A las declaraciones del profesor Michio Kaku sobre la no relación entre desarrollo científico y tecnológico y sistema educativo en los Estados Unidos (ver columna anterior: El arma secreta de la ciencia en USA), se le suma el reporte de investigación de cuatro profesores australianos y uno británico, que llegan a la conclusión de que los estudiantes que mejores desempeños tienen en ciencias naturales en las pruebas Pisa no necesariamente son los más entusiastas o están más comprometidos con la ciencia. La investigación que se puede consultar en la prestigiosa revista Science Education (MCConney et al (2014) Inquiry, Engagement, and Literacy in Science: A Retrospective, Cross-National Analysis Using PISA 2006: p. 963–980), compara los resultados obtenidos por estudiantes de 15 años de tres países: Canadá, Australia y Nueva Zelanda, en la prueba Pisa del año 2006.

Los investigadores seleccionan el reporte Pisa del año 2006 por cuanto esa prueba profundizó de manera especial la evaluación de los conocimientos en ciencias naturales, en lo que tiene que ver con el grado de alfabetización científica y motivación hacia la ciencia, ambas en relación con una enseñanza de las ciencias que privilegia el enfoque de aprendizaje orientado a la investigación (inquiry-learning activities in science).

Se esperaría que un estudiante que ha sido expuesto a enfoques de enseñanza activa debería, además de tener mejores conocimientos en ciencias naturales, estar altamente motivado o interesado en estas. Lo que encuentra el estudio es que el manejo de las competencias científicas no está en relación con el fomento de un interés hacia la ciencia, como posible campo profesional de los futuros bachilleres.

Es importante decir que muchas asociaciones científicas y academias de ciencias nacionales interesadas en mejorar los niveles de comprensión de la ciencia han apostado a favorecer modelos pedagógicos basados en la investigación y en una concepción de aprender haciendo; dentro de estos enfoques se encuentran el programa “con las manos en la masa”, iniciativa del premio nobel de física francés Georges Charpak, que inspiró el programa “pequeños científicos” liderado por la Universidad de los Andes durante varios años. Estos programas, entre otros, han tenido como finalidad incrementar el nivel de logro escolar en las ciencias naturales. Al tenor de la investigación a la que se hace referencia se encuentra que la relación entre modelo pedagógico activo versus aprendizaje de la ciencia no se da; no obstante, si aparece un aspecto interesante y es el que relaciona el modelo pedagógico versus actitud hacia la ciencia en donde la relación es positiva.

En el caso colombiano es importante decir que el resultado obtenido por nuestros estudiantes en la prueba Pisa del año 2006, nos ubicó en el puesto 51 entre 57 países que participaron en la medición, en lo que tiene que ver con el nivel académico relacionado con las competencias científicas. Pero lo que no se dice es que en relación con la valoración de nuestros estudiantes con respecto a la actitud positiva hacia la ciencia Colombia ocupó el primer lugar entre las 57 nacionales.

Aunque Colombia no presenta altos niveles de desempeño en competencias científicas, los estudiantes colombianos sí demuestran interés en estudiar una carrera ligada con las ciencias. En general, los jóvenes colombianos valoran altamente las ciencias, en comparación con muchos otros países que participaron en la prueba Pisa 2006. Esto quiere decir que aun valorando la ciencia y habiendo muchos jóvenes interesados en seguir carreras científicas, estos jóvenes cuentan con un nivel de alfabetización relativa en ciencias que pone en riesgo sus sueños y proyectos.

Por otra parte es conocido que muchos de los profesionales colombianos egresados de programas de pregrado en ciencias básicas, terminan en programas de maestría y doctorado que ofrecen países como Brasil, USA y algunos de Europa, entre otros aspectos por los incentivos económicos que reciben.

(*) Profesor Universidad de Antioquia