Asimilar la cuestión de los “muertos vivientes” a los “Acuerdos de la Habana”, dizque para obtener la Paz con los bandidos de las Farc . ¿Por qué?
En los últimos tiempos, se han popularizado mucho las películas de terror, con base en los llamados “muertos vivientes” o zombis, teniendo en cuenta que un zombi es: “la representación de un cadáver que, de una u otra manera, puede resucitar o volver a la vida”, como puede leerse fácilmente en la red.
Viene a la memoria una expresión que se usaba en los estudios de bachillerato que, palabra más o palabra menos, decía: “Muertos no son los que descansan bajo la losa fría/ sino aquellos que teniendo novia tienen que estudiar filosofía”.
Estas reflexiones ligeras, permiten asimilar la cuestión de los “muertos vivientes” a los “Acuerdos de la Habana”, dizque para obtener la Paz con los bandidos de las Farc . ¿Por qué?
Es que con el plebiscito se le “dio muerte” a los malhadados acuerdos, pero el Presidente Santos, con su mefistofélica capacidad, ¡los “revivió”! y es el hecho que, ese “muerto viviente”, sigue campeando con todas las incongruencias e inconvenientes que le ha traído al País.
Entre tales males cabe destacar la desinstitucionalización, la impunidad para los delitos atroces eufemísticamente llamados de lesa humanidad, expansión, como una plaga maldita, o al decir de Marañas, como “verdolaga en playa, del narcoterrorismo, y la tal JEP, la justicia establecida para perseguir a la oposición a los malhadados acuerdos.
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También, con relación al tema, viene a la memoria la frase: “Los muertos que matáis gozan de cabal salud”, cuya autoría no está claramente definida, como puede consultare en la red, y que se aplica muy bien a los grandes beneficiados de los “tales” acuerdos.
Ciertamente, muchos de los criminales que cometieron toda clase de delitos atroces, “de lesa humanidad”, fueron condenados por la justicia nacional, y sin hacer gala de mucha imaginación podría decirse que de acuerdo con la justicia, “están muertos” jurídicamente, pero ¡No! por ahí andan “muertos de risa” y merendando, como dirían las matronas antioqueñas. Es que fuera de que les han dado toda clase de gabelas, ya se van a integrar al grupo de los llamados “Padres de la Patria”.
Esto tiene que ver con que en la leyenda de los “muertos vivos”, se dice que los seres humanos que son mordidos por ellos, se transforman también en “muertos vivientes”. En otras palabras el país está siendo víctima de la infección de esos “muertos vivientes”. “El que entendió, entendió”.
Además, es vergonzoso ver como en el caso de uno de los líderes de la Farc , acusado de narcotráfico y pedido, consecuentemente, en extradición por los Estados Unidos, todo el mamertismo y el aparato de la justicia incluyendo la “nueva” JEP, se las está ingeniando para que no se atienda tal pedido. Y cabe preguntar: ¿qué pasaría si el tal Santrich fuera uribista?
Finalmente, luego del pasado certamen electoral, el candidato derrotado reaccionó histéricamente lanzando mandobles a diestra y siniestra contra sus opositores. Casi nadie se ha librado de sus ataques.
Entre tales ataques debe destacarse el relacionado con el proyecto hidroeléctrico de Ituango, sobre el cual sugirió que fuera desmontado.
En este caso, la virulenta reacción tiene que ver con que en Antioquia, se presentó una gran votación a favor del candidato Duque, y puede explicar muy bien la reacción de Petro.
Este proyecto que a la luz de la “oposición petrista”, está “muerto”, tiene que demostrar que está “vivito y coleando”, y es entonces imperativo, que la dirigencia antioqueña comprometida, salga avante de las contingencias que se han presentado.