Faltan exactamente 475 días para que se conozca la definición del torneo cuyo campeón obtendrá como premio mayor el desempeño, a partir del 7 de agosto del 2018, del primer empleo de la nación, vale decir la Presidencia de la República.

Mientras los competidores acuden a toda clase de argumentos, exposiciones, mañas y artimañas con el fin de ganar terreno y dejar en el camino a sus principales contrincantes, el país sufre la desbordada actuación de analistas, observadores, estudiosos, opinadores, duchos e ilustrados de todos los pelambres y categorías.

Desde aquellos que adelantaron algún estudio serio sobre la materia y tienen alguna dosis de credibilidad, hasta los que ahora posan de sabios e infalibles por el mero hecho de haber pisado una universidad o pasado frente a ella, entrado a una emisora o tener en sus irresponsables manos un micrófono o el acceso a cualquier medio de comunicación.

En estos 475 días Colombia volverá a tener lo mejor del deporte nacional, vale decir el chisme, la especulación, el supuesto, la conseja, el me dijeron, el dicen, el parece, lo que a tantos de los nombrados en el párrafo anterior les basta como sustento de sus afirmaciones diarias, muchas de ellas debidas a intereses inconfesables.

Para que su participación en este evento tenga continuidad, sus protagonistas tienen suficiente material: los precandidatos que cual plaga y por arte de magia, surgen o hacen surgir desde todos los rincones del país, así sus merecimientos sean ínfimos y sus antecedentes peores.

En el deporte nacional de la especulación que ha comenzado a practicarse en todos los medios, sean estos serios, regulares o pésimos, a los pobres colombianos les meterán por boca y nariz a Germán Vargas Lleras, Óscar Iván Zuluaga, Iván Duque, Carlos Holmes, Luis Alfredo Ramos, Paloma Valencia, Mauricio Cárdenas, Marta Lucía Ramírez, Alejandro Ordoñez, Wbeimar Delgado, Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo, César Gaviria, Simón Gaviria, Aurelio Iragorri, Luis Fernando Velasco, Aníbal Gaviria, Viviane Morales, Armando Benedetti, Roy Barreras, Jorge Robledo, Clara López, Claudia Lopez, Sergio Fajardo y Jorge Leyva, por ahora.

Apenas 25 nombres con los cuales pueden jugar a diario los especialistas en este deporte nacional, adjudicándoles responsable o irresponsablemente cualquier nimia afirmación, y hacer de eso un gran “debate” nacional para saciar sus ínfulas de conocedores y expertos en política, a la que muchos definen como “dinámica”, cuando no es más que -al menos en este país- una actividad cuestionada y cuestionable.

En la farragosa lista enumerada antes no están todavía, pero como vivimos en Colombia pudieran entrar a ella otros de los llamados delfines, aquellos que nacieron en cuna de seda y algodón y tuvieron la fortuna de que sus padres fueran presidentes o casi: los otros dos hermanos Galán, Santiago Pastrana, Horacio José Serpa, Tomás y Jerónimo Uribe o cualquiera de los tres Samper.

Como quien escribe tampoco puede sustraerse a ejercer el deporte nacional, de entrada hay que decir que en la incipiente campaña ya se tiene algo grueso: dos mentirosos de cartel, Germán Vargas Lleras y Simón Gaviria, pues alguno de los dos debe estar faltando a la verdad en lo que a ofrecimiento o no ofrecimiento de vicepresidencia se trata.

Para seguir jugando podría preguntarse también por el momento actual de Oscar Iván Zuluaga, enredado con Odebrecht, que es como tener cáncer, después del excelente mandado hecho por Luis Carlos Restrepo desde los tranquilos años sabáticos que disfruta lejos de la justicia colombiana.

Y para que las gentes vayan pensando mientras se practica este deporte nacional, vale la pena dejar una pregunta estremecedora: ¿Cómo sería Colombia gobernada en el periodo 2018—2022 por alguno de estos personajes: Simón Gaviria, Wbeimar Delgado, Viviane Morales, Paloma Valencia, Alejandro Ordoñez, Armando Benedetti, Sergio Fajardo o Roy Barreras ? A esta lista negra se le pueden añadir nombres al gusto.

Twitercito: ¿El nuevo Código de Policía también incluye multa para quienes en los últimos años se han cagado en el país? Y no es alusión a nadie en particular.