Andrés Felipe Giraldo Rendón, de la Universidad Autónoma Latinoamericana, sacó el mejor puntaje en las pruebas Saber Pro de Derecho en todo el país. Su triunfo se lo atribuye a su disciplina y al amor por la lectura que le inculcó su madre.
Para Andrés Felipe Giraldo Rendón hay una cosa clara: las bases son fundamentales. Más allá de lo cliché o básica que pueda sonar la frase, se refiere a cómo consiguió tener el mejor puntaje en las pruebas Saber pro (conocidas como Ecaes) en Derecho en el país, siendo el primero en llevar este reconocimiento a su universidad, la Autónoma Latinoamericana (Unaula).
Tener claro que las bases son fundamentales lo ayudó a comprender que, si entendía a profundidad un concepto desde los primeros semestres en materias de fundamentación, no tendría que estudiarlos de nuevo para entender asuntos más complejos una vez avanzara en la carrera. Ello, dice, lo aprendió de su paso por Ingeniería electrónica, carrera de la que se graduó y que le sirvió para mucho, pero que ahora no ejerce.
Como ejemplo, recordó tantas veces en las que en carreras de las ciencias exactas los estudiantes demeritan materias de fundamentación como las matemáticas básicas, teniendo en cuenta que son la base de materias más avanzadas. Entender esto, lo ayudó también a aplicarlo en el derecho, cuando se planteaban preguntas en noveno semestre con conceptos que había sido abordados en segundo.
Para Felipe, como prefiere ser llamado por costumbre, las bases también se refieren a las que le inculcó su madre, por ejemplo, con el amor a la lectura, la misma que le ha permitido conocer de diversas cosas porque siempre “he sido muy ávido por el conocimiento. es bueno saber de todo un poco”, señala.
Más de allá de lo anterior, destaca que tres factores le ayudaron a su desempeño: el pensamiento abstracto que le dio haber estudiado Ingeniería, los simulacros que hacía en la universidad y le hecho de explicarle a una de sus compañeras, con lo que siente que estudió dos veces.
Un día de trabajo Felipe pasó horas llevando a cabo una tarea que le encomendaron en el proyecto en el que trabajaba. Durante ese lapso no le dio hambre ni dimensionó la cantidad de tiempo que le llevó realizar esto; según él, este fue el detonante para decir que no quería ser ingeniero “hasta el día en que se jubilara”.
“Si bien me gusta mucho la temática, no era lo que realmente me apasionaba y cuando salí del bachillerato la otra posibilidad que yo tenía era Derecho, entonces decidí empezar la carrera”, recordó.
Ahora, agradece la nueva oportunidad que le dieron sus padres, al entender que la ingeniería no lo haría feliz. Si bien esta segunda carrera se la costeó por sus propios medios, el apoyo de sus progenitores fue crucial.
Pese a que la recomendación vaya en contravía al pensamiento tradicional, el ahora abogado cree que no está mal que los jóvenes se tomen seis meses o un año para elegir qué quieren estudiar. No obstante aclaró: “yo no voy a decir que perdí tiempo porque yo la ingeniería me dio estrctura, conocimientos, pensamiento abstracto y cosas que a veces son complicadas en Derecho, pero es mejor tomarse una pausa para poder estar seguro de lo que a uno le gusta”.
Sin duda, en este camino del cambio de carrera, parte de lo más difícil es decirle a sus padres que su inversión en la educación superior fue invertida en una carrera que no completa las aspiraciones de un joven.
“El miedo de reconocerle a los padres esto no es lo mío, yo me quiero pasar lleva a que muchas veces estando en octavo o noveno semestre decidan no continuar. la cuestión es, ser capaz de reconocerlo y tratar de buscar ese cambio, también siendo racionales porque hay gente que cambia seis o siete veces de carrera”, detalló.
Ahora, el ahora abogado y antes ingeniero que fue el mejor Saber pro en Derecho ve con buenos ojos su futuro, con miras a la rama de su carrera que más le gusta, el administrativo. Además, se ha dedicado a emprender con cuatro amigos una oficina con la que ya llevan casos, lo que le aportará mucho en el ejercicio del derecho en la vida real para sus estudios de posgrado.