Sin duda alguna, esta subregión antioqueña cuenta con una cantidad de riquezas mineras que dejan a la zona importantes recursos para la economía. Estos se traducen en las regalías y  transferencias a los municipios, que de alguna manera también han influido en su desarrollo. Cabe resaltar que la mayor producción minera de estos municipios está en las calizas, mármoles y petróleo. 

Un panorama más específico de la región y de su actividad minera, según la secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia, plantea que “la minería que se adelanta en el Magdalena Medio, corresponde a labores realizadas a cielo abierto, por cuanto el yacimiento explotable aflora en superficie o se encuentran muy cerca de ella, para el Magdalena Medio, se ubican canteras de material calcáreo (que contiene calcio) principalmente, los cuales suministran insumos a la industria cementera del país”.

En la subregión del Magdalena Medio coexisten empresas mineras con tradición y reconocimiento del orden nacional: Cementos Argos S.A., Microminerales S.A.S., Sociedad Procesadora de Minerales del Puerto Promipuerto S.A., Prominerales S.A., Cales y Derivados de La Sierra S.A. y, de orden internacional, Holcim (Colombia) S.A. y Omya Andina S.A.. También hay sociedades mineras de menor escala que igualmente suministran materias primas al sector de la construcción de proyectos de infraestructura vial como Ingeniería y Construcciones S.A.S - Ingecon S.A.S., Fanitro Consorcio, Sociedad Ociequipos Ltda, Ospalco Ltda., según información suministrada por la Secretaría de Minas.  

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El 6% de los títulos mineros en jurisdicción del departamento de Antioquia, se encuentra en la subregión del Magdalena Medio, lo que quiere decir que de los 1.344 títulos mineros que existen, 76 se encuentran en esta zona. “Todos están vigentes y en ejecución, los titulares mineros son personas jurídicas y/o naturales que cumplen con todos los requisitos legales en asuntos laborales. Realizan la explotación de minerales tanto en forma subterránea como a cielo abierto, dependiendo, claro está, del tipo de mineral y la forma del depósito”, subrayó la Secretaría. 

Consultas populares

En cuanto al tema de la oposición a este tipo de actividades mineras, teniendo en cuenta que en todo el país se han llevado a cabo diferentes formas de manifestaciones y las consultas populares han tomado tanta fuerza, Jaime Mauricio Concha Prada, vicepresidente de Minería, Hidrocarburos y Energía de la Andi, señaló: “Hoy entre consultas populares y acuerdos de consejos municipales estamos hablando que entre lo que resta del año y el próximo, alrededor de 100 municipios están utilizando estos mecanismos para prohibir estas actividades, los efectos de lo que sucede en cualquiera de estos municipios no son un tema con efectos en el mismo lugar, sino en todo el país. Por ejemplo, sólo contando estos municipios, lo que está en juego es el 10% de la producción de hidrocarburos del país. Si bien desde Andi estamos de acuerdo con la participación ciudadana y con la concertación necesaria que debe haber entre nación y regiones”.

Específicamente con referencia al Magdalena Medio antioqueño y sobre este tema, Liz Margaret Álvarez Calderón, Secretaria de Minas de la Gobernación Antioquia, resaltó: “Lo que se ha entendido como ‘oposición’ de la comunidad al desarrollo de proyectos mineros, es un fenómeno que se ha venido presentando en regiones que no poseen tradición o historia en la actividad minera. La región del Magdalena Medio históricamente ha visto el desarrollo de los proyectos mineros de explotación de materiales de construcción y ha logrado convivir con los mismos. Los ha incorporado en su economía y su forma de vida, las explotaciones mineras no son nuevas y poseen historia y tradición en la región, por tanto las comunidades no se han opuesto a la existencia de los mismo”.

También recalcó la Secretaría, que en la región se han desarrollado proyectos de materiales de construcción y dado que este tipo de explotaciones mineras traen beneficios al sector de la construcción, no se ha generado oposición o algún tipo de resistencia por parte de la comunidad, por el contrario, han sido bien recibidas y se consideran generadoras de bienestar y desarrollo.

La labor que continúa por parte de esta entidad es informar a las comunidades y a los responsables sobre la normativa para que se realice una minería sostenible. 
“Lo mismo ocurre con los proyectos de metales preciosos que se desarrollan en esta subregión, ya que a pesar de que generan fenómenos de enfrentamientos con las comunidades en otras subregiones, en esta no ha existido conflicto, lo que se puede atribuir a la trayectoria ancestral de estos proyectos mineros”, añadió Álvarez Calderón.
“Decir no a la minería o a los hidrocarburos o a los proyectos energéticos tiene muchas más implicaciones no sólo en el sector minero energético”, opinó el vocero de la Andi.