Medellín y Antioquia han logrado consolidar una oferta suficiente de cupos en la educación preescolar, básica y media. Los datos de cobertura muestran que la oferta de cupos es mayor que la demanda, tendencia que se viene observando desde hace varios años. Dentro de las causas asociadas a este fenómeno se encuentra la disminución del índice de crecimiento de la población, la oferta de la educación privada y los fenómenos de migración. Todo indica que la cobertura, la gratuidad y la calidad de la educación básica y media ya no son los desafíos a los que se enfrentan los alcaldes y la Gobernación del departamento.

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No tengo los datos de crecimiento de la población de jóvenes entre 17 y 21 años de los últimos cuatro años, que es la población que más demanda la educación superior, pero sí tengo los datos del año 2015 que me proporcionaron las autoridades educativas de la ciudad de Medellín en esa época. En estos datos ya se avizoraba una tendencia negativa en el crecimiento de esta población, la cual registre en otra columna: “… el crecimiento de esta población (jóvenes entre los 17 y 21 años) en los últimos años fue: 2008 (creció 61.436), 2009 (creció 54.268), 2010 (creció 43.331), 2011 (creció 34.499), 2012 (creció 23.188), 2013 (creció 12.234), 2014 (creció 1.804) y 2015 (creció -15.630).” Si esta tendencia de crecimiento negativa se mantuvo en Medellín, la población demandante por cupos para educación superior en los años 2016, 2017, 2018 y 2019 tuvo que haber sido también negativa, salvo el impacto de la población que migró de Venezuela al país y que puede estar frenando esta tendencia.

La disminución de la población en edad de ingresar a la educación superior estaría asociada, entre otros fenómenos, con la disminución de la tasa de natalidad en Medellín y otras ciudades importantes de Colombia. En la misma columna que mencione arriba escribí: “Estas cifras están alineadas con el fenómeno de disminución del número de nacimientos y embarazos y con la disminución de la matrícula de niños y niñas en la educación preescolar, básica y media en las principales ciudades capitales. Por ejemplo, en Medellín en el año 2013 nacieron 5.611 niños y niñas menos que en el año 2005. De igual manera Medellín, entre los años 2010-2014, descendió la matrícula en un 4.3%, es decir en 21.182 estudiantes. En esta tendencia están otras ciudades que han bajado la matrícula de niños y niñas en colegios oficiales y privados de la siguiente forma: Barranquilla en 20.3 %, Cartagena en 13.5%, Bogotá 11.7%, y Manizales en 10.8%.”

Lo que pasa en las grandes ciudades por supuesto repercute en las estadísticas de los departamentos. En los trinos que la Secretaria de Educación de Antioquia ha realizado por estos días se anuncia que en este año año lectivo la matrícula alcanzó los 367.289 niños y niñas, muy por debajo de los 540.000 niños y niñas matriculados en el año 2015. La oferta institucional del Departamento de Antioquia puede estar cercana a los 512.000 cupos, lo que indica que hay cerca de un 30% de la capacidad instalada que no se está utilizando.  

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En esta época de planeación institucional y atendiendo a la excelente relación mostrada entre el Gobernador y el alcalde de Medellín, importante sería que se recobrará el espíritu de la Alianza AMA y se concertarán iniciativas en educación en donde aún no se tiene los niveles de satisfacción en cobertura, como lo es la Educación Superior. La próxima semana escribiré sobre los desafíos de Antioquia en Educación Superior.