Le pedimos al diseñador Camilo Álvarez que nos hablara del oficio, que nos contara qué futuro ve en dicha profesión y cómo podría ser más fácil hacer un nombre. Esto fue lo que quiso escribir para los lectores de Oh! Colombiamoda, el creador que esta semana participa en el Vogue Talents Corner, donde da a conocer su colección Antílope.
Hace un par de semanas tuve una visita a mi taller, mientras hacíamos el recorrido por la planta de confección, conversábamos a modo de entrevista, donde yo le contaba un poco lo que había hecho en mi carrera como diseñador de modas, ya a casi una década de haberme graduado.
La serie de preguntas finalizó con una pregunta común: ¿qué le aconsejarías a una persona recién graduada de diseño que quiera empezar su propia empresa de moda?
Justo en ese momento me devolví diez años atrás cuando en Medellín, precisamente en Plaza Mayor donde esta misma semana sucede Colombiamoda, se celebraron unas jornadas de emprendimiento, lideradas por el alcalde de ese entonces y empresarios destacados del país. Cada uno de ellos contaba su experiencia empresarial (de muchos más años que los casi diez míos) y aconsejaba a cientos de asistentes que buscábamos incursionar en uno de los programas de emprendimiento que esa misma alcaldía había puesto en marcha.
Inspirado por varios de los relatos de los panelistas, busqué mi acceso a los programas de emprendimiento de Cultura E, mientras se incubaba la empresa. Así como esa vez, en los siguientes años, cuando la empresa ya marchaba de la mano de nuevos socios y proyectos, aprovechamos muchas veces las capacitaciones, charlas y conferencias que ofrecían Inexmoda, La Cámara de Comercio y otras entidades.
De toda la información recibida en tantas ocasiones, siempre quedaron aspectos muy positivos para aplicar a la realidad del momento empresarial por el que atravesábamos. De la misma manera también quedaron muchas incertidumbres, pues en ocasiones era confuso lo que se esperaba que una empresa fuera o tuviera para ser exitosa por parte de un conferencista o asesor comparado con lo que se esperaba por parte de otro.
Estos dos panoramas, el de fortalecerse a partir de la reafirmación, o el de cuestionarse desde la misma inseguridad de la carencia, son útiles, ayudan a crecer, más creo que debe dársele el peso justo, para que no desestabilice el centro de la idea de la persona que va a emprender o está ya en un proceso de emprendimiento. Aquí llego al consejo que me pidieron dar:
Antes de oír a otros, escúchese a usted mismo. Es indispensable reconocer qué se sabe hacer muy bien y convertirlo en el centro del proyecto. Fortalecerlo y protegerlo para que no se desestabilice con las opiniones que tantas personas tendrán sobre la empresa.
En nuestra ciudad y en el país existen muchas oportunidades para informarse y capacitarse, concursos para adquirir capital y fundaciones de apoyo a los empresarios en nacimiento, habrá forma de llenar los vacíos de lo que no se es experto.
Así como tanta información de calidad, existe mucho ruido en el ambiente, sobretodo en la moda. En momentos donde tambalean tantas instituciones, publicaciones y marcas, es valioso el reencuentro con la manera que cada uno tiene para hacer sus cosas, ahí puede estar la respuesta de la diferencia necesaria para destacarse.