Aunque actualmente muchas empresas de textiles en la región trabajan con maquinaria actualizada, la mayoría, principalmente las pequeñas firmas, operan “con motores sencillos ya que muy pocos fabricantes pueden adquirir servomotores (libres de contaminación auditiva y ahorradores de energía)”, según apuntó Enrique Gómez, vicepresidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines.

Según Gómez, la falta de competitividad deriva, en parte, de este rezago tecnológico. Destacó entre las causas de este atraso los impuestos a la producción nacional y la falta de apoyos gubernamentales para incentivar esta industria.

Y es que tener tecnología de punta no siempre es sencillo, ya que constantemente hay innovaciones en la materia. 

El directivo  destacó que pese al rezago tecnológico que hay a nivel nacional en el sector, actualmente hay empresas que tienen maquinaria de alto nivel, como una máquina robótica de fabricación italiana que corta 45.000 partes de vestimenta al día, mientras que la que posee el 89% del sector apenas puede hacer 3.000 diarios, entre muchos otros ejemplos de tecnología textil.

Por su parte, Jorge Duque, también miembro de la junta directiva de la Cámara, explicó que en general la industria colombiana posee tecnología de punta y aseguró que “en calidad del producto estamos muy bien”.

Duque destacó como uno de los problemas la formación de los operarios: “Tenemos tecnología de punta, cosa que no tiene el Sena, enseña con máquinas viejas que cuando sale un operario toca educar nuevamente en la tecnología que hay”.

En esto coincidió con Gómez, quien afirmó que en su gran mayoría el personal debe ser reentrenado por las compañías empleadoras “lo cual hace aún menos rentable el negocio”.

Al respecto el Sena respondió que cuentan con maquinaria adecuada. Precisamente este año, por motivo de los 40 años del Centro de Formación en Diseño, Confección y Moda, fue creado en Itagüí un nuevo módulo de confección semiautomatizado con  catorce máquinas entre bordadoras y de confección, una banda transportadora, así como un software de control de producción y rendimiento.

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Juan Felipe Rendón, director regional del Sena Antioquia, señaló que “celebramos 40 años de uno de los centros más significativos del Sena, por el aporte que hace a una de las industrias más grandes de la región y de Colombia. Nuestra apuesta es por la actualización tecnológica, los ambientes, por seguir brindando una formación de calidad y oportuna con lo que requieren los empresarios. Invertir en ambientes como este nos permite como entidad apostarle a un país más competitivo”.

Para este módulo fueron invertidos más de 160 millones de pesos, y se beneficiarán “principalmente pequeños y medianos empresarios que le apuestan a la productividad del sector”. Allí se formarán aprendices operarios  de confección; técnicos en patronaje, en calidad;  y tecnólogos en gestión de la producción, en confección industrial,  y en diseño de modas.

El objetivo, según manifestó la entidad, es concientizar a los empresarios de que pueden ser más productivos eliminando y reduciendo tiempos de producción, desperdicios como movimientos innecesarios,  inventarios en prócesos, detección de errores de calidad a tiempo, entre  otros. También para que el pequeño y mediano empresario sepa que con herramientas prácticas de productividad puede ser más eficiente.