El oficio de vivir

Autor: Álvaro González Uribe
1 febrero de 2020 - 12:06 AM

Para mayor dificultad: este oficio de ser ser humano nadie nos lo enseña, nos toca ejercerlo ignorantes día a día, segundo a segundo.

Medellín

Cada uno dirá que su oficio o el ajeno es el más o menos difícil. Todos los oficios tienen su grado de dificultad que se acentúa o atenúa según cada persona, las circunstancias, el lugar, la época, el clima, el contexto social y el político, en fin, todos los contextos y la condición de cada uno hacen que su oficio sea más o menos difícil, pero siempre difícil. Aquí -tan rápido por obvia- la primera conclusión: La relatividad de la dificultad.

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En la bolsa de los oficios también meto uno de los oficios más difíciles: No tener oficio. No es un juego de palabras, es que es imposible no tener oficio, sería estar muerto. No tener oficio es imposible porque no hacer es también hacer: Es hacer nada. Fíjense, está presente el verbo hacer. Y no tener oficio, sea el que no fuere y como no fuere, es también muy respetable. Lo digo por eso tan tonto de ¡coja oficio!

Y hablando en términos de empleo, de oficio social, estar sin empleo necesitándolo conlleva una de las mayores dificultades del ser humano, es uno de los oficios -sí- que mayor estrés genera y que, incluso, puede llevar a los actos de desesperación más extremos. Un desempleado sufre y se cansa más que un empleado.

Sin embargo, entre tantos oficios, hay uno que para mí sí presenta el más alto grado de dificultad posible: El oficio de ser ser humano, ser homo sapiens, que llaman. Es un oficio de cuya suprema dificultad no me queda duda alguna. Quizás muchos no se dan cuenta porque no lo han pensado así, dichosos ellos, pero de alguna manera lo han sentido.

¿Será difícil ser vaca, árbol o tortuga? No lo sabemos porque no hemos conversado con ellos, al menos de estos temas. Por eso yo hablo desde mi condición de homo sapiens, que es el envoltorio que me tocó en el universo.

Temer, sufrir, soportar…, y también intentar olvidar, vencer y sobreponerse a tantas contradicciones, debilidades, defectos, errores, remordimientos, cobardías, ¿no es acaso todo eso la mayor dificultad? ¿Y qué tal ser además conscientes de esa fragilidad? Somos terrones de azúcar cuando no granos de sal. Somos un grito vagabundo en el universo, una brizna en las manos de dios, una letra en la historia sin fin, la insoportable levedad del ser.

Claro, hay satisfacciones y muchos sentimientos positivos, la vida es agridulce. Pero también esas cosas positivas son relativas. Es que la vida es relativa; al decir la vida acá me refiero a la existencia del ser humano, a la vida humana. Y esa relatividad es fuente de incertidumbre, conlleva temporalidad. El misterio está en vivir cada momento de satisfacción sin mirar el pasado y el futuro, algo de Buda. Pero no es fácil (ser humano es difícil) y, de todas maneras, son momentos.

A veces uno quisiera ser una piedra, o bueno, solo una escena, pero no, vamos y nos van tejiendo una maraña de recuerdos y esperanzas que son nuestra historia e incertidumbre personales, vamos y nos van tejiendo una maraña de seres humanos que llaman familia y sociedad. Y ahí es donde viene la más grande dificultad: dejamos de pertenecernos, perdemos nuestra libertad, en diversos sentidos dependemos de lo que fuimos y seremos, y también de otros como otros de nosotros: Una trampa de vida mortal en vida.

Ser ser humano es el oficio más difícil que existe, lo demás es hacer cositas por aquí y por allá, cositas para vivir, para que vivan otros, para lo que sea, pero solo cositas. Ante el oficio de ser ser humano cualquier otro oficio es banal, fatuo, pasajero. Frente al oficio de ser ser humano da lo mismo ser presidente, conductor, agricultor, filósofo, serenatero, médico o mecánico.

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Y, además, para mayor dificultad: este oficio de ser ser humano nadie nos lo enseña, nos toca ejercerlo ignorantes día a día, segundo a segundo. Y nunca aprendemos del vivir pretérito porque cada segundo es nuevo y, por tanto, requiere un nuevo conocimiento.

Y, más además, para mucha mayor dificultad: este oficio de ser ser humano dura toda la vida, los demás oficios (los de cositas) duran solo años, meses, periodos. Ser seres humanos nos lleva toda la vida.

 

 

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