Ahora con la decisión de la justicia a favor de Hoyos, no sólo se evidencia, todavía más, que se trató de una burda trampa, sino que se repara -en parte y tardíamente- la injusticia cometida con el asesor.
Luis Alfonso Hoyos fue declarado inocente del cargo de ser el cerebro detrás del saboteo al proceso de paz con las Farc que la fiscalía de Eduardo Montealegre le imputó, en 2014.
Todo el mundo recuerda que, en mayo de ese año, luego de que Óscar Iván Zuluaga hubiera ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales a Santos, que se presentaba para un segundo período, el país se vio sorprendido con la noticia de que Andrés Fernando Sepúlveda, quien trabajaba para el exministro de Hacienda en el campo de las comunicaciones digitales, era en realidad un hacker a su servicio, contratado para sabotear las negociaciones con las Farc. Y para probar su afirmación, los de la Fiscalía mostraron a la opinión pública un video en el que se intentaba mostrar la conspiración.
En los meses siguientes, el señor Montealegre acusó al candidato, a su hijo David y a asesor más cercano, Luís Alfonso Hoyos, de ser los autores intelectuales del delito, por lo que este y Zuluaga hijo se trasladaron al exterior para evitar una posible captura, mientras el señor Oscar Iván Zuluaga quedó sub judice en Colombia.
Los tres afectados alegaron siempre que se trataba de un burdo montaje de Montealegre para detener a Zuluaga porque este había dicho que, de ganar las elecciones, reversaría las negociaciones con las Farc que estaba llevando Santos.
El incidente dañó la candidatura Oscar Iván Zuluaga, quien terminó perdiendo por estrecho margen, discutido, además, por las denuncias de fraude que se hicieron públicas posteriormente. Además, frustró su carrera política posterior porque, con la estrategia de tenerlo pendiente de un fallo judicial, optó por no presentarse a las elecciones presidenciales del 2018 en las que tenía una buena oportunidad de triunfo, para no perjudicar a su partido.
Dicho fallo llegó posteriormente, y fue absolutorio. El montaje comenzaba a desmoronarse. Ahora con la decisión de la justicia a favor de Hoyos, no sólo se evidencia, todavía más, que se trató de una burda trampa, sino que se repara -en parte y tardíamente- la injusticia cometida con el asesor. ¡Enhorabuena! Ojalá regrese al país y retome su vida y su trasegar político. Sólo queda la decisión sobre David Zuluaga, pero todo hace prever, por lo hasta aquí sucedido, que será a su favor.
Ahora bien. La actuación de la Fiscalía de Montealegre muestra la politización de la justicia y la persecución que se montó contra la oposición y pone en blanco y negro la alianza entre Santos y aquel, no sólo para perseguir a sus contradictores, sino para cambiar el curso de los acontecimientos.
En efecto, el segundo mandato de Santos resulta doblemente fraudulento, no sólo porque se alteraron las votaciones en muchos lugares del país, según denuncias que no han sido, hasta el momento, refutadas judicialmente, sino porque influyó, con una falsa noticia monstruosa, en la libre escogencia del presidente por parte de los ciudadanos. Y lo que es peor, permitió el golpe a la democracia colombiana que son las negociaciones con las Farc. Otra sería la historia colombiana si esta conjura no se hubiese atravesado. ¿Será que quedará impune?