Gobierno ruso mantiene su postura y asegura que no utilizaron armas químicas en duma, por lo que el reciente ataque de EE. UU. a bases aéreas en Duma sería injustificado.
Moscú "no permitirá un nuevo uso de la fuerza" contra el territorio sirio, declaró este jueves el embajador de Rusia en Holanda, Alexander Shulgin, en nombre del Ministerio de Defensa de su país y como respuesta a las amenazas estadounidenses.
"Nuestros socios estadounidenses están amenazando con un nuevo uso de la fuerza contra Siria, pero no vamos a permitir eso", advirtió el embajador en una rueda de prensa en La Haya.
Shulgin reiteró la postura de su país al asegurar que el presunto ataque químico del pasado 7 de abril en la localidad siria de Duma es una "pura acción inventada" y afirmó que las personas que aparecen en los vídeos siendo curadas en hospitales "son actores involuntarios".
Las delegaciones rusa y siria en La Haya llevaron ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (Opaq) a al menos catorce supuestos testigos de lo ocurrido en Duma -ahora controlada por militares sirios y rusos-, entre ellos un niño de 11 años conocido como Hasan Diab.
En la misma conferencia de prensa, este niño aseguró que él "estaba jugando cerca de casa" cuando escuchó gritos y salió "corriendo hacia el hospital por miedo" y fue ahí donde le empezaron a "echar agua" en la cara "cuando no pasaba nada extraño".
Su padre, con el mismo nombre, añadió que él fue a buscar a su hijo y a su mujer al hospital pero no le "permitieron llevarlos" a casa y aseguró que "en el hospital no olía a nada extraño" y que se ha traído a La Haya a toda su familia para "demostrar que todos están bien y lo que se cuenta es mentira".
La delegación rusa en La Haya organizó esta rueda de prensa con todos sus invitados procedentes de Siria, los mostró uno a uno en los vídeos publicados por algunos grupos de la oposición siria y les pidió explicar a los periodistas lo que ocurrió en el interior del hospital el día del ataque.