Algunos medios de comunicación y universidades han resaltado las diferentes facetas que tuvo en vida el profesor Villaveces, no sólo como profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia (UNC), sino en sus destacados desempeños al frente de la Subdirección de Colciencias, la Secretaría de Educación de Bogotá y el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología. Hace algo más de tres años la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Accefyn), lo había promovido a la categoría de Miembro Honorario y en ese contexto un grupo de científicos, colegas, alumnos y amigos desarrollamos un Festschrift en su honor (En el año de 2017, Accefyn publicó las memorias de ese magnífico homenaje que se le hizo al profesor Villaveces).

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A mediados de los años 80s, de regreso de sus estudios de doctorado en la Universidad Católica de Lovaina, el profesor José Luis Villaveces asumió la dirección de la Carrera de Química de la UNC, espacio académico que sirvió como catalizador para desarrollar lo que a la postre se constituyó en su manera particular de ver la enseñanza de la química. Como legado queda, en la formación de los profesionales de la química, el abordaje contemporáneo de esta ciencia desde perspectivas históricas y epistemológicas, con un acercamiento estrecho entre química, física y las matemáticas.

Una muestra del compromiso del profesor Villaveces con los temas de la formación de los profesores de química, fue la relación que sostuvo por varios años con profesores y estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en intercambios académicos en donde el profesor Villaveces compartió su visión sobre la enseñanza de la química. En cierta manera puedo decir que el profesor Villaveces fue mi mentor, en la medida que lo tuve como codirector de mi trabajo de grado y luego fui su alumno en el programa de maestría en Docencia de la Química, ambos en la UPN.

Desafortunadamente la mayoría de los profesores que enseñan la química en diferentes niveles educativos (educación media y superior) no reconocen la importancia de la historia y la filosofía como una forma de introducir el estudio de esta disciplina y, en cuanto a los abordajes teóricos y metodológicos, aún no incorporan las implicaciones de las teorías modernas sobre el enlace químico sustentadas en la mecánica cuántica.

El profesor Villaveces reconocía que en Colombia “hacer química” no requería de un conocimiento contemporáneo de esta ciencia, ni mucho menos de sus orígenes e implicaciones filosóficas; sin embargo, el profesor consideraba que formar una base científica de químicos, con poder para transformar la ciencia y sus formas de producción, sólo se podía conseguir formando pensadores de la química con sólidos conocimientos en esta ciencia y en sus orígenes y posibilidades a futuro.

Infortunadamente el impacto de la Ley General de Educación y las transformaciones realizadas a los programas de formación de profesores, redujeron sustancialmente los programas de Licenciatura en Química en Colombia; la misma decisión del Icfes de eliminar el área de química en las pruebas Saber, se alejan del ideario que caracterizó el pensamiento del profesor Villaveces, de convertir la química en un área de estudio e iniciación de la formación del espíritu científico de niños y niñas desde tempranas edades.

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Importante que la Accefyn y las facultades de ciencias de Colombia, como un homenaje a la memoria del profesor Villaveces, asumieran el liderazgo de restablecer la enseñanza de la química como un área fundamental en la educación básica y media. La concepción actual de la enseñanza de las ciencias naturales le da un espacio muy amplio a los contenidos y prácticas de la biología y poca atención recibe la enseñanza de la química en el currículo escolar.