Hasta el momento no hay reacción oficial del presidente catalán Carles Puigdemont.
Los independentistas radicales de Cataluña (CUP), que apoyan al Gobierno de esa región, pidieron al presidente catalán, Carles Puigdemont, que proclame la República, al considerar que el requerimiento del Gobierno español supone "una amenaza" y no hay visos de que prospere una mediación internacional.
El pasado jueves el Gobierno central exigió a Puigdemont que confirme si el día anterior había declarado la independencia en Cataluña durante un confuso mensaje desde el Parlamento.
Ese sería el paso previo para adoptar medidas que podrían pasar porque el Gobierno central asuma parte de las competencias del autogobierno de Cataluña; y para eso Rajoy dio a Puigdemont un plazo que vence el día 16 a las 10.00 horas (08.00 GMT) para responder.
El mismo día, Mariano Rajoy rechazó una mediación para resolver el conflicto con los independentistas catalanes por considerar que se encuentran en una situación de desobediencia, aunque no cerró las puertas a un diálogo político.
"Si pretenden seguir aplicando, ahora ya con requisitos formales cumplimentados, las previsiones del artículo 155 de la Constitución española (que contempla medidas para obligar a un presidente regional a cumplir las leyes) y nos quieren seguir amenazando y amordazando, que lo hagan con la República ya proclamada", afirmó la CUP en una carta dirigida al presidente catalán y difundida este viernes.
Este grupo antisistema, con nueve diputados, apoya a la coalición gubernamental JxS (formada por independentistas de centro y republicanos de izquierda) en el proceso hacia la independencia que comenzaron tras las elecciones regionales de 2015.
La CUP, que da por cerrada "la esperanza en la mediación internacional", asegura que "quedar inmóviles ante sus amenazas (del Gobierno español), sus negaciones y su autoridad no nos permitirá existir como pueblo".
El 10 de octubre "perdimos una oportunidad", dice la CUP, cuando el presidente catalán indicó en el Parlamento regional que asumía el "mandato del pueblo" para que "Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república" y, acto seguido, propuso "suspender los efectos de la declaración de independencia" para abrir la puerta al diálogo.
"Sólo proclamando la república seremos capaces de situarnos como un actor dispuesto a tutelar los derechos civiles y políticos de la población aún gravemente amenazados".
Igual que la CUP, también la organización Asamblea Nacional Catalana (ANC), una de las más importantes en la movilización ciudadana a favor de la independencia, acordó anoche pedir al Parlamento catalán que "levante" la suspensión de la declaración de independencia ante "la negativa del Estado español a cualquier propuesta de diálogo".
Lo último que se conoció fueron unas declaraciones que realizó Puigdemont en la cadena internacional CNN el 11 de octubre, en las que se mostraba dispuesto a entablar un diálogo "sin condición previa" para intentar acercar posiciones.