Deserción escolar: el gran reto de la educación

Autor: Luisa Fernanda Sierra García
19 febrero de 2017 - 06:00 PM

Un estudio de la Universidad de los Andes alerta por la incapacidad del sistema escolar para mantener en las aulas a los alumnos que pasan de la educación primaria a media. 

Medellín

El 35% de los estudiantes que pasan del grado quinto a sexto sufre un choque tal que termina yéndose del sistema educativo. La conclusión se encuentra en el estudio Caracterización de la Educación Media en Colombia, coordinado por Darío Maldonado, doctor en Economía de la Universidad de los Andes.
Esa deserción es la mayor caída en la presencia de estudiantes en las instituciones educativas y uno de los más graves problemas de la calidad de la educación en el país. 
La investigación fue solicitada por el Ministerio de Educación que buscaba “conocer los cuellos de botella que debe enfrentar el país en la expansión de la educación media”, como lo señaló el investigador Maldonado. 
“Queríamos tener un diagnóstico de qué está pasando con la educación media en Colombia en distintas dimensiones que van desde la cobertura, pasando por temas de calidad e infraestructura. Buscamos saber, además, si los estudiantes están aprendiendo lo que deberían, si tenemos lo profesores suficientes y adecuados, si cabrían más niños en los colegios, si lo que están estudiando se adapta a las necesidades del país, si hay diferencias entre la educación media académica y media técnica”, explicó Maldonado, quien precisó que los datos se dieron tras un trabajo de campo en instituciones educativas con condiciones diferentes que permitieran abarcar un público y perspectiva más amplio. 
Tras lograr resultados de distintas índoles, los investigadores lograron “identificar que la menor oferta de educación media y las tasas más altas de inasistencia se dan en zonas del occidente y sur del país, donde las más afectadas son algunas regiones del departamentos del Chocó. También descubrimos que los estudiantes que terminan la educación media técnica y media académica no registran diferencias importantes en sus niveles de aprendizajes, tanto en habilidades cognitivas como socioemocionales”, explicó el coordinador de la investigación. 
En cuanto a la tasa de graduación de educación media, el estudio da a conocer que este sólo incrementó un 7% en los 6 años comprendidos entre 2008 y 2014, reportando diferencias importantes entre el género, la educación del jefe del hogar, la edad y los departamentos. 
“Tenemos que hacer esfuerzos para acelerar el ritmo en el que hemos venido creciendo en temas como asistencia y graduación de la media, se ven resultados pero también tenemos que mejorar. Es claro que nos hace falta,  debemos entender primero para qué queremos la educación media en Colombia, cuáles son los aprendizajes, competencias y habilidades que queremos que nuestros estudiantes tengan antes de salir. Vemos que hay una falta de alineaciones porque existe dispersión en las instituciones de temas, conceptos, pedagogías y falta de acuerdos que el país debería tener respecto a su educación”, aseveró Maldonado. 

Deserción 
La Gran Encuesta Integrada de Hogares 2008-2014 precisó que el “no me gusta o no me interesa estudiar” fue la razón más reportada en la básica secundaria para no asistir a los establecimientos educativos, mientras que el “necesito trabajar” se dio como la más común de la educación media en el país. 
Con diferencia de resultados de acuerdo a las edades, un 42.6 % de jóvenes entre los 14 y 16 años no asistió a las instituciones por no considerar importante los procesos pedagógicos impartidos en estas, mientras que un 32 % se registró por la misma razón en edades entre los 17 y 18. 
Por otro lado, la necesidad de generar dinero e ingresar al mundo laboral sin haber culminado los estudios se registró en un 28.9% en las edades de 19 a 24 años. 
“Tenemos que pensar con cuidado qué es lo que se enseña en estos niveles de educación y cómo se estructuran los currículos que están sacando a los estudiantes de los colegios porque no los están incentivando a permanecer”, apuntó el investigador. 
Ante esto, el doctor en Educación, Carlos Arturo Soto, afirmó que condiciones sociales, económicas y culturales son factores que siempre inciden en la deserción: “Si uno mira dónde se da el mayor número se encuentra con que es precisamente en los niveles económicamente más bajos en los que las familias tienen que tomar la decisión, muchos de estos niños dejan la escuela por falta de apoyos estatales para continuar”. 
Sobre el alto porcentaje de casos registrados en el país, Juan Carlos Rodas, magister en Educación y jefe de la editorial de la Universidad Pontifica Bolivariana, precisó: “La deserción en Colombia está en un porcentaje muy alto de 50%, se supone que la educación media serviría para que el estudiante construyera el puente para la educación superior y hacia el mundo laboral, pero la educación media no hace eso porque se dedicó a seguir dictando clases de Filosofía, Química y Física, es decir, a preparar a los estudiantes para que presenten las pruebas del Estado, entonces se olvida de las profesiones, de las vocaciones y del mundo del trabajo”. 
Rodas indicó, además, que el sistema de educación terciaria, creado por el Ministerio, el cual intenta que los estudiantes logren, incluso cuando no desean ingresar a la educación superior, hallar su oficio, no funciona, incluso aseveró que este aumenta más la brecha entre la educación media y superior. 

¿Y la política pública de educación? 
“El país no tiene política de educación media”, enfatizó Felipe Andrés Gil, exsecretario de Educación de Antioquia, quien añadió que el Ministerio de Educación Nacional no tiene una ruta sobre educación media, ni un conocimiento serio sobre qué debe realizar el sistema al respecto, por lo que falta orientación.
“Desde esos aspectos ya empezamos cojos. A este país no le ha interesado ni dolido la educación media, entonces lo que se encuentra es una dispersión de esfuerzos que se basan más en las iniciativas locales”, indicó Gil. 
Por su parte, Maldonado insistió en que como la media puede ser el nivel más complejo de la educación, se convirtió en el problema de política pública más difícil del país. 
“Necesitamos políticas de oferta y demanda que den una organización institucional y que sea coherente, además de incentivos para adolescentes y sus familias. Una política que involucre y en la que se participen activamente los distintos niveles y sectores como el Ministerio, las secretarias y los establecimientos educativos”, indicó. 
Algunas de las políticas que planteó la investigación fueron las de diferenciar entre básica secundaria y media; entre educación media académica y técnica; así como crear políticas para menores y mayores de 18, componentes de género y focalización. 
Para José Fernando Montoya Ortega, sociólogo y profesor de Humanidades en la UPB, “la educación media desde la Ley General de Educación se debe encausar a formar, desarrollar competencias para el ingreso a la educación superior y las actividades laborales, pero en la práctica poco se logra, y a la vez, se desdibuja el que debe ser el propósito superior de formar y acompañar para la realización integral de cada persona en su opción vocacional, no limitándola en la perspectiva de profesión u oficio”. 

Capacitación de docentes 
Para varios expertos en educación los profesores juegan un papel importante en la permanencia de los estudiantes en las instituciones, por lo que cada establecimiento educativo debe contar con un personal experto y bien capacitado, así lo expresó Queipo Timaná, doctor en Educación, quien ve en estrategias pedagógicas bien estructuradas el aumento de interés. 
“Los logros alcanzados por la educación media han sido interesantes pero son relativos a la calidad y capacitación de los profesores en cada uno de los colegios. Tenemos colegios en los que los profesores han logrado una maestría en las áreas específicas como Matemáticas o Inglés, además tienen acompañamiento de laboratorios, bibliotecas, campos deportivos, restaurante escolar y docentes motivados, lo que demuestra el avance. Sin embargo, en los establecimientos en los que los profesores no se han actualizado en sus aéreas y les han ofrecido las capacitaciones necesarias, el rendimiento es menor, porque el medio ambiente y el contexto van a contar en el rendimiento, aprovechamiento y motivación de los estudiantes”, explicó Timaná. 
De la misma manera, puntualizó que otro factor determinante radica en “cuando el maestro no tiene vocación, no cree en su profesión, no prepara clases o no se reinventa permanentemente, lo que genera un factor importante en la deserción”. 

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