La respuesta es sí…

Autor: Alberto Maya Restrepo
19 junio de 2017 - 12:06 AM

La devaluación del peso no ha sido motor suficiente para incrementar las exportaciones.

María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, Industria y Turismo, es una mujer agradable y con un verbo por el estilo del de Marta Lucía Ramírez. Lamentablemente, Lacouture ha ensayado de todo en su cargo, hasta con nombres rimbombantes y sabrá uno cuánto le habrá pagado a los publicistas para impulsar sus campañas, pero resultados poco se ven y de allí que deba cambiar constantemente de estrategias. En el caso específico del comercio exterior se ha visto que la devaluación del peso no ha sido suficiente para incrementar las exportaciones. Alguien diría, pero ¿acaso no era devaluación lo que pedían quienes vendían al exterior? La respuesta es sí… ¡pero a tiempo!

Lo que sucedió en el país, en forma más o menos continua desde las funestas políticas revaluacionistas de César Gaviria y su ministro Hommes, fue que a la industria colombiana se la dejó marchitar. Hoy, como decía alguien, la ANDI pasó a ser la Asociación Nacional de Importadores, pues vimos cómo muchas empresas manufactureras resolvieron convertirse en importadoras y, entonces, traer de afuera lo que hacían aquí, con los consiguientes efectos negativos sobre el empleo y, particularmente, en lo que llamaría la pérdida de ritmo, pues mientras teníamos industrias que abastecían el mercado interno y tenían capacidad para salir a los mercados foráneos, la productividad iba en aumento, las disciplinas de calidad, puntualidad, control de costos, etc. estaban vigentes y sobre ellas se trabajaba permanentemente porque la competencia externa es brava. No más hay que ver lo bajos que son los índices de competitividad de Colombia.

Lea también: http://www.elmundo.com/noticia/Remiendos-Mentira/344994

Al llegar el dólar barato se volvió ruinoso exportar y esa capacidad que se destinaba al consumidor del exterior no la absorbió completamente el consumo interno, además, porque llegó lo importado más barato (por el dólar bajo) a hacer competencia, de manera que poco a poco la industria se fue apagando. En pocas palabras, se optó por revaluar la moneda mientras los costos internos subían hasta el punto de hacer inviable competir en otros países con lo de acá.

Llegó algo de devaluación pero ¿para soportar qué ventas al exterior, si ya hay pocos manufactureros? Que a ese plan de extinción de la industria local sobrevivieron algunas empresas es cierto y gracias a ellas algunas cifras de exportaciones manufactureras vemos en las estadísticas, pero no estamos a los niveles, aun tomando solo un crecimiento vegetativo, comparables a los de antes del desastre de las políticas adoptadas.

Adicionalmente padecimos la enfermedad holandesa y aquí se creyó que el elevado precio de las materias primas había llegado para quedarse. La destorcida vino y solamente por el lado del petróleo el hueco ha sido inmenso, con el agravante de que mientras se tuvieron esos precios altos no se aprovechó para llenar la alcancía, para ahorrar y, así, ahora estamos mal parados y pobres.

Luego, el dinero y esfuerzo que la señora Lacouture pone en planes y programas que no han funcionado debería más bien destinarse a promover un plan serio de reindustrialización, aunque lo malo es que ¿con qué dinero? porque ello implica esfuerzos fiscales, como sostenimiento de una tasa de cambio favorable a los exportadores y no a los importadores, flexibilidad y menos ataduras en la contratación de la mano de obra, en fin, mayor libertad fijándonos en los ejemplos que otras naciones han dado. Que es una tarea titánica, sí, sí lo es, pero mientras ella no se realice no podremos esperar que solo la tasa de cambio vaya a impulsar las exportaciones.

Por tanto, que se dejen de frases llamativas y de esfuerzos descoordinados, lo que hace falta son más y mejores industrias con vocación exportadora en un medio propicio. ¿Lo malo? Que no creo ni en Santos ni en su agraciada ministra… ahí quedará eso como hoja de ruta para el próximo gobierno.

Además: http://www.elmundo.com/noticia/Dicen-sobre-la-economia/349135

P.S.- The Economist dijo hace poco que la fortuna de las Farc era de 10.000 millones de dólares y el Fiscal colombiano aseguró que era de varios billones de pesos. Muy parejos.

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