Con la creación del C4RI revive la propuesta del Distrito de Innovación; un sector de la UdeA debe replantear su posición ante las alianzas público-privadas.
Con el POT desarrollado en la alcaldía de Aníbal Gaviria, se planteó la hoja de ruta de planificación urbanística de Medellín 2027; dentro de las ideas que en su momento fueron materia de análisis y proyección, destaco la configuración del Distrito de Innovación que articularía las instituciones ubicadas en el norte de la ciudad, como la UdeA (incluidas las facultades del área de la Salud y la SIU), Ruta N, Parque del Emprendimiento, Parque Explora, Jardín Botánico, el Hospital Universitario San Vicente Fundación, entre otras instituciones, ubicadas en los barrios Sevilla, Chagualo, Nazareno y Miranda.
La semana pasada el presidente Duque inauguró el Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4RI), cuya sede se ubica en Ruta N y que hará parte de una red de intercambio con centros homólogos ubicados en ciudades como San Francisco (USA), Tokio (Japón), Beijing (China) y Mumbai (India); el C4RI ubicado en Ruta N, irradiará su acción en América Latina. Dentro de los temas que se priorizan para el C4RI están los relacionados con el desarrollo de tecnologías de vanguardia, como la Inteligencia Artificial (AI), el Internet de las Cosas (IoT), la cadena de bloques (Blockchain), entre otras. A pesar de que el POT no avanza a buen ritmo, lo cierto es que la zona (área urbanística) sigue creciendo en iniciativas y nuevas dinámicas, a las que se suman nuevos vecinos como el MOVA y el C4RI.
Dentro del proceso de integración de la UdeA al Distrito de Innovación, se tiene contemplado el derribo de la malla que cierra el Campus Universitario, con lo que se estaría enviando un mensaje de integración de la Universidad con el territorio del Distrito. A pesar de que el Campus sin mallas es algo que no cabe en el imaginario de los miembros de la comunidad universitaria y de los vecinos, considero que el verdadero desafío es pensar una Universidad conectada en diferentes dimensiones y haciendo parte de dinámicas y alianzas público-privadas. Esto es más cierto para algunas facultades que para otras que han logrado una mayor articulación de iniciativas académicas y de proyección social a través del Comité Universidad Estado Empresa (CUEE).
La dirección de la UdeA y el equipo de decanos deben avanzar en lograr que las dependencias académicas, en las que aún existe desconfianza o cautela con el sector empresarial y en general privado, se sintonicen con la idea de un Distrito de Innovación. No me cabe duda de que a pesar de la poca voluntad de la actual administración de Medellín en el desarrollo del POT, finalmente lo definido en el mismo se hará realidad.
Desde este espacio hago una fraternal invitación al nuevo decano de la Facultad de Educación, Dr. Wilson Bolívar, para que retome la agenda de relación interinstitucional, que quedó suspendida hace tres años, la cual involucraba organizaciones privadas de gran importancia como Empresarios por la Educación (ExE), Proantioquia, Fundación Fraternidad Medellín, Corporación Héctor Abad, Fundación Francisca Radke, Fundación Argos, entre otras; de igual manera, es importante que la voz de la dependencia se vuelva a escuchar en distintos foros y espacios intersectoriales en los que la dependencia participaba.
Aprovecho esta columna para felicitar al Dr. Aníbal Gaviria Correa, exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, por su designación como presidente de la Asamblea de Cities Alliance, organización internacional que tiene como propósito combatir la pobreza urbana y promover un papel para las ciudades.