La ciberguerra es un negocio de proporciones inimaginables
Mientras se decide cuál fue el verdadero papel del gobierno ruso en las pasadas elecciones presidenciales en los Estados Unidos y habiendo quienes van más allá en otros procesos electorales, es evidente el peligro que representan los hackers y expertos en atacar el ciberespacio para beneficio de un país o de intereses particulares. Un internet hostil representa un riesgo creciente y una amenaza para un mundo dependiente de su funcionalidad.
Para comenzar, la red eléctrica que maneja prácticamente todo a nuestro alrededor, desde las luces, refrigeradores hasta computadoras, resulta ser la más vulnerable a la hora de un ataque cibernético. Nadie se imaginaría los daños a la economía y los hogares una interrupción de la red de transmisión. Del sector financiero cuya operación solo es posible por medio de la web. Ni que pensar en los pagos en línea que son una realidad en aumento.
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Pese a las bondades que ha traído el internet también deben tenerse en cuenta las repercusiones por un comportamiento destructivo de algunos actores. La ciberguerra es un negocio de proporciones inimaginables. Los casos de mayor impacto son los criminales que a través del robo de identidad y el llamado ‘’secuestro de datos’’ retienen información clave a cambio de pago. Una modalidad de ataque permanente a la seguridad personal y la comunidad de negocios. El robo de secretos de marca y derechos de propiedad intelectual con un protagonismo de hackers chinos, que resulta en la copia fraudulenta de productos y servicios.
Los atentados a empresas del tamaño de Target a la que le hurtaron la base de datos de sus compradores con tarjetas débito y crédito. Equifax una de las agencias de crédito que califica la confiabilidad de los clientes, también fue el blanco de los hackers que se apoderaron de la información personal de cerca de 143 millones de personas que hacían parte de su base de datos. La gigante Home Depot cuya base de proveedores termino hackeada en 2014. Entonces no es difícil imaginarse las repercusiones financieras para esas y otras entidades con un efecto negativo en sus estados de resultados.
El Consejo Económico de la Casa Blanca estima que las pérdidas para la economía en 2016 producto del ciber crimen oscilan entre 57.000 y 109.000 millones de dólares. Una cifra que puede llegar a medio punto del producto interno de los Estados Unidos. Además, se ha visto a muchas compañías abstenerse de publicar los ataques informáticos temiendo un efecto sobre el precio de la acción en la bolsa y que los clientes se alejen porque temen que su información personal sea objeto de manipulación criminal.
Y hablando de internet hostil, las redes sociales se convirtieron en el medio predilecto para la manipulación de la información. En menos de una década, hemos pasado a unos escenarios donde todo lo que acontece se conoce en tiempo real, unas veces en forma de verdad y otras como distorsión o ‘’fake news’’. Tantos y tantos que caen en la trampa de la desinformación y muy poco o ningún filtro por parte de las plataformas dueñas de los contenidos.
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