Los puertorriqueños dieron un primer paso para limpiar la casa. Lo próximo será escoger a alguien que sea capaz de negociar con Estados Unidos.
Puerto Rico vive en medio de una coyuntura siendo Estado Asociado y quienes desde hace tiempo promueven la independencia. A estos últimos se les olvida lo que han tenido que sufrir con una clase política corrupta e inepta que dejo a esa nación o estado en la bancarrota y que papa Gringolandia sale a apagar el incendio girando miles de millones de dólares. La misma maldición que padece toda Latinoamérica en donde el atraso, la corrupción y demás males ya no son noticia. Pero también hay que reconocer que el pueblo boricua dio ejemplo saliendo a las calles en masa pidiendo la renuncia del gobernador Ricardo Roselló.
Roselló es una víctima de la era digital luego de que se filtraran cientos de mensajes enviados por él y otros miembros de su círculo más íntimo, con chistes sexistas y homófobos y burlas de las víctimas del huracán Maria que destrozó a la isla, usando las redes con bromas de amenazas de muerte a rivales políticos. Fue la gota que rebosó la copa de una ciudadanía harta de los malos manejos, del lamentable manejo de los recursos para los damnificados del fenómeno natural que acabó con la infraestructura y de una década de recesión económica y violencia callejera.
Asediado por las multitudes que salieron a las calles pidiendo su dimisión, Roselló dio un paso a un lado que se hará efectivo el 2 de agosto. Con anterioridad, 14 miembros del gabinete agrupados en el denominado Telegram fueron renunciando a medida que se iban publicando los chats que comprometían el intercambio de expresiones insultantes e irreflexivas. El chat se destapó solo días después que el FBI arrestara a dos funcionarios de Roselló como parte de una investigación federal ligada a hechos de corrupción.
Como una oleada, las protestas se extendieron a Nueva York y a otras ciudades en los Estados Unidos donde la población de origen portorriqueño es abundante. Allí, importantes figuras de la farándula y el deporte se unieron para pedir la salida del gobernador. Antes del escándalo del “Telegramgate”, Roselló y su gabinete estaban siendo cuestionados por la pésima gestión durante la crisis desatada por el huracán.
A casi dos años del desastre, aún hay mucha gente viviendo en hogares sin techo, que carecen de servicios públicos y en condiciones difíciles. Además de la poca transparencia con la cual se hizo uso de los miles de millones girados desde Washington, apenas ahora se conoció la cifra de víctimas mortales que finalmente ascendió 4.600 que contrasta con los 64 que inicialmente fueron reportados por las autoridades.
La sucesión en el mando es toda una incógnita teniendo en cuenta que la siguiente en la línea seria Wanda Vásquez, la fiscal y confidente del gobernador saliente y quien es rechazada por los protestantes. Lo mismo ocurre con otros posibles sucesores lo que pone en evidencia la profundización de la crisis política. Preocupa la clara intención de la administración Trump y la Junta de Control Fiscal nombrada para el manejo de las finanzas, para aprobar un plan de ajuste que implica recortes a las pensiones y otros programas sociales.
De vieja data son las diferencias entre Trump y la alcaldesa de San Juan quien en su momento exigió un trato digno para los habitantes de la isla. La esperanza ahora es que esa muestra de organización comunitaria que rescató al país luego del ciclón Maria y los esfuerzos que desencadenaron la salida de Roselló, hagan que la isla recupere su funcionalidad administrativa y se encamine hacia un ciclo de prosperidad.
Los puertorriqueños dieron un primer paso para limpiar la casa. Lo próximo será escoger a alguien que sea capaz de negociar con Estados Unidos sin la idea de que Puerto Rico es una colonia y que ya no es ni quiere ser el mismo país.