La cifra destila infamia: en Colombia cada día se reportan 68 casos de violencia en contra de menores, unos 24.000 registros, promedio anual, según datos del Icbf. Horror que se potencia cuando trasciende que apenas se denuncia el 30 por ciento de lo que realmente sucede.

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Una modalidad de esta violencia es el abuso sexual, frente a la cual la Alcaldía de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá -Amva- han desatado acciones de atención específicas. La más reciente fue el certamen “Gran Unión Metropolitana y convocatoria de las jornadas técnicas para implementar acciones de prevención contra el abuso sexual de niños y niñas”. En él participaron la primera dama del municipio de Medellín, Margarita María Gómez Marín, el director del Amva, Eugenio Prieto Soto, servidores de la entidad y representantes de las administraciones municipales del Valle de Aburrá, delegados de instituciones educativas, de la Policía Nacional y medios de comunicación.

La primera dama presentó un elocuente balance de la gestión preventiva que impulsa la ciudad sobre el tema y las proyecciones del trabajo y de su equipo de colaboradores. Se reconocen las dimensiones del problema, las responsabilidades que se deben asumir, empezando por el entorno familiar, y los avances logrados en los planes y proyectos en marcha, pero se insiste en la gravedad del tema.

Prieto Soto resaltó la importancia de la Gran Unión Metropolitana frente a esta problemática, y el efecto sobre el conjunto del territorio y de sus entornos familiares y educativos; se refirió a la sumatoria de esfuerzos que en la región puede generar nuevas alternativas en la lucha contra este flagelo e hizo un reconocimiento a las labores de las administraciones para combatirlo, mientras resaltó la importancia de fortalecer las acciones preventivas en todos los niveles.

El Amva vine aportando sus capacidades en el combate a este mal, hoy cuenta con la subsecretaría de seguridad, convivencia y paz y el equipo de Cultura y Educación que despliegan unas agendas para acompañar y gestionar con los municipios un acompañamiento permanente a procesos de prevención.

Vale señalar que, con miras a la concreción de esta alianza, avanzan procesos integradores en los que juegan papel clave la Policía Nacional y sus representantes en los municipios, el Icbf, los entes de control y la ciudadanía en general. Pero es menester reconocer que falta mucho por hacer y que se requiere de un mayor compromiso de otros actores claves de la sociedad y la institucionalidad.

En el evento se detallaron los componentes y la manera como operan los proyectos fundamentales que impulsa la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos - unidad de niñez, en articulación con el programa Tejiendo hogares del despacho de la primera dama. También, el proyecto Ayudando a cuidarme, estrategia para la prevención del abuso sexual de la Corporación de Amor al Niño Cariño.

Con la importancia que debemos darle a esta alianza y su lucha contra el abuso sexual de niños y niñas, quisiera plantear algunas iniciativas que le darían una mayor dimensión a este propósito: i) estos programas y proyectos deben estar muy articulados a la lucha contra las distintas manifestaciones de violencia, en particular a los esfuerzos por aclimatar la paz y la lucha por la equidad.

ii) Se debe tener en cuenta el papel que juegan estas alianzas y proyectos en la implementación de los acuerdos de paz, al igual que en los esfuerzos por mitigar el conflicto urbano. Aquí también cuentan fenómenos como el reclutamiento forzado y los niños utilizados como botín de guerra.

iii) Si bien en el entorno familiar proliferan los casos de abuso sexual, no se pueden dejar de lado los fenómenos de prostitución infantil, el turismo sexual que le es inherente, el accionar perverso de la empresa criminal que opera en Medellín y el Área Metropolitana integrado al menú de rentas ilegales y que pone a su servicio a centenares de niños y niñas.

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Estoy convencido de que estas iniciativas realzan la importancia que se debe dar al manejo del problema del abuso sexual infantil, y lo insertan en la que debería ser una eficaz política de seguridad integral, convivencia ciudadana y paz territorial.