Pensemos distinto
Ahora que el fuerte invierno ha generado colapsos frecuentes en el transporte aéreo, es hora de repensar y replantear el alcance de las obligaciones de los operadores actuales que en términos de infraestructura física lo han hecho muy bien, en la mayoría de los casos, no así en el aspecto del desarrollo tecnológico en cuanto a las ayudas de aeronavegación.
Ahora que el fuerte invierno ha generado colapsos frecuentes en el transporte aéreo, es hora de repensar y replantear el alcance de las obligaciones de los operadores actuales que en términos de infraestructura física lo han hecho muy bien, en la mayoría de los casos, no así en el aspecto del desarrollo tecnológico en cuanto a las ayudas de aeronavegación.
Que por aguaceros y condiciones de nubosidad se suspendan vuelos, cuando ya está inventada la tecnología para minimizar dichos impactos, no tiene presentación en un mundo global y competido. Hace ya varios años, cuando estaba en construcción el José María Córdova, algunos visionarios quisieron acabar con el Olaya Herrera, le colocaron una malla en la mitad de la pista y la idea era urbanizar el terreno ¡Qué miopía!
Obviamente la idea no es en el corto plazo, canibalizar la clientela del José María, sino, potenciarlo en su crecimiento por volumen y en diversificación de servicios.
Sin embargo, y como propuesta de mediano plazo, invito a iniciar los trámites para la operación nocturna del Olaya Herrera, de modo que nuestra comunicación con ciudades capitales intermedias pueda darse con fluidez, así como con al menos un municipio representativo de cada subregión de Antioquia, lo cual implica además, un plan maestro de modernización y adecuación para operación también 24 horas, de dichos aeropuertos. Esto de igual manera, generaría la operación de dos aeropuertos cercanos de modo alterno, lo cual sería una gran ventaja en términos de seguridad. Veamos, por ejemplo: subregión del Bajo Cauca, Caucasia. Subregión del Magdalena Medio, Puerto Berrio. Subregión del Nordeste, Amalfi. Subregión del Norte, Yarumal. Subregión Occidente, Frontino. Subregión Suroeste, Ciudad Bolívar. La subregión de Urabá, Apartadó. La subregión Oriente y Central, ya cuentan con los aeropuertos locales, haciéndose determinante, como detonante del proyecto, los vuelos nocturnos desde y hacia el Olaya Herrera.
De no ir planeando este tipo de desarrollos, hablar de desarrollo en las subregiones de Antioquia no pasará de ser una quimera. ¿Qué ya vamos a tener carreteras decentes? ¡Ya era hora! ¿Qué vamos a reconstruir el ferrocarril? ¡Maravilloso! Ojalá desarrollemos también en el tiempo el tramo Medellín – Urabá.
El mundo de los negocios requiere movilidad y esta debe propiciarse desarrollando y empleando la mayor cantidad de modos posibles.
Entre otras curiosidades, ahora que la espera en los aeropuertos es cosa rutinaria, cabe la pena revisar la cantidad de baños públicos disponibles, pues para los volúmenes actuales, tener baterías sanitarias de a dos sanitarios y dos orinales, resulta insuficiente. Ojalá las ampliaciones y adecuaciones que se están haciendo, contemplen una mejora en este sentido.
El tema del desarrollo requiere replanteamientos serios en varios frentes. Hay que superar el déficit en el tema de las necesidades básicas insatisfechas, como pre requisito para poder hablar de desarrollo. Además, requiere la formulación de estrategias exógenas y/o endógenas, para que cada comunidad en cada territorio pueda aspirar a cierto nivel de bienestar, superando la pobreza y la iniquidad.
La organización de la sociedad alrededor de mecanismos de asociatividad en cualquiera de sus formas, también es una precondición para poder hablar de desarrollo.
De todos depende que las condiciones que se requieren para potenciar los territorios, se den de manera adecuada y oportuna.Nos hemos acostumbrado a coexistir con economías de enclave, que en nada benefician a los territorios: ese es un síntoma de iniquidad.
Insisto en la necesidad de dotar a Medellín con un adecuado Centro de Espectáculos, tipo la Quinta Vergara de Valparaiso en Chile.