No se esperaba también que se armara el zafarrancho entre Gobernación y Alcaldía, cuando “lo que se esperaba” era que trabajaran mancomunadamente para superar la contingencia.
Aunque “lo último que se pierde es la esperanza”, luego de que se desarrollen los acontecimientos se presentan consecuencias que, algunas veces, “era lo que se esperaba” mientras que en otras ocasiones “no era lo que se esperaba”. Algo parecido a lo que sucede con el vaso medio lleno o medio vacío. Se entra entonces en el peligroso campo de aplicación de la Ley de Murphy: “Si algo puede resultar mal, así resulta”.
Ejemplo claro es lo que ocurrió con el plebiscito que no aprobó el nefasto acuerdo de La Habana. Cuando “se esperaba” que con el triunfo del NO se “enterrara” ese acuerdo, ocurrió “lo que no se esperaba” y se entró en un proceso de “negociaciones” que llevaron, con la necesaria complicidad de las cortes, al “fast track” y a la JEP, y, en resumen, al caos que se está viviendo.
El desempeño de algunos funcionarios corresponde muy bien a “lo que se esperaba” y ejemplo claro es el del exfiscal Martínez. Fielmente cumplió cabalmente con la misión fundamental que le asignó quien lo colocó en tal posición, como era el de no dejar cruzar una verdadera “línea roja” que aislara y mantuviese incólume al expresidente Santos. Y ocurrió lo “que se esperaba” como fue el descalabro de Odebrecht con la Ruta del Sol, incluyendo, además, actuaciones lamentables como las de las “impolutas” exministras.
Al cumplirse el primer año del último cambio de gobierno nacional, ocurre algo similar: Cuando “se esperaba” que el nuevo mandatario hiciera un balance de lo que recibía de su antecesor, ello no ocurrió. Cuando “se esperaba” que entrara a reducir drásticamente la increíble selva burocrática que creó su antecesor, ello no ocurrió, y así por el estilo.
No se cumplió aquello de que “Escoba nueva siempre barre bien”. Pero ¡CUIDADO! Ese refrán tiene una segunda parte que reza: “Pero la vieja se sabe todos los rincones”, y, ciertamente, la “vieja” (escoba) está ahí en todos los rincones, y lamentablemente eso ha llevado a la percepción de que: si bien cambió el primer mandatario, en la práctica el gobierno es el mismo anterior. La consecuencia inmediata es que cuando se esperaba que su prestigio, el del primer mandatario, fuera en aumento, es muy grande el desencanto que existe entre la población. Lo que está ocurriendo en Argentina obliga a recordar el dicho: “Si rasuran al vecino, pon tu barba a remojar”. “El que entendió, entendió”.
También ocurrió, como “se esperaba”, un aumento en el uso de “todas las formas de lucha” del mamertismo criollo, incrementando la persecución del expresidente Uribe y a todos sus seguidores, y atacando, además, a quizás la única institución del estado que conserva prestigio: el Ejército Nacional. En ese recrudecimiento han tenido gran participación algunos integrantes de la “gavilla mediática” como la cadena radial mamerta.
Pasando a los ámbitos regional y local, la circunstancia es diferente porque los actuales mandatarios están de salida y se tienen unas elecciones para elegir a los sucesores.
Es preciso referirse al gran proyecto que involucra tanto al mandatario regional como al local, gobernador y alcalde, como lo es el proyecto hidroeléctrico de Hidroituango. “Lo que se esperaba” era que este proyecto, dada la trayectoria e importancia de los protagonistas involucrados en su desarrollo, marchara bien, pero, otra vez se aparece la Ley de Murphy, ocurrió “lo que no se esperaba” y se presentó la contingencia. No se esperaba también que se armara el zafarrancho entre Gobernación y Alcaldía, cuando “lo que se esperaba” era que trabajaran mancomunadamente para superar la contingencia.
Lo más grave es algo que “no se esperaba” y es la constitución de una “tal” mesa técnica que en última instancia dizque asesora a un Juez, ¡sí! un Juez, que puede dar por terminado el proyecto y ordenar su desmonte (¿?).
Como “era de esperarse” esa “tal” mesa técnica, que no debió conformarse si las entidades con verdaderos conocimientos y experiencias relacionadas con el problema: academia, consultoría, gremios, etc. hubieran tenido, conjuntamente y ordenadamente, una mayor injerencia y participación en la solución del problema, está infiltrada (la Mesa Técnica) por organizaciones no gratas, ONG, dizque fanáticas del medio ambiente, cuando le hacen el juego al mamertismo en su búsqueda del caos y el empobrecimiento de la población. Ya empezaron por querer desacreditar el uso de las hidroeléctricas con las “panaceas” de las energías eólicas y solares. ¡Que belleza de hermosura!
Recordando la frase de José Domingo Choquehuanca quien, para homenajear al Libertador, exclamó: “Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina”, resulta que, para los mandatarios regionales al declinar sus mandatos, “creció” en forma inusitada la utilización de los medios para auto ponderar, fuera de “su justa medida”, sus ejecutorias.
Son innegables las realizaciones. Por ejemplo, en el campo departamental está la inauguración de “medio” Túnel de Oriente y las placas huella que han favorecido a tantas comunidades rurales, pero son evidentes muchas frustraciones como los cables aéreos inmovilizados y los colegios de calidad. En el ámbito local se ha quedado en deuda en aspectos como la movilidad porque, aparentemente, se aplican “paños de agua tibia”, como las ciclorrutas estrechando las escasas vías, para resolver el problema de la inmovilidad, pero deben reconocerse avances como el uso de la energía eléctrica para el transporte público. Sin embargo, quedan grandes frustraciones como la inseguridad de un gran número de construcciones habitacionales y no olvidar el haber dejado a su suerte a los damnificados de edificios como Space, Asensi y Continental Towers.