A Trump en su infinita ignorancia carente de normas y tradición poco o nada le importa lo que ocurra más allá de sus narices
Donald Trump ha decidido irresponsablemente sacar las tropas de Siria dejando un vacío que ya cobra múltiples víctimas en las filas kurdas, el que hasta hoy fue el aliado confiable en la lucha contra el Estado Islámico, unido por las circunstancias a las tropas del carnicero de Damasco, Bashar al-Assad un criminal de guerra que bombardeó y gaseó a sus compatriotas, desplazando a millones con el apoyo de Vladimir Putin. Haber puesto a las fuerzas kurdas bajo el fuego de la artillería turca ha resultado en un desplazamiento masivo y la fuga de importantes cabezas del EI con sus familias, antes concentrados en campos de detención.
La historia de la traición a los aliados no es algo nuevo para los Estados Unidos. No es sino recordar la invasión a Bahía de Cochinos cuando un grupo de cubanos quedaron abandonados a su suerte. La caída de Vietnam del Sur en 1975. Numerosas revueltas como la de Hungría en 1956 que tuvo la simpatía gringa para luego terminar en nada pues la ayuda económica nunca apareció. El turno ahora es para los kurdos, un pueblo apátrida regado por Turquía; Irak, donde sufrió las matanzas de Sadam Hussein; Siria; Armenia e Irán.
Durante el último debate demócrata el joven alcalde de South Bend, Indiana, y veterano de Afganistán fustigó duramente la decisión de retirar las fuerzas de Siria diciendo que “la bandera que llevaba sobre los hombros del uniforme representaba a un país fiel a la palabra”. Los republicanos hasta ahora incondicionales a Trump no han cesado en sus ataques por lo que consideran entregarle las llaves de Siria a Rusia, al tiempo que verán fortalecer a Irán, el más enconado enemigo de los Estados Unidos e Israel.
Hay que decirlo claramente, a Trump en su infinita ignorancia carente de normas y tradición poco o nada le importa lo que ocurra más allá de sus narices. La política exterior no ocupa un lugar prioritario para los norteamericanos y entre su base se ha afirmado la idea de que las “guerras sin fin” como las llama el presidente, deben dar paso a un énfasis a lo domestico.
Por ello, el slogan America First tiene tanta acogida entre los electores. No sorprende que tan solo el 45 por ciento de los encuestados estén de acuerdo con la idea de que los Estados Unidos “tengan la obligación de involucrarse en asuntos externos ayudándole a los aliados a mantener su seguridad interna”. Por tanto, quienes insisten en que la política exterior trumpiana le va a costar en su intento por salir reelegido, no pasa de ser una ilusión.
En medio del caos, es incierto el papel que a futuro jugarán los Estados Unidos en Siria, de darse un resurgimiento del EI con un Al-Assad que se fortalece controlando el norte de su país. El mundo quedó atónito viendo como la mayor potencia, en cuestión de horas, arrasa con años de refinada y cautelosa política exterior en Siria, además de recomponer el balance de poder en el Medio Oriente.
Vladimir Putin en una visita previamente programada aparece jubiloso siendo objeto de honores como jefe de estado con los líderes de Arabia Saudita y los Emiratos, paradójicamente los aliados más cercanos a los Estados Unidos, en el mismo instante en que el ejército sirio ocupa las instalaciones que antes estaban bajo el mando norteamericano.
Hay un nuevo rey de origen ruso liderando la política exterior en el Medio Oriente. “Muchos andan en la búsqueda de nuevos amigos. Los rusos no abandonan a sus aliados. Dan la pelea por ellos. Igual que los iraníes”.
PD: Increíble que se estén invirtiendo billones de pesos en obras de infraestructura en Antioquia y la corta carretera entre Amagá y Angelópolis recuerda a viejos caminos de herradura. Una vergüenza
La plutocracia al poder