Los agentes registraron las casas de numerosos activistas en Estambul durante la madrugada de este miércoles y se llevaron detenidas a 38 personas.
La policía turca detuvo este miércoles en Estambul a 38 activistas de la izquierda turca, y a otros 10 en la ciudad meridional de Gaziantep, por coordinar protestas contra el referéndum constitucional del domingo pasado, cuyos resultados consideraban manipulados.
Entre los arrestados está Mesut Geçgel, dirigente regional del pequeño Partido Libertad y Solidaridad (ÖDP), sin representación parlamentaria, al que la policía acusa de "agitación del pueblo" por afirmar que el resultado del "sí" en el referéndum no es legítimo.
El plebiscito, que propone abolir la figura del primer ministro y traspasar todo el poder ejecutivo al presidente, actualmente Recep Tayyip Erdogan, ganó el domingo con un 51,4 % de los votos, frente al 48,6 % del "no", pero la oposición ha impugnado el resultado por considerar que hubo fraude.
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El Partido Republicano del Pueblo (CHP), el segundo en escaños en el Parlamento, solicitó el pasado martes a la Junta Suprema Electoral (YSK) la anulación y repetición de la votación, destacando numerosas irregularidades.
La más importante es la presencia de unos 2,5 millones de votos en los que la papeleta o el sobre carecen del sello preceptivo de la mesa electoral, algo contrario a la ley, pero que han sido aceptados como válidos por la YSK.
También el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), tercero en escaños y representante de la izquierda prokurda, solicitó la anulación del referéndum a la YSK.
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Desde la misma noche electoral se han sucedido protestas ciudadanas en varias ciudades turcas, como Estambul, Ankara, Esmirna, Eskisehir y Antalya, donde fueron detenidas 20 personas.
Hoy mismo, la policía detuvo a diez personas en la ciudad de Gaziantep, al dispersar una marcha que protestaba contra la decisión de la YSK de admitir los votos no sellados.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, admitió que el recurso ante la YSK es un derecho democrático de los partidos y que debe esperarse a que se resuelva, pero condenó que se convocasen protestas callejeras.
"El rechazo es una herramienta legítima, pero debe quedarse dentro de los límites legales. Pedir a la gente que salga a la calle es un error. Es desafortunado que el dirigente del partido de la oposición haya dicho que no vaya a reconocer los resultados. En lugar de esto debería prepararse para las elecciones de 2019", dijo Yildirim.