El entorno cambiario va a ser favorable para la competitividad de nuestros productos en los mercados externos.
No alcancé a captar su nombre pero en todo caso una congresista que hablaba con la periodista Vicky Dávila le comentaba que nos deberían decir la verdad, la cual, según la congresista, era que el Gobierno necesitaba la plata (más impuestos) para servir la deuda externa. O sea que, de acuerdo con eso, no es solo dizque el hueco en el presupuesto, sino que el absurdo endeudamiento externo derivado de la gastadera incontrolada de Juan Manuel Santos ahora obliga a castigar con más tributos, cuando aún no se ven resultados en acabar con la corrupción, con la evasión fiscal, con el monstruoso tamaño del Estado, en fin, con planes para ahorrar y recuperar lo que se está yendo por las alcantarillas. Otro congresista dijo que el 8 de agosto se vino a enterar Duque del real tamaño de la deuda externa del Estado.
La salud económica de una nación, entre otras, tiene reflejo en la tasa de cambio de la moneda de esa nación frente a otra u otras monedas que llamaríamos fuertes, como el dólar. Que movimientos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos influyen, es cierto; que los mismos precios del petróleo juegan ahí, sí; que el gobierno Santos no tuvo empacho en contratar deuda externa de manera exagerada, así fue; en fin, que hay factores externos que no controlamos acá, también es verdad, pero las dificultades financieras del país, los desbalances en las cuentas del Estado, también “gracias” al mal manejo dado por la administración anterior, tienen incidencia en el precio creciente del dólar. ¿A cuánto subirá? No sé; leo y escucho a personas autorizadas, nacionales y del exterior, que saben analizar la coyuntura y varias de ellas apuntan, para finales de 2019 y en 2020, a precio del dólar muy superior al hoy registrado. Luego, ello conlleva una carga fiscal adicional porque el endeudamiento externo hay que pagarlo y, así, cada día será más costoso hacerse a los dólares para cancelar intereses y capital.
Eso sí, el entorno cambiario, empezando por lo que vamos viendo, va a ser favorable para la competitividad de nuestros productos, particularmente los que tienen valor agregado, en los mercados externos. Ojalá las empresas manufactureras aprovechen la coyuntura, se adapten, mejoren sus sistemas de producción y mejoren calidad para que salgan a vender fuera de las fronteras patrias. Puede venirse una especie de revancha para las industrias manufactureras que por años vieron agotados sus negocios por causa de la revaluación y se han sostenido compitiendo con lo importado a precios de ganga, dado el bajo precio del dólar.
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Hace unas semanas AeroLatinNews presentó una noticia sobre las renovaciones de flota de las tres principales aerolíneas de Norteamérica: American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines. Sobre el caso de United apuntó que dicha empresa “…firmó un par de contratos con Hawaiian Airlines para la compra de 20 aviones A319 y tres B767 usados, y acordó con la arrendadora AerCap hacerse a los servicios de 25 aeronaves A319 que previamente fueron utilizadas por China Southern Airlines…”. Cabe anotar que de las otras dos (American y Delta) nada se dice que estuviesen negociando aviones de segunda mano.
¡Qué esperanzas! Una aerolínea que tiene una flota ya de cierta edad y reemplazándola con aviones de segunda. Si bien, algunos nuevos ha comprado, esa práctica de adquirir usados, así los retoque, manda una señal poco agradable a los usuarios de United Airlines… ¡y con esa es con la que Avianca piensa trabajar en acuerdo o alianza!
En escrito anterior expresé mis dudas sobre el beneficio que representaría para los usuarios de los servicios de Avianca una alianza o acuerdo con United, pues no solamente, como vimos, “moderniza” su flota con aviones de segunda, sino que no se distingue por el buen servicio a bordo, y aun en tierra.
Para complicar las cosas, es lamentable la salida de Avianca del antioqueño Miguel Montoya, vicepresidente de Ingeniería y Mantenimiento. Lo conozco, sé de sus cualidades humanas y profesionales. Es un pivote fundamental en la operación de Avianca. Ojalá sepan encontrar su reemplazo.