Durante la tregua, el Gobierno se comprometió a retirar de las calles sus cuarteles de Policía, las fuerzas de choque y los simpatizantes del Gobierno, mientras que la sociedad civil deberá normalizar el tránsito y propiciar mejores condiciones de diálogo.
El Gobierno de Nicaragua se comprometió a detener los actos de violencia y anunció una tregua de dos días, en el marco de una mesa de diálogo nacional que tiene como fin intentar superar una crisis que se ha cobrado la vida de al menos 61 personas.
"La mesa de diálogo alcanzó los siguientes puntos de entendimiento: la urgencia de detener los actos de violencia, según lo consignado en la carta de la Conferencia Episcopal de fecha de 11 de mayo de año en curso", dijo el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, al leer los acuerdos.
Brenes indicó que "todos los sectores se comprometen a realizar una tregua el sábado 19 y el domingo 20 de mayo, en la que el Gobierno se obliga a retirar a sus cuarteles a la Policía, retirar a las fuerzas de choque, y simpatizantes del Gobierno".
La sociedad civil deberá aunar esfuerzos para propiciar mejores condiciones al diálogo, normalizar el tránsito y continuar en un mejor clima el lunes 21 de mayo, agregó.
De igual manera todos los sectores reconocieron la necesidad imperiosa de respetar el derecho de reunión, manifestación y protesta cívica y pacífica.
En el tema de la justicia destacaron la presencia en la mesa de diálogo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) como institución investigadora que favorece el esclarecimiento de los hechos y la verdad, como un derecho fundamental del pueblo con el objetivo de buscar una salida a la crisis del país.
Asimismo, agradecieron y respaldaron la labor de la Cidh en Nicaragua, particularmente en cuanto a las investigaciones y esclarecimiento de los sucesos de abril pasado y la adopción urgente de medidas cautelares para la seguridad de los jóvenes.
También esa mesa de diálogo se puso a la orden para colaborar con la misión de la Cidh.
Las partes asumieron ese compromiso en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, la sede del diálogo, ubicado en el oeste de la capital, durante la segunda sesión de ese foro que reúne a representantes del Gobierno, sector privado, estudiantes, universidades y sociedad civil, con la mediación de la Iglesia católica.
Nicaragua cumplió un mes de una crisis que ha dejado entre 61 y 65 muertos, según cifras de organizaciones humanitarias.
La crisis incluye multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en oposición a unas fallidas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.