Ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario

Autor: Pedro Juan González Carvajal
18 julio de 2017 - 12:08 AM

Las noticias y los noticieros se han vuelto un completo sainete, donde los hechos van y vienen

“Había una vez, un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Había también un lobito bueno, al que lastimaban todos los corderos. Todas esas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés”.

Premio Nobel, falsos positivos. Restitución de tierras, muertes por despojos de tierras. Paros cívicos y represión policial. Protestas de maestros, inexistencia de recursos para la educación. Se anuncia el inicio de las vías 4G, crece el número de dificultades en el desarrollo de los contratos de las 4G. Todo el mundo aboga por la paz, continúa el genocidio en Alepo. El mundo se previene contra Trump, los líderes del mundo reciben a Trump. Estados Unidos se retira del acuerdo de Paris, pero disminuye su aporte de contaminación, China se vincula al Pacto de Paris y aumenta su aporte contaminante. Los terroristas atacan a países de Occidente, los terroristas atacan a Afganistán, que apoya a los terroristas. Aumentan los muertos por el intenso verano, aumentan los muertos por el crudo invierno. Disminuye el número de ricos en el mundo, aumenta el número de pobres en el mundo. Se concentra el control de la riqueza en el planeta, se dispersa y se masifica la pobreza en el planeta. Se aumenta el presupuesto para explorar nuevos mundos, se recortan los recursos para proteger nuestro planeta. Aumenta la productividad agrícola gracias a la tecnología, aumenta el número de personas con hambre. Se reivindican los Derechos Humanos, aumenta la violación a los Derechos Humanos. Proclamamos la necesidad de cuidar a los niños, se sigue incrementando la violencia contra los niños. A la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa, crece el número de feminicidios. Nos seguimos quejando por la congestión vehicular, aumenta la venta de vehículos. Nos queremos aproximar a Dios, pero vivimos cerca del diablo.

La sindéresis, la coherencia, la pertinencia, la congruencia, la consonancia, la concordancia, entre otros conceptos sinónimos, es algo que hemos sabido perder a conciencia o de manera inconsciente, en este momento de nuestra historia.

Amor y desamor. Verdad y mentira. Guerra y paz. Objetivo y subjetivo. Compromiso y desidia. Lealtad y traición. Apego y desapego. Amigo y enemigo. Luz y oscuridad. Derecho y torcido. Socio y competidor. Estrategia e improvisación. Originalidad y copia. Realidad y fantasía. Brillante y opaco. Lustre y desgaste. Aprobación y rechazo. Creación y resignación. Salud y enfermedad. Conocimiento e ignorancia. Alegría y tristeza. Voluntad y pereza. Valor y cobardía. Integridad y corrupción. Respeto e irrespeto. Gula y hambre. Sencillez y soberbia. Solidaridad y envidia. Razón y dogma. Lucidez y confusión. Energía y desgano. Limpio y sucio. Piedad y rencor. Perdón y venganza. Deseo y rechazo. Apetencia y desgano. Legal e ilegal. Simpleza y complejidad. Triunfo y fracaso. Sorpresa y rutina. Ánimo y desaliento. Fortaleza y debilidad. Certeza e incertidumbre.

El recorrido pendular de los hechos históricos, ciertos ciclos identificables y algunos sucesos repetitivos, hacen parte de nuestra rutina o de nuestra cotidianidad. En nuestra   aproximación a la realidad, el análisis de los hechos sobre los cuales se centra nuestra atención se hace un poco más acertado, mientras mayor sea nuestra contextualización sobre el asunto en cuestión, a partir del conocimiento de los antecedentes, los actores y los intereses que individual y colectivamente defendemos.
Lea sobre equilibrio

Las noticias y los noticieros se han vuelto un completo sainete, donde los hechos van y vienen, los atentados y las víctimas cambian de lugar, las coyunturas políticas se presentan en todos los escenarios de todas las latitudes, y en medio de este maremágnum de acontecimientos, encontrar una sola noticia o hecho positivo es todo un desafío.

Lea sobre las avalanchas informativas

Evidenciamos permanentemente el avance de la entropía como fuerza dominante, o la recuperación de su espacio natural en contra del orden pretendido.

Mientras sobrevivimos a nuestra realidad, vista como una encopetada zarzuela o como una telenovela barata, insistimos en la necesidad de dotar a Medellín de un adecuado Centro de Espectáculos.

 

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