de la voz amable que indique al cliente en dónde están los productos de su interés.
Una pareja remodeló su casa. Cuando los hijos vivían con los padres, tenían dos líneas telefónicas. Hoy, para solo los “viejos”, hay una, pero, pese a ello, se le dijo al maestro de la obra que dejara las dos conexiones de teléfono, una para el aparato fijo normal y la otra “porque dentro de poco tiempo el mercado va a llegar por el hilo telefónico”. Para allá vamos.

Lea también: Posible diagnóstico

***

El fiscal General de la Nación propuso la eliminación de 3 ceros a los billetes colombianos. Esa idea no es nueva y hasta recuerdo una conversación con el entonces presidente Belisario Betancur en la que se le planteó hacer eso (corría el año 1983). En fin, la idea del fiscal se basa en que el dinero encaletado perdería su valor al no poderlo poner en circulación. Vale esta pregunta: ¿cuánta moneda colombiana hay en caletas? Por lo visto en varios casos allí lo que hay son principalmente dólares y oro. Luego, la sola razón del fiscal no es tan importante. En cambio, eliminar los 3 ceros traería claridad y facilidad a las contabilidades. Además, resultan estrambóticas esas cifras largas porque si comparamos, por ejemplo, con los vecinos (excepto Venezuela), en Perú un dólar vale unos 3,25 soles; en México unos 18 pesos mexicanos; en Argentina unos 20 pesos argentinos; en Brasil unos 3,26 reales, etc. Me parece práctico el cambio, pero que expliquen por qué hacerlo vale $400.000 millones.

Además: Dólar caro

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