A los antioqueños se nos está agotando el tiempo con el compromiso adquirido, respaldado y firmado por todos con respecto a la “Visión Antioquia 2020”.
Ha sido tradicional que ciertas decisiones que nos impactan a todos en el ámbito nacional, sean tomadas por los decisores en medio de las festividades decembrinas. Históricamente, las reformas tributarias, las nuevas exigencias procedimentales de la Dian, la fijación del salario mínimo legal vigente, entre otras varias, hacen parte de este sainete.
De igual manera, se entregan balances de ejecución, estadísticas e indicadores varios por parte de los gobernantes.
Paralelamente, a pupitrazo limpio se aprueban leyes no estudiadas, se hacen nombramientos incómodos, se adjudican grandes contratos y licitaciones mientras la parranda, las infructuosas campañas contra la pólvora y el consumismo alborotado nos tienen pensando en los huevos del gallo.
El año anterior no fue la excepción: Se hacen nombramientos de familiares de congresistas, se reinventa la mermelada, ofreciendo el 20% del gasto público para que sea asignado por los Honorables Congresistas, liberan al narcotraficante Santiago Gallón Henao, vinculado además a la muerte del futbolista Andrés Escobar, dejan en libertad a uno de los corruptos Nule, al famoso Emilio Tapia y al Coronel Aldana y se le entrega a dedo el manejo por diez años a Fedegánde los recursos del Fondo Nacional del Ganado que para este año asciende a 90 mil millones de pesos.
De igual manera, continúa el asesinato de líderes sociales y la violación y el asesinato de niños.
Como en cualquier historia oscura de la mafia siciliana, siguen muriendo misteriosamente testigos del caso Odebrecht, que entre otras curiosidades toma vacaciones y los involucrados toman un segundo aire para lo que pueda suceder a principio de año.
Viene el Señor Pompeo y en solo 2 horas regaña y exige mayores resultados en el tema de la erradicación de las áreas cultivadas de coca.
Recordemos que este es el año del Bicentenario de nuestra Independencia. Algunos lo asociarán con la Batalla de Pantano de Vargas, otros con la Batalla de Boyacá y otros más precisos con la Batalla de Chorros Blancos, acontecida en 1820.
Lo importante es tener plena conciencia del acontecimiento histórico y reflexionar alrededor de lo que implica haber logrado la Independencia por un lado, y haberla podido consolidar o no por el otro.
Por otra parte, a los antioqueños se nos está agotando el tiempo con el compromiso adquirido, respaldado y firmado por todos con respecto a la “Visión Antioquia 2020”, construida en 1998 por cerca de 650 instituciones y liderada por las personalidades más representativas del Departamento.
Recordemos que “En el 2020 seremos la mejor esquina de América, justa, pacífica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”.
Gran reto tienen los actuales gobernantes locales y sus relevos para que el año entrante no pasemos la vergüenza de reconocer que o nos quedó grande el compromiso, o simplemente que no le paramos bolas.
También en este año insistiremos en la conveniencia de dotar a Medellín con un adecuado Centro de Espectáculos, un Velódromo techado y un Autódromo que cumpla con las especificaciones de la F1.