Se alborota el avispero porque por fin se piensa en la unificación de períodos para alcaldes, gobernadores y presidente dentro del Poder Ejecutivo, y de los concejales, diputados y congresistas para la rama Legislativa
Desmotivante el uso a nivel de prueba a través de drones, del glifosato para combatir los cultivos ilícitos, sustancia prohibida en los países desarrollados porque está demostrado que atenta contra la salud humana, estrategia de erradicación con lo cual estoy plenamente en desacuerdo. Pareciera que los dirigentes en Colombia consideraran a los colombianos como una categoría inferior de humanos, que no merecen el mismo respeto y tratamiento que los humanos de los otros países, sobre todo de los llamados países desarrollados.
Se alborota el avispero porque por fin se piensa en la unificación de períodos para alcaldes, gobernadores y presidente dentro del Poder Ejecutivo, y de los concejales, diputados y congresistas para la rama Legislativa, asunto que hemos promovido muchos desde hace ya bastante tiempo.
Buscar la perfección dentro de la democracia, es una ingenuidad. Por eso sostenía Platón, que era un poco más ilustrado que todos nosotros juntos, que la mejor forma de Gobierno, sin duda, era la democracia, pero que lamentablemente la democracia era un ideal y por eso recomendaba la Monarquía, poniendo como condicionante que su cabeza fuera un rey filósofo.
Obviamente para lograrlo se requiere un período de transición que tiene dos caminos: se prolonga por dos años el período actual, o se amplía en dos años el período de los próximos funcionarios. Ambas alternativas deben ser evaluadas para no cometer atropellos jurídicos de implementación.
Aparece una tercera posibilidad para lo cual nuestra educación política deja mucho que desear, como lo hemos vivido con los dos últimos presidentes: La reelección de alcaldes y gobernadores.
Sin embargo, yo sigo siendo amigo de esa figura a todos los niveles, incluyendo el Presidente y el Legislativo, pero limitando el número de períodos a máximo dos.
Estas medidas deben ser tomadas a la luz de la búsqueda de la eficiencia administrativa, pero sobretodo de la implementación del pilar constitucional de la descentralización y de la desconcentración de los poderes.
A otro nivel, recordemos que la gran mayoría de países desarrollados se constituyen como Repúblicas Unitarias con Organización Federal y obviamente con autonomía Fiscal.
Ojalá también se impulsara la formulación de un verdadero Plan de Desarrollo Nacional como mínimo a 20 años, para que cada candidato para cada período tuviera una guía para sus propuestas y no caiga en la tentación de ejercer como un nuevo Adán, o se devane los sesos buscando como proponer ideas del otro mundo.
No hagamos difícil lo fácil. Sin la formulación de unos verdaderos objetivos nacionales y el compromiso de todas las fuerzas y sectores por respaldarlos, cualquier otra acción que se emprenda no pasará de ser un simple maquillaje.
Por otro lado, esperemos que el paquete de proyectos presentados por el Gobierno para combatir la corrupción, sean tramitados con agilidad y prontitud. Es lo que todos esperamos, de no hacerlo, este Gobierno comenzará su camino con el pie izquierdo.
Desde que yo tengo uso de razón cada nuevo mandatario sostiene que el anterior dejó la olla raspada. Es de suponer que quien aspira a un alto cargo estudia previamente en qué se va a meter y que además tiene grupos de trabajo que luego se convertirán en comisiones de empalme, lo cual quiere decir que de sorpresas, más bien poco. Y como decía el coloso del humorismo Hebert Castro… ¡Nadie lo mandó!
Recordamos la necesidad de que Medellín cuente con un verdadero Centro de Espectáculos, un Autódromo que cumpla con los requisitos internacionales para competencias de F1 y un Velódromo cubierto.