En el fútbol, Hoy día el dinero, así como sirve de ascenso social, también es el culpable del fracaso y las conductas non-sanctas.
¿A propósito del inicio de la Copa América con participación de los equipos nacionales de América del Sur con Japón y Qatar como invitados y de la Copa de Oro que congrega a las naciones de Centro y Norte América, surge la pregunta de cuál es el futuro del futbol? La ‘’inflación’’ de precios por fichar no solo a las vedettes sino a tantos niños y jóvenes, debe ser objeto de consideración por la Federación Internacional de Futbol Asociado- FIFA. Estamos muy cerca de ver unos cuantos equipos élite en cada liga que hacen imposible la competencia entre iguales. Unos pocos que gastan millones frente a una mayoría que no dispone de los recursos para enfrentar a unos rivales ricos que lo tienen todo.
Ciertamente, el deporte de las multitudes es un negocio como lo es la NBA, la NFL, la liga de beisbol MLS, la liga norteamericana de hockey y hasta el propio sumo japonés. Sin embargo, el deporte de las multitudes va a terminar siendo un juego de minorías dominado por los grandes intereses comerciales. Cuándo se ha visto a multinacionales como Nike, Adidas y Coca Cola, ¿invertir publicitariamente en equipos pequeños? Las anteriores son las firmas patrocinadoras de mayor presencia en las camisetas de los principales conjuntos.
De acuerdo con la revista Forbes, los clubes que en 2108 dinero recibieron más dinero de sus patrocinadores fueron en su orden: Barcelona con cerca de 250 millones de dólares. Manchester United, 202 millones. Real Madrid, 200 millones, Chelsea, 135 millones, Bayern Múnich, 121 millones, Paris Saint Germain, 100 millones. Arsenal, 94 millones y Liverpool 92 millones. Un retorno de la inversión que va de la mano con la capacidad de contratación de las principales figuras.
Las cifras que maneja el futbol han atraído el interés de millonarios con la pretensión de diversificar sus negocios, ahora incursionando como dueños de clubes de gran arraigo en países principalmente europeos. En 2005, el empresario norteamericano Avram Glazer adquiere al Club Machester United por una suma cercana a los mil millones de euros. El multimillonario ruso Roman Abramovich se hace al popular Chelsea en 2005.
En América Latina, el magnate mexicano Carlos Slim participa como socio mayoritario del Club Real Oviedo y en otros clubes de la liga de ese país. El actual presidente de Argentina Mauricio Macri está asociado al popular equipo Boca Juniors. Lo mismo ocurre con el conglomerado colombiano Ardila Lulle dueño del popular Atlético Nacional de Medellín.
La democratización para que los aficionados sean participes activos de sus equipos es una realidad escasa. Al igual que en la vida empresarial, la concentración del poder económico en los clubes de futbol se va acentuando. Barcelona y Real Madrid son de los únicos ejemplos donde los seguidores tienen injerencia financiera y la toma de decisiones se delega en unos personajes que se supone conocen el mercado de jugadores y las necesidades del equipo.
Lamentablemente, la dirigencia deportiva en su afán por producir resultados, responder a sus patrocinadores y complacer a la afición, se va alejando de lo que en antaño eran las políticas de moderación y austeridad en cuanto al costo de las transferencias de los jugadores. Se podrá contra argumentar que el futbol como cualquier otro producto no es ajeno a los movimientos del mercado, donde la oferta y demanda la fija el talento.
El futbol como otras disciplinas deportivas ha sido el medio para que muchos salgan de la pobreza. No es una exageración afirmar que los protagonistas son jóvenes que salen de su ambiente social lleno de carencias sin el adecuado acompañamiento y guía. Hoy día el dinero, así como sirve de ascenso social, también es el culpable del fracaso y las conductas non-sanctas.