París concedió este viernes una plaza al escritor colombiano Gabriel García Márquez, en un barrio en el que también habitaron otros célebres de la literatura como Chateaubriand y Apollinaire y donde él tuvo su última residencia en la ciudad.

El lugar, que lleva su nombre, recuerda en el cruce entre las calles de Bac y Montalembert del distrito VII, a escasos 200 metros del Museo de Orsay, a un "hombre de letras" y "Premio Nobel de Literatura", nacido en 1927.

El autor de "Cien años de soledad", que en París escribió "El coronel no tiene quien le escriba", llegó por primera vez a la capital francesa en el invierno de 1955 como corresponsal del periódico "El Espectador".

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"Qué iba a imaginarse el joven escritor, pobre de solemnidad, que alguna vez una plaza llevaría su nombre", dijo el presidente, Juan Manuel Santos, que concluye este viernes una visita oficial de tres días a París.

Al literato, recordó en la ceremonia, "no le gustaban los homenajes ni los protocolos, pero estoy seguro de que en su cielo de mariposas amarillas debe estar sonriendo y aplaudiendo".

El lugar se incluye ahora en la ruta que el Instituto Cervantes de París lanzó en su honor en 2014, en la que también están marcados otros como el Panteón, donde fue invitado en mayo de 1981, durante su segunda estancia en la ciudad, a participar en la toma de posesión del mandatario François Mitterrand.

"Para cualquier escritor latinoamericano París es uno de los espacios más importantes desde la época de Cortázar. Un gran espacio de libertad", añadió ante la prensa el también escritor colombiano Santiago Gamboa, que recordó la pasión de García Márquez por el país, su cultura y la ciudad.

Pía Elizondo, nuera del escritor, transmitió además la alegría y la emoción de la familia por contar con esa plaza y una placa en el número 9 de la calle de Montalembert, donde vivió, en una ciudad en la que la gente, dijo, se apoya en esas insignias para recordar dónde vivieron, trabajaron o murieron sus protagonistas.

Presidente Juan Manuel Santos recibió doctorado honoris causa en París

La Universidad parisina de la Sorbona recompensó este mismo viernes con su Doctorado "honoris causa" y su medalla los esfuerzos del presidente Juan Manuel Santos, en favor de la paz en Colombia, una distinción que él extendió a su pueblo.

"Lo entiendo como un reconocimiento del empeño de los colombianos por alcanzar la paz en nuestro suelo, un empeño que se vio frustrado por mucho tiempo y que finalmente pudimos concluir con éxito, poniendo fin a una guerra absurda entre hijos de una misma nación", destacó.

La ceremonia, iniciada al ritmo del vallenato "La Gota Fría", tuvo lugar en el mismo centro educativo en el que su tío-abuelo Eduardo Santos, que también fue presidente de Colombia, había estudiado Sociología y Literatura en 1909. El año pasado la Sorbona otorgó ese mismo título al exsecretario general de la ONU Ban Ki-moon.

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El ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, apuntó que este doctorado honra "no sólo al presidente de un gran país amigo, sino la valentía de un país que ha salido de la violencia mediante el diálogo y el respeto de los derechos humanos".

A Santos, que tras Nelson Mandela es el segundo jefe de Estado y premio Nobel de la Paz en obtener esa distinción, se le describió como "un político que ha marcado la historia del mundo en este principio del tercer milenio".

"La paz no se ha logrado de manera sencilla, pero usted ha conseguido transformar el sentimiento de desesperación en fuerza y energías positivas", destacó la vicepresidenta de Relaciones Internacionales de la Sorbona, Maria Gravari-Barbas.

Horas después de que Santos anunciara que este viernes, cuando se confirme la entrega del 100% de sus armas, la guerrilla de las Farc "deja de existir", en el acto académico se calificó de "extraordinaria" la posibilidad de que este proceso de paz pueda convertirse en un modelo para otros.

"Se trata ahora de construir la paz más allá de la paz política", sostuvo la representante de Sorbona, quien destacó que el mundo dirige hoy sus miradas a Colombia "por todos los mensajes positivos y comprometidos" que envía.

Santos dijo recibir con "inmensa gratitud" y "humildad" esas palabras, y llevar consigo, en su nombre y en el de los colombianos, este doctorado "como el más preciado título", que considera igualmente "un homenaje a la paz de Colombia", para él "un proceso irreversible".

"Hoy traigo a Francia, a su más tradicional universidad, el espíritu vigoroso y lleno de esperanza de una Colombia que renace", señaló.

Santos reivindicó para su país la "libertad, igualdad, fraternidad" que conforman el lema de la República francesa, y recordó, como hizo al aceptar el Nobel de la Paz 2016, que, como "cohabitantes de una casa común, que es la Tierra", debemos abrazar la tolerancia.

La recepción de este título es uno de los actos destacados del cierre de su visita oficial de tres días a Francia, donde ha tenido una apretada agenda política, económica, cultural y educativa.