Además de las arengas en contra del Gobierno y a favor de los presos políticos, los manifestantes han bloqueado vías, pintado muros privados y han protagonizado encuentros con la fuerza pública.
Nueve personas fueron detenidas este domingo por la policía regional catalana (Mossos d'Esquadra) en las protestas que tienen lugar en Barcelona por la detención este domingo en Alemania del ex presidente regional Carles Puigdemont en virtud de una orden europea dictada por la Justicia española.
Fuentes de la policía regional informaron que esas nueve personas han sido arrestadas por un delito de atentado a la autoridad durante la concentración, en la que también se han registrado 98 heridos, según informó el servicio de emergencias sanitarias.
Asimismo, precisaron que esas personas han sido atendidas por lesiones de carácter leve producidas durante los incidentes en las protestas en Barcelona y en las provincias catalanas de Lérida y Tarragona.
Dijeron también que entre los 90 heridos de Barcelona, se incluyen 13 agentes de la policía regional, y que a ellos se suman otros siete manifestantes heridos en las protestas de la provincia de Lérida y otro en la de Tarragona, en todos los casos por contusiones de carácter leve.
Durante los incidentes, que tuvieron lugar en los alrededores de la delegación del Gobierno en Cataluña, donde las fuerzas policiales antidisturbios han cargado y disparado salvas para evitar que algunos manifestantes, que les arrojaban objetos, rebasaran el cordón policial.
Algunos de los concentrados intentaron arrojar un contenedor de basura hacia los Mossos d'Esquadra, lo que hizo que estos respondieran con una carga de dispersión y evitaron el incendio de ese recipiente.
Además, grupos de independentistas cortaron varias carreteras de la región española de Cataluña o entorpecieron la circulación por ellas.
En Barcelona se vivieron momentos de tensión durante una concentración independentista frente al edificio de la Delegación del Gobierno español, con algunos forcejeos entre centenares de manifestantes y los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra (policía regional catalana).
Convocados por los autodenominados "Comités de Defensa de la República" catalana (CDR), los manifestantes gritaban a favor de la huelga general y pedían la libertad de los encarcelados por el proceso independentista catalán, declarado "inconstitucional".
También miles de independentistas se concentraron ante la representación de la Comisión Europea (CE) en Barcelona para pedir la libertad de Puigdemont y los dirigentes independentistas presos por orden del Tribunal Supremo español.
Con la presencia de dirigentes de partidos y organizaciones sociales secesionistas, los manifestantes se desplazaron a continuación hacia el consulado de Alemania, ubicado en el Puerto Olímpico de Barcelona.
Los concentrados en Gerona, ciudad de la que fue alcalde Puigdemont, pintaron de amarillo la fachada de la subdelegación del Gobierno central y descolgaron la bandera de España. Ese color es el símbolo de los independentistas para reclamar la libertad de los líderes catalanes encarcelados, ya que los consideran "presos políticos".
También la organización independentista juvenil anticapitalista Arran marcó con letreros de "fascista" la casa que el juez que investiga el proceso independentista, Pablo Llarena, tiene en la localidad de Das (Gerona).
Por su parte, el Consejo General del Poder Judicial español pidió al Ministerio del Interior medidas para proteger a Llarena y a su familia.
Este magistrado procesó por rebelión a 13 líderes catalanes, incluido Puigdemont, el viernes pasado. Ordenó prisión incondicional para cinco de ellos y pidió la detención por euroorden de tres fugados al extranjero, entre ellos Puigdemont.
Los otros cuatro procesados por rebelión, como el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, ya estaban encarcelados preventivamente.