El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunió con el papa Francisco para hablar de paz en Medio Oriente. El encuentro se dio luego de 59 años en que un jefe de estado turco no visitara el Vaticano.
El papa Francisco y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunieron este lunes 5 de febrero en el Vaticano y hablaron especialmente sobre la ciudad de Jerusalén y la necesidad de impulsar la paz en la región.
El encuentro, a puerta cerrada, duró 50 minutos, más de lo habitual ya que este tipo de reuniones suelen rondar la media hora, y ambos trataron la situación en Oriente Medio y "con particular referencia" el estatuto de Jerusalén, según informó la Santa Sede.
El papa y Erdogan evidenciaron "la necesidad de promover la paz y la estabilidad en la región a través del diálogo y la negociación, y con respeto a los derechos humanos y a la legalidad internacional".
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La temática del encuentro, sobre la que ambos ya habían hablado telefónicamente, surgió después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya reconocido la Ciudad Santa como capital de Israel, rompiendo el consenso internacional que existía alrededor de esta urbe, disputada por israelíes y palestinos.
En una entrevista publicada el domingo en el diario italiano La Stampa, el presidente turco dijo que la iniciativa de Trump es "contraria a la ley internacional" y aseguró coincidir con el papa en la defensa del statu quo de Jerusalén, algo que pretenden preservar.
La visita también sirvió para repasar las relaciones entre Turquía y la Santa Sede, que en 2015 atravesaron un bache después de que el papa aludiera al "genocidio armenio", así como sobre la situación general del país de Asia Menor y de la comunidad de católicos que viven en el mismo.
Sobre la mesa estuvo "el compromiso de acoger a numerosos inmigrantes" por parte de Turquía, que recibe a muchas personas que huyen de la guerra en países vecinos como Siria, acogidas en su suelo tras los controvertidos acuerdos de la Unión Europea de 2016.
La llegada de Erdogan al Vaticano, la primera de un presidente turco en los últimos 59 años, fue recibida en la Sala del Tronetto del Palacio Apostólico y contó con un potente dispositivo de seguridad en las inmediaciones del la Santa Sede.
En su visita a Italia, Erdogan también se reunirá con el primer ministro italiano en funciones, Paolo Gentiloni, y con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y mantendrá un encuentro por la tarde con un grupo de empresarios.
Su llegada ha sido recibida con críticas por parte de grupos a favor de los kurdos y organizaciones defensoras de los derechos humanos, y también por su decisión de no comparecer ante los medios ni siquiera tras el encuentro con Gentiloni, cuando normalmente tiene lugar una rueda de prensa.