La OTAN afirmó que el propósito de su capacidad nuclear es preservar la paz, evitar la coacción y disuadir las agresiones.
El Consejo del Atlántico Norte, máximo órgano de decisión de la Otan, se reafirmó hoy en la postura de que sus miembros que posean arsenal nuclear lo mantendrán mientras otros países continúen provistos de este tipo de armamento, entre los que se mencionó en concreto a Corea del Norte.
"Mientras las armas nucleares existan, la Otan seguirá siendo una alianza nuclear", destacó el Consejo.
El ente se pronunció así sobre el primer tratado global para prohibir las armas nucleares, respaldado por cerca de dos tercios de los países de la ONU, y el cual es un acuerdo del que se han mantenido al margen todas las potencias atómicas y muchos de sus aliados.
La Otan recordó la postura que adoptaron los líderes aliados en su cumbre de Varsovia de julio del año pasado sobre desarme nuclear, en la que enfatizaron su "fuerte compromiso con la total implementación" del tratado de no proliferación.
"Buscar la prohibición de las armas nucleares a través de un tratado que no involucre a ningún país que actualmente posee armas nucleares no será eficaz, no reducirá los arsenales nucleares ni reforzará la seguridad de ningún país ni la paz y estabilidad internacionales", recalcó el Consejo del Atlántico Norte.
Al contrario, consideró que corre el riesgo de lograr el efecto contrario "creando divisiones y divergencias en un momento en que es más necesario que nunca un enfoque unificado sobre la proliferación y las amenazas a la seguridad".
Insistió, por otra parte, en que la crisis en Corea del Norte "subraya la importancia del tratado de no proliferación, en el corazón de los esfuerzos de desarme de los últimos 50 años", que a su juicio pone en peligro el nuevo acuerdo.
"El tratado de prohibición, desde nuestro punto de vista, no tiene en cuenta la realidad del cada vez más desafiante ambiente de seguridad internacional", puntualizó.
Según dijo, en un momento en el que "el mundo tiene que permanecer unido ante amenazas crecientes, en particular la grave amenaza que supone el programa nuclear de Corea del Norte", el nuevo tratado "fracasa a la hora de considerar estos urgentes retos de seguridad".
Por todo ello, afirmó que los aliados "no pueden apoyar este tratado" y que "no habrá cambios en sus obligaciones legales con respecto a las armas nucleares".
"No aceptaríamos ningún argumento sobre que este tratado refleja o de alguna manera contribuye al desarrollo del derecho internacional consuetudinario", concluyó.